WordFrames: Tomar partido entre los rohinyá «insurgentes» o «terroristas»

Mapa que muestra el crecimiento de los refugios de la comunidad rohinyá en Bangladesh a través de UNrefugees.org. Imagen ampliamente distribuida (fuentes originales [1] [2]).

Las entregas de WordFrames (Marcos semánticos) exploran las conversaciones en los medios de comunicación en torno a grupos de palabras relacionados, y compara y contrasta el uso de estos términos y su posible significado en los debates públicos.

A pesar de su clima tropical, existen numerosos icebergs en Myanmar. En septiembre de 2017, Aung San Suu Kyi, líder de la Liga Nacional de Democracia y consejera estatal, responsabilizó a los «terroristas» por una «gran cantidad de desinformación» con respecto a la violencia en el oeste de Myanmar que, según Naciones Unidas, ha forzado a más de 668 000 refugiados rohinyá a trasladarse a Bangladesh. En simultáneo, grupos de derechos humanos informaron que los incidentes denunciados con los grupos paramilitares de Birmania, las fuerzas de seguridad locales y la intervención militar fueron solo la «punta del iceberg».

De esta manera, ¿cómo nos sumergimos en el problema? En esta publicación de WordFrames exploramos las conversaciones mediáticas complicadas e intrincadas en torno a insurgentes y terroristas al referirse a los rohinyá, específicamente al hablar de los miembros del Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán, en Myanmar.

¿Quiénes son los rohinyá y el Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán (ESRA)?

La comunidad rohinyá es una minoría religiosa y étnica en Myanmar. La ONU lo clasificó como el grupo minoritario que sufre mayor persecusión en el mundo y se catalogó a los actos violentos cometidos por las autoridades birmanas en contra de este grupo de «limpieza étnica«.

De acuerdo a Engy Abdelkader, investigador y profesor de la Universidad de Georgetown, este patrón de persecución se remonta a 1948, cuando el país logró su independencia de los colonizadores británicos:

The British ruled Myanmar (then Burma) for over a century, beginning with a series of wars in 1824.

Colonial policies encouraged migrant labor in order to increase rice cultivation and profits. Many Rohingya entered Myanmar as part of these policies in the 17th century. According to census records, between 1871 to 1911, the Muslim population tripled.

The British also promised the Rohingya separate land – a “Muslim National Area” – in exchange for support. During the Second World War, for example, the Rohingya sided with the British while Myanmar’s nationalists supported the Japanese. Following the war, the British rewarded the Rohingya with prestigious government posts. However, they were not given an autonomous state.

After independence (1948), the Rohingya asked for the promised autonomous state, but officials rejected their request. Calling them foreigners, they also denied them citizenship.

These animosities continued to grow. Many in Myanmar saw the Rohingya as having benefited from colonial rule. A nationalist movement and Buddhist religious revival further contributed to the growing hatred.

Los británicos gobernaron Myanmar durante más de un siglo, en un proceso que comenzó con una serie de guerras en 1824.

Las políticas coloniales fomentaron la mano de obra inmigrante para poder aumentar el cultivo de arroz y las ganancias. Muchos rohinyá llegaron a Myanmar en el marco de estas políticas durante el siglo XVII. Según registros de censos, entre 1871 y 1911 la población musulmana se triplicó.

Los británicos también prometieron a los rohinyá su propia tierra, un «area nacional musulmana«, a cambio de su apoyo. Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, los rohinyá se aliaron a los británicos mientras que los nacionalistas birmanos apoyaron a los japoneses. Luego del fin de la guerra, los británicos premiaron a los rohinyá con puestos gubernamentales prestigiosos. No obstante, no se les otorgó un estado autónomo.

Luego de la independencia (1948), los rohinyá solicitaron el estado autónomo que se les había prometido, pero los funcionarios les negaron la solicitud. Además, los nombraron extranjeros y se les negó la ciudadanía.

Estas animosidades fueron en aumento. Muchos en Myanmar consideraron que los rohinyá se beneficiaron gracias al gobierno colonial. Un movimiento nacionalista y el resurgimiento de la religión budista profundizó aún más el odio.

Este es el marco histórico de los conflictos actuales en el estado Rakáin, donde la población rohinyá mayoritariamente musulmana ha sido víctima de persecución. En la zona hubo operaciones militares previas, como Nagamin (1978)Pyi Thaya (1991-1992), y también conflictos recientes en 2012 y 2013 entre los grupos étnicos budistas y musulmanes.

