La cara oscura del Mundial de Rusia: Acoso en línea a mujeres «demasiado amables» con extranjeros

Aficionados extranjeros se toman selfies con rusas cerca de la Plaza Roja. Captura de un vídeo de CBC News por Runet Echo.

A pesar de las sombrías predicciones, el Mundial de Rusia asombra incluso al más escéptico de los observadores. Los artículos en medios sociales y las columnas en la prensa alaban no solo la magnífica organización del evento, sino su ambiente auténticamente festivo, en el que miles de rusos comunes y corrientes celebran con sus invitados de todo el mundo, desafiando las tensiones geopolíticas.

La fiesta no ha sido estrictamente platónica. En verdad, las malas lenguas comentan lo amistosas que se estarían mostrando algunas rusas con las multitudes de aficionados extranjeros estimuladas por la adrenalina y el alcohol.

Pero el debate sobre este tema en Rusia ha ido mucho más lejos que las simples observaciones o el escándalo generalizado: se ha centrado sobre todo en condenar el comportamiento de algunas rusas, hasta el punto que han aparecido páginas en Vkontakte —la mayor red social del país— cuyo único propósito es insultar y avergonzar a las «Natashas», término peyorativo que se aplica a las rusas que salen con extranjeros.

Hay una página pública en Vkontakte donde algunos suben fotos y videos de chicas divirtiéndose con extranjeros (sí, eso también incluye practicar sexo con ellos) y luego las someten a acoso y hostigamiento público. La misión de la legisladora rusa Pletnyova sigue muy presente. Va a ser un Año Nuevo entretenido y feliz. Nuestra patria nunca decepciona.

El tuit se refiere a un comentario muy controvertido de Tamara Pletnyova, legisladora del Parlamento ruso, en la víspera de la inauguración del Mundial. Pletnyova, que encabeza el comité parlamentario para la infancia, la mujer y la familia, hizo una ignominiosa declaración con la que pretendía disuadir a las rusas de tener relaciones sexuales interraciales con visitantes extranjeros.

Una de las páginas más célebres y populares de Vkontakte, con casi 5000 suscriptores, se llama Buceta Rosa en referencia a un incidente en el que un grupo de aficionados brasileños rodearon a una presentadora de televisión rusa e incitaron a la incauta mujer a que cantara una canción obscena con ellos. Esto causó un enorme escándalo en Brasil, donde muchos comentaristas afirmaron sentirse avergonzados por sus compatriotas, y denunciaron la broma por sexista y racista.

La administración de Vkontakte ya ha reprendido a los propietarios de Buceta Rosa, y los ha obligado a moderar los comentarios, que a menudo son simples agresiones verbales y amenazas a las mujeres que aparecen en fotografías extraídas de medios sociales. No obstante, incluso con un control más estricto de los comentarios, Buceta Rosa sigue en línea y aumentando su número de usuarios, sobre todo después de las denuncias de medios locales.

También han aparecido elementos similares en línea. Pueden verse videos de «justicieros» que acosa e incluso atacan físicamente a rusas que pasean por las calles de Moscú en compañía de extranjeros. BBC Russian ha hablado con algunas víctimas: una relató que vio su selfie con un aficionado brasileño publicado en una página neonazi de Vkontakte, tras lo que comenzó a recibir amenazas de muerte de y violación. Según contó en la entrevista, está tan traumatizada por el incidente que considera recurrir a la ayuda psicológica para aliviar sus efectos.

El debate ya ha llegado al ámbito nacional. Moskovsky Komsomolets, tabloide de la época soviética que sigue siendo uno de los diarios más populares de Rusia, publicó una columna de opinión titulada «La era de las putas: Por qué las rusas son una vergüenza para ellas mismas y para el país».

El autor argumenta que la promiscuidad que se muestra en presencia de miles de visitantes extranjeros simboliza el colapso moral generalizado en Rusia:

Можно сказать, что тут за них стыдно. Но, боюсь, слово «стыд» тут будет выглядеть атавизмом. Это чувство многим российским девицам неведомо в принципе. Говорить о нем — все равно что цитировать исламскому радикалу Нагорную проповедь. У российских девиц, окучивающих иностранцев, понятия стыда, морали, нравственности напрочь вычеркнуты из сознания.

Podemos decir que sentimos vergüenza por ellas. Pero me temo que la palabra «vergüenza» en este caso es irremediablemente anacrónica. El sentimiento es ajeno a muchas jóvenes rusas. Intentar avergonzarlas es como predicar el sermón de la montaña a un radical islámico. Estas jóvenes rusas que juguetean con extranjeros carecen por completo de vergüenza, moral o virtud.

