Primer estudio integral sobre abuso infantil en Madagascar muestra alarmante nivel de violencia

Enfants Malgaches par Yves Picq - CC-BY-SA-3.0

Niños de Madagascar por Yves Picq – CC-BY-SA-3.0

Este artículo fue escrito por Andry R. Razafimbahoaka, autor invitado. El artículo fue editado por Global Voices para añadir contexto y aclaraciones.

Desde que suscribió la Convención sobre los Derechos del Niño en 1991, Madagascar ha estado multiplicando sus esfuerzos para implementar políticas que protejan los derechos de los niños. Con ese fin, desde 2004 a la fecha, el Gobierno ha creado más de 750 redes de protección infantil en todo el país. A pesar de los progresos, el maltrato, la violencia, la explotación sexual y el trabajo forzado siguen siendo una trágica realidad que tiene lugar slienciosamente tras puertas cerradas. Según un informe publicado por el Estado de Madagascar y Unicef, uno de cada dos menores afirma haber sufrido violencia en la escuela y nueve de cada diez han sufrido abusos físicos en el seno de su familia.

Un alarmante informe de Unicef

A petición del Gobierno de Madagascar, Unicef realizó un estudio sobre la violencia que sufren los niños en el país. El resultado es más que alarmante:

89% des enfants disent qu’ils ont été violentés physiquement un jour au sein de leur foyer. Et pourtant ils sont 72% à dire qu’ils se sentent en sécurité chez eux.

El 89% de los niños dice que han sufrido abusos físicos en el hogar. Y, sin embargo, el 72% dice sentirse seguros en casa.

En términos generales, el informe subraya que, muy a menudo, esta violencia está arraigada en prácticas habituales, muy difíciles de modificar. El psiquiatra infantil Rajae Sbihi, que participó en el estudio, explica:

La violence est considérée comme une méthode éducative, que ce soit dans le milieu familial ou à l’école

La violencia está considerada como un método educativo, ya sea en el hogar o en la escuela,

Jeunes filles malgaches par Hery Zo Rakotondramana on FlickR - CC BY-SA 2.0

Niñas de Madagascar, de Hery Zo Rakotondramana en FlickR – CC BY-SA 2.0.

Según Sbihi, los niños de comunidades rurales tienen mayor riesgo a sufrir de violencia, y explica que cerca del 20% de los niños malgaches, especialmente en zonas remotas, no son registrados al nacer, lo que aumenta su vulnerabilidad. En realidad, las instituciones públicas suelen ser la única salida para los niños víctimas de violencia, sobre todo si se sufre dentro del ámbito familiar. Esta violencia puede causar heridas graves, traumatismos, trastornos del desarrollo, tanto a nivel físico como emocional, y conductas de riesgo e incluso abandono escolar.

Diferentes tipos de violencia

Además de la violencia física, hay varias situaciones que afectan al desarrollo de infantil. Así, el 40% de los jóvenes malgaches afirman haber trabajado antes de los 18 años. A este respecto, Lauréat Rasolofoniainarison, administrador nacional de proyectos de la oficina de la OIT en Antananarivo, señala que esto perpetúa el ciclo de pobreza:

les parents disent souvent qu’ils les envoient travailler au lieu d’aller à l’école parce qu’ils sont pauvres. En réalité c’est le fait de faire travailler leurs enfants qui les rend pauvres, en perpétuant un cycle dans lequel l’éducation et la possibilité de s’élever socialement n’ont aucune place.

los padres dicen normalmente que los envían a trabajar en lugar de ir a la escuela porque son pobres. En realidad, es el hecho de hacer trabajar a sus hijos lo que los hace pobres, perpetúa un ciclo en el que la educación y la posibilidad de progresar no tienen lugar.

Las niñas son aun más vulnerables a esta violencia. El matrimonio infantil forma parte de la tradición de Madagascar y es un problema para los menores. Más de un tercio de las niñas entre 15 y 19 años ya están casadas o en pareja. Muy pocos adolescentes usan métodos anticonceptivos (menos del 8%), lo que aumenta significativamente el número de embarazos no deseados. Es más, el 30% de los menores de la isla ha tenido un hijo, según una clasificación del World Atlas 2015. Esta cifra puede ascender al 50% en ciertos barrios de la capital. Otra alarmante estadística alarmante es la explotación sexual de niñas con fines comerciales, que está progresando en Madagascar, especialmente en zonas próximas a sitios petroleros y mineros.

Nueva herramienta para luchar mejor contra la violencia

Antes de este informe, las necesidades y derechos del niño eran desconocidos en Madagascar. Este informe se considera una herramienta que permite que los defensores de los niños entiendan mejor, eviten y respondan a situaciones de riesgo. Es también un primer paso a una política nacional más amplia, con el objetivo de reducir la violencia. Otros ven la información como una manera para convencer a la población de cambiar su comportamiento y abandonar prácticas tradicionales, en ocasiones nocivas para los niños. En total, Unicef ha desplegado a 240 trabajadores sociales voluntarios en la isla para apoyo psicosocial, diálogo comunitario y movilización social.

Finalmente, Unicef ha establecido alianzas para desarrollar un código de conducta para todos sus empleados y subcontratistas en Madagascar, en un esfuerzo para poner fin a la explotación sexual de las niñas. Este enfoque práctico debería tener un impacto progresivo su protección en los próximos años.

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