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Bombardeos en Pakistán antes de elecciones dejan 170 muertos y frustran esperanzas de comicios pacíficos

Categorías: Asia del Sur, Pakistán, Derecho, Derechos humanos, Gobernabilidad, Guerra y conflicto, Historia, Medios ciudadanos, Política, Protesta
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Firma de una papeleta electroral en las elecciones generales de 2013 en Pakistán. Foto: Flickr/Olaf Kellerhoff, CC BY-NC 2.0.

Pakistán se prepara para las elecciones generales del 25 de julio luego de una semana de bombardeos [2] contra mitines políticos en las provincias de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, que han infundido miedo a más violencia y una transición de poder complicada.

Más de 170 personas fallecieron en los ataques, incluidos los destacados candidatos Haroon Bilour y Siraj Raisani. La campaña había sido pacífica hasta el momento. En un solo ataque, el 13 de julio, en un mitín del Partido Baluchistán Awami [3], 129 personas murieron y decenas resultaron heridas. Este fue el ataque más letal en Pakistán desde diciembre de 2014, cuando soldados talibanes asesinaron con disparos a 141 personas en una escuela militar de Peshawar.

La nación de 208 millones de habitantes elegirá 342 cargos de la Asamblea Nacional. La Liga Musulmana de Pakistán, partido conservador, espera obtener la mayoría para un segundo mandato. En 2017, el partido sufrió una conmoción cuando su fundador, y entonces primer ministro, fue sentenciado [4] por comprar departamentos en Londres con fondos malversados ilegalmente de Pakistán, escándalo que reveló la investigación Panama Papers.

La Liga Musulmana también enfrentará intensa competencia del ex jugador de críquet convertido en político Imran Khan, [5] del partido Pakistán Tehreek-i-Insaf (Movimiento por la Justicia de Pakistán).

Los recientes ataques recordaron a las elecciones de 2013, cuando bombarderos suicidas atacaron con frecuencia en mitines políticos. Más de 200 personas [6] murieron, con 64 muertos en el mismo día de las elecciones. Los talibanes pakistaníes, que se adjudicaron la mayoría de los ataques, apuntaban principalmente a partidos seculares, como el Partido del Pueblo Pakistaní, el Partido Nacional Awami y el Movimiento Mohajir Muttahida Quami. Debido a las amenazas de violencia, los tres partidos redujeron sus reuniones de campaña pública y optaron por hacer campaña en redes sociales.

Sin embargo, en las elecciones de 2013, la transición de poder entre el Partido del Pueblo Pakistaní [7] y la Liga Musulmana de Pakistán [8] de Nawaz se llevó a cabo sin inconvenientes. Antes de 2008, ningún gobierno democrático había completado un mandato de cinco años en Pakistán.

La violencia militante también se ha reducido en los últimos años, luego de una ofensiva militar [9] en el noroeste, donde operan grupos como Tehrik-i-Talibán Pakistán [10], Lashkar-e-Islam [11], al-Qaeda [12] y el Estado Islámico de Irak y el Levante-Khorasan [13]. Sin embargo, algunos aún logran atacar con ayuda desde el otro lado de la frontera, en Afganistán.

Línea de tiempo de la violencia antes de los comicios

3 de julio de 2018: en una explosión [14] en la ciudad de Razmak, en la región de Waziristán del Norte, 10 personas fueron gravemente heridas y muchas más sufrieron lesiones de menor gravedad. Estaban participando en la inauguración de la sede de la campaña de Malik Aurangzeb Khan, candidato de Pakistán Tehreek-e-Insaf. [15] Ningún grupo se adjudicó el ataque.

7 de julio de 2018: una explosión en un mitín de campaña del partido de ultraderecha Muttahida Majlis-i-Amal [16](Consejo Unido de Acción) en la ciudad de Takhti Khel, en el noroeste, hirió a siete personas [17], incluido el candidato y líder del partido, Malik Sherein. Los informes iniciales revelaron que los explosivos habían sido colocados en una motocicleta que explotó cerca del convoy.

10 de julio de 2018: un bombardero suicida mató al líder del Partido Nacional Awami [18] (ANP), Barrister Haroon Bilour, y a 19 personas más en una pequeña reunión pública en la ciudad de Peshawar. Bilour era hijo de Bashir Ahmed Bilour, importante figura del ANP que fue asesinado en un ataque suicida en 2012 [19] en un mitín. Los talibanes paquistaníes se adjudicaron el estallido suicida [20].