El artículo —en este momento ya lo han leído casi medio millón de personas— causó una enorme indignación en línea y originó una petición en Change.org donde se exigía al diario que retirara la columna y se disculpara. La web feminista Woderzine señaló una tendencia machista más amplia en los medios:

Мы привыкли слышать, что русские женщины — «самые красивые», а их внешность представляет отдельный предмет «национальной гордости». К сожалению, за комплиментарными словами прячется убеждение, что тело россиянки принадлежит не ей, а её стране. Незадачливые женщины просто забыли об этом на время мундиаля и решили, что могут проводить время с иностранцами где и когда пожелают, не отчитываясь перед родиной. Но медиа, даже либеральные, распорядились иначе: «Радио „Свобода“» выпустило документальный фильм о том, как россиянки разыскивают иностранных болельщиков, а «Чемпионат» пошёл «клеить иностранцев с русскими красавицами». Успехи российских мужчин среди иностранок остались незамеченными.

Nos hemos acostumbrado a oír que las mujeres rusas son «las más bellas» y que su apariencia física es un «tesoro público». Desgraciadamente, esos cumplidos disimulan una ideología por la que el cuerpo de las rusas no les pertenece a ellas, sino a su país. Algunas desventuradas olvidaron tener esto en cuenta durante el Mundial, y pensaron que solo a ellas correspondía decidir si pasaban tiempo en compañía de un extranjero, cuando y donde les apeteciera, sin vulnerarsu deber patrio. Pero muchos medios, incluidos varios sitios liberales, tenían sus propios planes. Radio Liberty publicó un documental en línea sobre mujeres rusas que cortejan a aficionados extranjeros, mientras que Championat.ru salió «a la caza de aficionados extranjeros con bellezas rusas». Las aventuras similares de rusos con extranjeras no tuvieron ninguna repercusión mediática.

Zalina Marshenkulova, destacada periodista y feminista, también señaló la discrepancia en el trato que se ha dado a mujeres y a hombres:

No entiendo esa agresión obsesiva contra las chicas que salen con extranjeros. Chicos, a ustedes nadie les impide flirtear con hombres y mujeres extranjeros, ¿verdad? Nadie les llama por eso bichos raros ni nada.

Otros rechazan que se avergüence a las mujeres. Yuri Dud, periodista deportivo, bloguero y presentador del popular programa que lleva su nombre, escribió una columna de opinión en sports.ru, uno de los sitios web de noticias deportivas más antiguos de Rusia, donde es editor. Ahí expresó su disgusto ante el goteo de odio en los comentarios bajo la foto que publicó en Instagram de dos aficionados —una rusa con el traje tradicional y un mexicano con el sombrero típico— tomados de la mano.

El sitio web ruso de Cosmopolitan también escribió una mordaz crítica del artículo de Moskovsky Komsomolets, donde cuestiona el doble rasero en el trato a las mujeres en Rusia:

Но вернемся к сексу: мы уже много раз писали о «двойных стандартах» в нашем обществе. Мужчина, часто меняющий партнерш, — «жеребец», женщина в такой же ситуации — «шлюха». Для мужчин открывают курсы пикаперов, где учат «снимать давалок на один раз», — для женщин открывают секс-тренинги, где учат глубокому минету и объясняют, что анальный секс можно и потерпеть, раз мужчине это нужно (то, что это ему прямо жизненно необходимо, даже не подвергается сомнению). Женщина, ставшая жертвой изнасилования, — шлюха и сама виновата. Мужчина в той же ситуации — практически национальная святыня: после трагической истории с изнасилованием задержанного бутылкой из-под шампанского прошло уже семь лет, но ее до сих пор вспоминают как страшное, нечеловечески жестокое преступление против личности. И это совершенно правильно. Вот только изнасилованным и даже убитым женщинам такого отношения не полагается. Вспомним хотя бы жуткую историю смерти Тани Страховой и реакцию общества на нее.

Pero volvamos al sexo: con frecuencia hemos escrito sobre el doble rasero que aplica nuestra sociedad. Un hombre que tiene muchas parejas sexuales es un «macho», mientras que una mujer en situación similar es una «puta». A menudo se ofrece a los hombres lecciones para que aprendan cosas como «tocar el culo para una relación ocasional», y a las mujeres se les enseña sexo oral y anal, y que el dolor vale la pena mientras a tu hombre le guste (que sea una necesidad básica para él ni siquiera se cuestiona). Una víctima de violación es la única culpable de lo que le ha sucedido, porque es una puta. Un hombre en una situación similar es casi un santo nacional. Han pasado siete años desde la trágica muerte de un hombre que, mientras se encontraba detenido, fue sodomizado con una botella de champán, pero se sigue recordando como un terrible delito contra la humanidad, como debe ser. Sin embargo, las mujeres que son violadas, hasta asesinadas, no se consideran merecedoras de la misma actitud, como prueba la siniestra historia de Tanya Strakhova [joven estrangulada por un exnovio que violó su cadáver y después se suicidó, que despertó las simpatías de miles de internautas rusos que se pusieron firmemente de su parte] y la reacción de la sociedad al hecho.

La euforia del Mundial se disipará en unas semanas, pero perdurarán muchas preguntas difíciles sobre los derechos de la mujer en Rusia.

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