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Censura en Uzbekistán: Cuanto más cambian las cosas, ¿más iguales se quedan?

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Uzbekistán, Arte y cultura, Censura, Medios ciudadanos, Política, GV Advox

Umida Akhmedova. Foto utilizada con permiso.

Todo son cambios en Uzbekistán, o eso es lo que nos dicen. Desde la muerte en 2016 de quien gobernó del país durante casi tres décadas, Islam Karimov [1], esta ex república soviética de 33 millones de habitantes abrió sus puertas y subió las persianas.

Cada vez se entran más turistas a esta república de Asia Central, y el Gobierno también mira hacia el mundo, intentando asegurar inversiones, préstamos y unas mejores relaciones con sus países vecinos que rodean su territorio sin salida al mar.

El sucesor de Karimov, Shavkat Mirziyoyev, ha homenajeado públicamente el legado de su antiguo mentor, aunque también se ha esforzado por distanciarse de algunos elementos más oscuros de su largo y represivo gobierno.

Sin embargo, ¿hasta dónde llegará Uzbekistán en su deseo manifesto de acabar con los trabajos forzados [2]? ¿Hasta cuánto podemos confiar en el compromiso del Gobierno de acabar con la tortura en las cárceles del país [3]? ¿Aceptará alguna vez las críticas de la prensa y a una oposición política limitada?

Una prueba decisiva del potencial de Uzbekistán para alejarse de autoritarismos reforzados es el arte. Con Karimov, cuyo reinado comenzó durante la era soviética, el cine, la fotografía, la música y otras formas de arte sufrían una censura continua, lo que originó un entorno inhóspito para la autoexpresión.

Un ejemplo claro de esta práctica fue la condena a la fotógrafa y directora Umida Akhmedova a seis años de cárcel a principios de 2010, después de que se la acusara de difamación y desacato según los artículos 139 y 140 del Código Penal de Uzbekistán. ¿Su delito? Mostrar imágenes de pobreza que contravenían la narrativa del éxito nacional preconizada por los medios estatales. Fue amnistiada de manera inmediata pero conserva antecedentes delictivos.

La última entrevista [4] que Global Voices realizó a Umida fue en 2015. Volvimos a hablar con ella en junio de 2018, meses después de que recibiera una curiosa invitación sin precendentes a mostrar sus últimos trabajos en una galería privada de Taskent, la capital. También le pidieron que presentara sus obras junto a las de su marido, el director Oleg Karpov.

¿Significa eso que Umida se muestra optimista sobre el futuro del arte en la región más poblada del país? En una palabra: no.

Global Voices: Umida, ¡han pasado muchas cosas desde que hablamos por última vez! ¿Te sorprendió que el año pasado te permitieran realizar por primera vez una exposición en Taskent?

Umida Akhmedova: It was not that we were allowed to, the idea was proposed to us and it was not a surprise. It was immediately clear that this was not an independent decision on the part of the gallery and rather part of the government's games. At the time, Mirziyoyev was planning to go to the United States and authorities were doing a lot of work in terms of improving the country's image. Why did we agree to go along with it? Because I live here! At any rate, the theme of our exhibition was not so «sweet» (from the government's point of view). It was titled «Meek Sky» in contrast to the «Peaceful Sky of Karimov» mentioned in the state's celebrations of his life.

The experience of Soviet dissidents teaches us that it is possible to play with the government — if only for short periods of time of course — when your services are suddenly in demand. You can show your opposition in a passive sense. We decided to play at this old game.

But the name of the exhibition — Meek Sky — plus some of the video footage we used gave the exhibition an anti-Soviet feel. Sure enough, the subsequent reaction of the government was sufficiently «Soviet.» At night someone came and fired shots from an air pistol at the glass panels of the art gallery!

Umida Akhmedova: No es que nos lo permitieran, nos propusieron la idea y no supuso una sorpresa. Estaba claro que no se trataba de una decisión solo de la galería, sino que era más bien parte del juego del Gobierno. En aquel momento, Mirziyoyev planeaba visitar Estados Unidos, y las autoridades hicieron un gran esfuerzo por mejorar la imagen del país. ¿Por qué permitimos seguir el juego? ¡Porque vivo aquí! En cualquier caso, el tema de nuestra exposición no era tan «dulce» (desde el punto de vista de las autoridades). Se titulada «Cielo manso», en contraposición con el «Cielo pacífico de Karimov» mencionado en los homenajes estatales a su vida.

La experencia de los disidentes soviéticos nos enseña que es posible jugar con el gobierno –por supuesto si es durante períodos cortos– cuando tus servicios tienen repentina demanda. Puedes mostrar tu oposición de manera pasiva. Decidimos jugar a este viejo juego.

Pero el nombre de la exposición –Cielo manso–, más algunos videos que utilizamos, le dieron un toque antisoviético. En efecto, la reacción posterior del Gobierno fue suficientemente «soviética». ¡Por la noche alguien vino y disparó con una pistola de aire a los paneles de vidrio de la galería!

GV: ¿Crees que lo sucedido se debió realmente a tu exposición?

The owner of the gallery tried to persuade us that my exhibition wasn't the reason. Before that she had been a victim of dirty tricks, she said. But Oleg and I think that it was because of my exhibition.