El jefe del Ejército pakistaní, general Qamar Javed Bajwa [21], condenó el asesinato de Haroon Bilour:

El jefe del Ejército envía sus condolencias a la familia Bilour y al ANP por el censurable ataque a Haroon Bilour y las víctimas de este terrible acto de terrorismo. «Estamos luchando contra un centro de fuerzas perjudiciales que no están dispuestas a aceptar un Pakistán pacífico y estable. No nos dejaremos disuadir, y las venceremos». Jefe del Ejército.

El ANP, que gobernó la provincia de Khyber Pakhtunkhwa de 2008 a 2013, ha sido un continuo objetivo de grupos militantes que operan en el noroeste. Decenas de simpatizantes del ANP y líderes partidarios, fueron asesinados en las elecciones de 2013 [23].

13 de julio de 2018: una explosión en un mitín en la ciudad de Bannu, en el noroeste, mató por lo menos a cuatro personas [24] e hirió a 32. El mitín había sido organizado por el ex ministro jefe provincial Akram Khan Durrani, quien se postula a un cargo en las próximas elecciones del país. Durrani no resultó herido en el estallido.

13 de julio de 2018: en el pueblo de Dringarh, en el sudoeste, a unos 35 km al sur de Quetta, la capital de la provincia de Baluchistán, se efectuó un ataque suicida en un mitín del Partido Baluchistán Awami [3] (BAP) que mató al menos a 129 personas e hirió a decenas [25]. El Estado Islámico (ISIS) se adjudicó [25] el atentado, sin proporcionar evidencias.

Entre los muertos se encuentra Siraj Raisani,  [26]quien se postulaba para la asamblea provincial de Baluchistán y era considerado el corazón de la política de la provincia.

El bombardeo fue el ataque más letal en Pakistán desde que militantes talibanes del país incursionaron en una escuela militar en Peshawar en diciembre de 2014 [27] y mataron a 141 personas, de las cuales 132 eran niños.

16 de julio de 2018: el líder del Partido Nacional Awami, Daud Khan Achakzai, casi falleció [28] cuando hombres armados le dispararon en una hostería en Chaman, provincia de Baluchistán. Recibió dos disparos en el brazo derecho. Los atacantes huyeron de la escena del crimen y dejaron al líder herido.

En las redes sociales, las personas reflexionaron sobre los motivos del ataque:

La violencia volvió a Pakistán apenas comenzó la campaña por las elecciones. Algunos dicen que es un intento de sabotear el proceso electoral. ¿Qué pueden ganar los terroristas con posponer la elecciones en Pakistán?

Umair Javed [35] escribe en un editorial de opinión en The Dawn:

Intimidation tactics and violence, often in connivance with local state officials, are frequently deployed at the community level to prevent or force a recalibration of voting blocs and changes in electoral outcomes.

What makes this trend particularly salient in 2018 is the heightened sense of competition that will likely take place due to the consolidation of opposing powerful candidates in two (PML-N [The Muslim League] vs PTI [Pakistan Tehreek-i-Insaf — Movement for Justice], or PML-N vs independent), rather than three or four camps. In marginal seats, each and every voting bloc is important, and violence has long been documented as a powerful way to either break up or collectivize a vote bank.

Las tácticas de intimidación y la violencia, a menudo en combinación con funcionarios estatales locales, con frecuencia se emplean a nivel de la comunidad para evitar o forzar una recalibración de bloques de votos y cambios en los resultados electorales.

Lo que hace que esta tendencia sea especialmente notoria en 2018 es la sensación de intensa competencia que seguramente ocurrirá debido a la consolidación de candidatos poderosos en oposición en dos bandos, en lugar de en tres o cuatro (PML-N [la Liga Musulmana] contra PTI [Pakistán Tehreek-i-Insaf – Movimiento por la Justicia], o PML-N contra independientes). En los cargos marginales, cada bloque de votos es importante, y la violencia siempre ha sido una forma efectiva de dividir o colectivizar una base electoral.

Para proteger las mesas de votación, el Ejército de Pakistán desplegará unos 371.000 soldados [36] el día de las elecciones, casi el triple que en 2013. ¿Será suficiente para evitar más violencia electoral?