La situación actual, que comenzó en octubre de 2016, marcó el inicio del conflicto en desarrollo con el grupo conocido como el Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán (ESRA), que opera en nombre del estado Rakáin y dice actuar en nombre de los rohinyá de Myanmar. La cobertura del conflicto incluye, por supuesto, menciones a la ESRA.

El informe del International Crisis Group (Grupo internacional de crisis) sobre ESRA, publicado el 15 de diciembre de 2016, denuncia que el grupo estaba liderado por royhinyá que vivían en Arabia Saudita. A pesar de que ESRA o Harakah al-Yaqin («Movimiento de la fe») tiene conexiones con algunos grupos yihadistas, de acuerdo el informe se establece que su objetivo final no es la yihad, sino poner un freno a la persecución de la comunidad rohinyá:

It has called for jihad in some videos, but there are no indications this means terrorism.

Dicen que luchan por la yihad en algunos videos, pero no existen indicios de que esto guarde relación con el terrorismo.

Sin embargo, un vocero de ESRA contradijo esta afirmación en declaraciones al periódico Asia Times en el sentido de que ESRA no tiene conexiones con grupos yihadistas y que su propósito es pelear para que el pueblo rohinyá sea reconocido como un grupo étnico.

El 25 de agosto de 2017, ESRA lanzó un ataque al Ejército de Myanmar, que tuvo como resultado la declaración del grupo como terrorista por parte del Comité Central Antiterrorismo de Myanmar, de acuerdo a la ley contra el terrorismo de ese país.

La declaración alentó a los medios de comunicación oficiales del Gobierno a utilizar el término terrorismo de forma directa al referirse a ESRA, mientras que algunos pocos medios moderados independientes, como el Frontier Myanmar, eligieron describirlos como militantes.

¿Cómo habla el mundo angloparlante de la situación de los rohinyá?

Al cubrir la situación de los rohinyá en las noticias en inglés, el término que parece dominar la cobertura es insurgencia en lugar de terrorismo.

Para comenzar con nuestra exploración, utilizamos la herramienta de análisis de datos Media Cloud (ver recuadro) para buscar los temas que rodean a la familia de palabras que se utiliza para referirse a la comunidad rohinyá en los medios orientados a Estados Unidos entre el 6 de febrero de 2017 al 6 de febrero de 2018. Dada la predominancia de medios estadounidenses en los mercados angloparlantes, elegimos las colecciones orientadas a Estados Unidos como medios para las conversaciones en el extenso mundo angloparlante. **

¿Qué es Media Cloud?

Media Cloud es una plataforma de código abierto desarrollada por el Centro para los Medios Cívicos del MIT y por el Centro Berkman Klein para Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard. Media Cloud se diseñó para recolectar, analizar, entregar y visualizar información mientras se PPresponden preguntas cuantitativas y cualitativas sobre el contenido de los medios en línea.

Mediante el uso del Explorador de MediaCloud, encontramos un par de términos dominantes que aparecieron con frecuencia enlas mismas oraciones junto a la mención de los rohinyá; terroristainsurgente. Media Cloud localizó 6323 historias y textos relacionados en las colecciones estadounidenses con el término «rohinyá», de las que 1443 historias y comentarios relacionados con la raíz insurgent* y 499 historias y comentarios relacionados a la raíz terror* (capturado el 27 de marzo de 2018).

Términos prevalentes en las historias que contienen la palabra «rohinyá» dentro de las colecciones de Estados Unidos desde 2017 a 2018 con las caracterizaciones resaltadas. Fuente: Media Cloud . Haz clic para (ver la imagen más grande.

La predominancia de los términos relacionados con insurgente versus terrorista en el muestreo es mayor a dos a uno:

La frecuencia de historias relacionadas a insurgenteinsurgencia (púrpura) y terror  (verde) en los resultados «rohinyá» durante la búsqueda en el marco temporal. La frecuencia de las historias que hacían mención a «ESRA» (rojo) también se incluyen. Fuente: Media Cloud. Haz clic para para ver la imagen más grande.

Al profundizar el análisis de las historias con la palabra terrorista, el término se utilizó con frecuencia dentro de citas o entre comillas en lugar de en forma directa.

Los términos prevalentes en las historias que contienen «rohinyá» y «terror*» en colecciones de Estados Unidos desde el periodo desde febrero de 2017 a 2018. Fuente: Media Cloud. Haz clic para ver la imagen más grande.