La propietaria de la galería intentó convencernos de que el motivo no fue mi exposición. Nos dijo que había sido víctima de trucos sucios. Pero Oleg y yo pensamos que se debía a nuestra exposición.

GV: Parece que han cambiado muchas cosas en Uzbekistán con el presidente Shavkat Mirziyoyev, pero también que muchas siguen igual. ¿Estás de acuerdo?

UA: Some things have changed. It is now possible to take photos in Tashkent metro, for instance. [Editor's note: Under Islam Karimov, photography inside Tashkent's ornate subway stations was banned as the stations were viewed as «strategic objects»]. Also it has become easier in the airport and crossing borders. There is now a visa-free regime between Uzbekistan and our neighbour Tajikistan. Some of the roads [at the border] that Karimov closed have now been re-opened. And of course, a number of political prisoners have been released.
But then again, foreign media still struggle to get accredited and opposition websites are still blocked. Tashkent city is mindlessly destroyed [by over-development]. Just as previously, Uzbeks need to leave the country in search of work. The president calls back Uzbeks from exile, but then they are arrested when they return, despite some of them already being citizens of other countries. This is a worrying signal! Real reforms are not underway, just an appearance of reforms. The political elite has been overhauled, but not necessarily for the better.

UA: Algunas cosas han cambiado. Ahora se puede tomar fotos en el metro de Taskent, por ejemplo. [Nota del editor: Con Islam Karimov estaba prohibido hacer fotos en las adornadas estaciones de metro de Taskent por tratarse estas de «objetivos estratégicos»]. También es más fácil ahora en aeropuertos y pasos fronterizos. Ahora hay un régimen de libre circulación entre Uzbekistán y la vecina Tayikistán. Algunas de las carreteras (de la frontera) que Karimov cerró han vuelto abrir. Y por supuesto, han liberado a un número considerable de prisioneros políticos.

Pero de nuevo, los medios extranjeros siguen luchando por obtener acreditaciones y los sitios web de la oposición siguen bloqueados. La ciudad de Taskent está salvajemente destruida (por exceso de construcciones). Tal como se esperaba, los uzbekos necesitan salir del país para encontrar trabajo. El presidente llama a los uzbekos en el exilio, pero después les arrestan al volver, pese a que algunos alegan ser ciudadanos de otros países. ¡Esta es una señal preocupante! Las reformas reales no están en marcha, solo son reformas aparentes. La élite política ha cambiado, pero no necesariamente para mejor.

Promoción de la exposición de Umida Akhmedova, «Cielo manso». Utilizada con permiso.

GV: Vi recientemente que la televisión estatal de Uzbekistán mostraba imágenes de la pobreza en las regiones del país –precisamente lo que motivó tu condena. ¿Significa que todo será más fácil para los artistas? ¿Cómo han afectado estos cambios políticos al arte? ¿Qué temas siguen sin poder cubrir los artistas?

UA: I definitely don't think things have changed for artists, just because we were able to do one exhibition in a private gallery. The priority is still given to pompous and empty ideological projects, like «Cultural Heritage of Uzbekistan in Meetings Across the World.»

Official propaganda sometimes allows itself to show a less rose-tinted life, but always selectively and usually only with the president's say-so. Things that artists cannot do? Criticise the new authorities, their reforms, or the president. Or cover relations with Russia, which are neo-colonial in nature.

UA: Definitivamente no creo que haya cambiado mucho para los artistas, simplemente porque pudimos realizar una exposición en una galería privada. Se sigue dando prioridad a la pompa y a proyectos vacíos ideológicamente, como por ejemplo «Herencia cultural de Uzbekistán en encuentros por el mundo».

La propaganda oficial se permite a veces mostrar una vida menos rosa, pero siempre selectivamente y con frecuencia con el beneplácito del presidente. ¿Las cosas que no pueden hacer los artistas? Criticar a las nuevas autoridades, sus reformas o al presidente. O informar sobre relaciones con Rusia, que en sí mismas son neocoloniales.

[Nota del editor: la delegación de Uzbekistán en Naciones Unidas dijo [5] recientemente que las reformas del país no se extenderían a los derechos del colectivo LGBT. Las relaciones entre el mismo sexo siguen siendo ilegales en el país. Algunos analistas han destacado que el conservadurismo social está ganando cada vez más y más fuertes apoyos [6] bajo la nueva administración, con evidentes implicaciones para la censura].

GV: Tu marido Oleg es director de cine. ¿Ha notado él algún cambio?

UA: Oleg has made and will continue to make films and it never occurs to him to ask anyone's permission. Another matter is working with the filmmaker's association and holding film festivals. I don't think he has a desire to do this and our perestroika (reforms) haven't so far allowed any space for this. We did do some film screenings in the same gallery where we held the exhibition but ran into problems because the organisers did not want to take any risks. Now we are not doing any screenings there anymore.

UA: Oleg ha realizado y seguirá realizando películas, nunca se le ocurre pedir permiso a nadie. Otra cosa sucede con la asociación de directores y la realización de festivales de cine. No creo que desee hacerlo y nuestra perestroika (reformas) no ha permitido aún ningún espacio. Rodamos algo en la misma galería donde expuse, pero hubo problemas, ya que los organizadores no querían correr ningún riesgo. Ahora ya no grabamos.

Ver también: Umida Akhmedova, mujer y cineasta censurada en Uzbekistán [4]