Por ejemplo, en este artículo de CNN, donde se responden cinco preguntas sobre ESRA, la palabra terrorista aparece solamente en una cita de un informe del Gobierno sobre ESRA:

The Rohingya militant group known as ARSA has since proposed a ceasefire to allow aid groups to respond to the humanitarian crisis, which the government has rejected, saying it doesn't «negotiate with terrorists.»

El grupo militante rohinyá conocido como ESRA ha propuesto un cese al fuego para permitir que los grupos de auxilio trabajen para responder a la crisis humanitaria, pero el Gobierno lo rechazó, sostienen que no «negociarán con terroristas».

En este, vemos la palabra terrorista entre comillas:

Atah Ullah insists that al-Yaqeen are not «terrorists», saying they will never attack civilians.

Atah Ullah insiste en que los miembros de al-Yaqeen no son «terroristas», puesto que jamás atacarán a civiles.

Por su parte, esta publicación de AP cita al Gobierno de Myanmar cuando describe a ESRA como «terroristas bengalíes extremistas»:

After the latest attacks, Myanmar’s government has insisted they should only be referred to as “extreme Bengali terrorists.”

Luego de los últimos ataques, el Gobierno birmano insistió en clasificarlos como «terroristas bengalíes extremistas».

Sin embargo, la cobertura en la que se utilizó el término insurgente o insurgencia fue menos sútil:

Los términos prevalentes en las historias que contienen «rohinyá» e «insurgent*» en las colecciones estadounidenses en el marco temporal que va desde febrero de 2017 a 2018. Fuente: Media Cloud. Haz clic para ver la imagen más grande.

Miles de rohinyá escapan la «tierra de nadie» luego de charlas de relocalización
18 de febrero de 2018. Reuters.
Casi 700 000 rohinyá escaparon de Myanmar a Bangladesh luego de que los ataques de los insurgentes el 25 de agosto desataran medidas enérgicas militares que las Naciones Unidas catalogaron como limpieza étnica, con denuncias de incendios intencionales, asesinatos y violaciones.

El Daily Mail se refiere a los hechos del 25 de agosto en todos los artículos relacionados como «ataques de insurgentes«:

Bangladesh le da nombres a Myanmar para dar comienzo a la repatriación de los rohinyá

18 de febrero de 2018. Mail Online.

La violencia surgió luego de que un grupo clandestino insurgente, el Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán, atacara puestos de seguridad en Rakáin a fines de agosto.

En un artículo del Indian Express, ESRA se presenta como un «grupo militante armado«:

Las fuerzas armadas de los militares rohinyá niegan vínculos terroristas

29 de marzo de 2017. The Indian Express.

En octubre del año pasado, hombres armados asesinaron a nueve guardias de frontera en Myanmar, lo que desencadenó una contrainsurgencia salvaje por del Ejército en la zona rohinyá de Rakáin.

Hasta en los artículos exploratorios que hacen mención de «ESRA» se evidencia el dilema de caracterizar al grupo como «terrorista» o «insurgente», con un arrojó un muestreo de Media Cloud a lo largo del periodo, con 99 oraciones que contenían «ESRA» y «terrorista» versus 84 oraciones en las que se utilizó el término «insurgente».

Términos prevalentes en historias que contienen «ESRA» en colecciones estadounidenses en el periodo temporal desde febrero de 2017 a 2018. Nótese la frecuencia similar de «terrorista» en relación con «insurgente». Fuente: Media Cloud

En base a las lecturas de algunos artículos que arrojó Media Cloud, una de las razones por las que se prefiere el término «insurgente» por sobre el término «terrorista» parece reducirse a la respuesta de algunos miembros de la comunidad rohinyá a las acciones de las fuerzas de seguridad birmanas y la milicia local en el contexto más amplio de crisis humanitaria.

Por ejemplo, en un intento consciente o inconsciente de equilibrar la representación de los actores principales en estos hechos, este artículo de septiembre de 2017 del Washington Post que habla sobre la situación en Myanmar describió a la comunidad rohinyá como «aterrorizada por el Ejército birmano, además de los pobladores budistas, que se valen de la excusa de exterminar los insurgentes islamitas» en su presentación.

Casi dos meses después, en otra artículo del Washington Post, el autor habla de actos de violencia cometidos por ERSA contra birmanos y budistas bangladesíes, con las palabras insurgente y militante en el artículo para describir al grupo.

La clasificación del terror

A pesar de que el Gobierno declaró a ESRA como «Grupo terrorista», el grupo le respondió con un comunicado en el que afirma que el Estado birmano es el culpable de ejercer el terrorismo:

COMUNICADO: ESRA declara al «régimen militar birmanos» como «organización terrorista» que causa terror y destrucción a la población étnica rohinyá.

Esto nos llevó a investigar más en profundidad: ¿en qué momento preciso se categoriza un hecho como «terrorista? De acuerdo a la Base de Datos Global de Terrorismo, existen 430 incidentes que guardan relación con la comunidad rohinyá hasta casi finales de 2016.

No obstante, en ninguno de estos hechos se establece al Estado como el victimario, y esto no es inocente. El Libro de códigos de Global Terrorism define a un ataque terrorista como la «amenaza o uso real de fuerzas ilegales y violencias por parte de un actor no estatal en busca de objetivos políticos, económicos, religiosos o sociales a través del miedo, la coerción o la intimidación» [el resaltadp es nuestro]:

3. The perpetrators of the incidents must be sub-national actors. The database does not include acts of state terrorism.

3. Los autores de los incidentes deben ser actores a nivel subnacional. La base de datos no incluye los actos de terrorismo por parte del estado.

La base de datos aborda la superposición de terrorismo y otras formas de delitos y violencia política como la insurgencia. Por ejemplo, estos actos por parte del Ejército del estado Shan del norte en noviembre de 2015 se clasificaron como «insurgencia/acción de guerrilla».

Al tratar de desmenuzar las dificultades al clasificar una insurgencia como tal o como acción de guerrilla, los investigadores Erin Miller, Gary LaFree y Laura Dugan fueron más allá en su libro, donde aíslan el hecho de que los factores de tiempo y estpacio también pueden tener un impacto:

If terroristic violence became really sustained and extensive in an area—if it was no longer fitful or sporadic—the activity was generally no longer called terrorism, but rather war or insurgency.

Si la violencia terrorista se convirtiera en algo sostenido y extendido de verdad en una zona, si ya no fuera un hecho irregular o esporádico, la actividad, por lo general, ya no recibiría el nombre de terrorismo, sino de guerra o insurgencia.

O bien, consideremos esta clasificación: entre los hechos a los que da seguimiento la Base de Datos de Hechos, Lenguaje y Tono asociada al Ejército birmano en los últimos meses. Se puede encontrar 120 marcas de «violencia masiva no convencional» en esa colección.

Global Database of Events, Language, and Tone (GDELT) en el que se visualizan los conflictos iniciados por parte del ejército birmano desde el 6 de abril de 2016 al 2 de mayo de 2018 y que fueron clasificados como de tipo 20 «Uso no convencional de la violencia masiva (20)» (visualización original).

Esta pequeña incursión en la exploración de las historias de noticias angloparlantes relacionadas a la comunidad rohinyá es solo «la punta del iceberg»: existen muchas preguntas sobre la calidad y diversidad de la cobertura mediática que deben ser cuestionados y respondidos.

Tal vez, por el momento, la información presentada es lo suficientemente concluyente para afirmar que, en esta batalla sobre los términos y, en última instancia, en ciertas situaciones de crisis, la lucha sobre el lenguaje representa una lucha más grande sobre los encuadres. En este caso, se trata de la caracterización de los eventos por parte del Gobierno birmano versus la caracterización de ESRA. Y esta lucha, en la que se estima que forzó a 647000 rohinyá a buscar refugio en Bangladesh entre el 25 de agosto de 2017 al 7 de enero de 2018 (Refugiados ONU), también muestra, en cierta medida, dónde falla el lenguaje en última instancia.

Otros artículos sobre el tema de Global Voices:

Connie Moon Sehat colaboró con este artículo. La autora quiere agradecer también a Andrea Brás y a Thant Sin por su ayuda.

**Puede que los medios angloparlantes que se encuentran en Myanmar trabajen con una terminología leventemente distinta: militante (en lugar de insurgente) y terrorista (tal como quedó en evidencia en esta búsqueda de Media Cloud en una de las colecciones de NewsFrames); militante también parece tener un uso mucho más frecuente que terrorista. Debido al objetivo de esta historia, no realizamos un análisis exhaustivo de estos resultados preliminares.

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