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Líbano redobla interrogatorios de activistas en línea

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Líbano, Censura, Derecho, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, GV Advox

Manifestación realizada el 24 de julio contra los arresto por utilizar medios sociales en Líbano. Fotografía de Hasan Shaaban, usada con permiso.

Las organizaciones de seguridad libanesas aumentaron los interrogatorios y la censura de activistas y periodistas en línea por publicaciones en los medios sociales, lo que instigó la reanudación del debate sobre las limitaciones de la libertad de expresión en el país.

En el transcurso de las últimas semanas, las organizaciones de seguridad libanesas interrogaron por lo menos a 10 activistas, el Departamento de Ciberdelitos de las Fuerzas de Seguridad Interna interrogó a ocho, por publicaciones realizadas en Facebook y Twitter. Esto se debe comparar con las 18 personas que el departamento citó en seis años, entre 2010-2016, según la investigación [1] realizada por Social Media Exchange, ONG local que trabaja en política de internet.

Aunque la ley libanesa contiene protecciones que protegen la libertad de expresión y la libertad de prensa, insultar al presidente, al Ejército libanés, la religión o la bandera puede conllevar a una condena en prisión de un máximo de tres años y fuertes multas. Los políticos y los representantes de grandes empresas utilizan cada vez más las leyes de calumnia y difamación oral o escrita para cuestionar y enjuiciar a los activistas y para reprimir la expresión crítica en línea.

En la mayoría de los casos, los temas que se abordaron en las publicaciones ofensivas fueron solicitudes para realizar activismo en línea, bromas o comentarios sarcásticos sobre figuras religiosas y presunta crítica hacia el presidente y otros políticos.

Tres casos recientes que amenazan a la libertad de expresión en el país

Imad Bazzi

El 17 de julio, el Departamento citó al activista y bloguero Imad Bazzi para un interrogatorio, debido a una publicación en la que instó a realizar activismo en línea en contra del controversial complejo vacacional Lancaster Eden Bay. El proyecto de desarrollo costero ha sido objeto de fuerte crítica por la sospechosa forma legal de su construcción y su inauguración subsecuente, en un terreno que la ley libanesa designó como propiedad pública.

Recibí una llamada telefónica del Departamento de Ciberdelitos, me citaron para una investigación este viernes por una publicación de Facebook acerca de ¡Eden Bay!, complejo vacacional ilegal construido sobre una propiedad pública. Bienvenido a Líbano, la tierra de la libertad de expresión. :)

Tras posponer inicialmente el interrogatorio por una cirugía, volvieron a citar [4] a Bazzi, que se presentó el 27 de julio a su interrogatorio. Dijo a la cadena de noticias local LBCI que se rehusó a firmar una promesa de no volver a criticar a Eden Bay

El General de División Albert Khoury, director del Departamento de Ciberdelitos, informó a LBCI que citaron a Bazzi por una queja presentada por los representantes del complejo vacacional, que afirmaron que causó daño indirecto a su reputación. Bazzi sugirió a sus seguidores publicar comentarios negativos del complejo en línea, algo que Ayman Muhana, director de SKeyes, describió como activismo legítimo en línea.

Mohammad Awwad

Seguridad General detuvo e interrogó al periodista Mohammad Awwad el 20 de julio por publicaciones en Facebook que fueron denunciadas [5] como críticas de políticos y líderes religiosos.

The Daily Star señaló que Awwad dijo que los funcionarios incluían al presidente Michel Aoun, al director del Consejo Superior Shiíta, al gran muftí sunita y al patriarca maronita. Awwad afirmó que no mencionó a ninguno de esos funcionarios en sus publicaciones recientes, también dijo que no le informaron cuales fueron exactamente las publicaciones por las cuales lo interrogaron, ni quién presentó la queja en su contra.

“Los sitios web de los medios sociales son las únicas plataformas de libertad disponibles para nosotros. Si les molesta, entonces que desconecten internet en todo el país», dijo.

Khaled Aboushy

Inteligencia del Ejército libanés interrogó al usuario de Facebook Khaled Aboushy el 24 de julio por una imagen [6] que publicó, en la cual aparece el presidente Aoun y sus dos yernos Gebran Bassil y Chamel Roukoz –ambos destacados políticos– junto al difunto presidente sirio Hafez al-Assad y sus dos hijos, Bassel y Bashar al-Assadm, actual presidente sirio. Aboushy añadió el texto «¿Cuál es la diferencia?» a la publicación.

Aboushy dijo [7] a SKeyes que lo golpearon en el momento de su arresto y lo retuvieron durante dos días, y que solo lo liberaron tras firmar una promesa de no criticar a Aoun o Bassil de nuevo.

Las promesas que los interrogadores del Departamento de Ciberdelitos a menudo intentan hacer firmar a los activistas son ampliamente criticadas por carecer de bases legales.

Nueva organización, leyes antiguas

El Departamento de Ciberdelitos de las Fuerzas de Seguridad Interna es el medio por el cual se lleva a cabo la mayoría de esos interrogatorios.

El Departamento de Ciberdelitos fue creado en 2006 para fortalecer las habilidades de seguridad en línea del Estado libanés en la era digital, y provocó controversia por su aparente aplicación arbitraria de leyes antiguas, que datan desde la creación del Código Penal en 1943.

A muchos activistas los interrogan tomando como base los artículos 473 y 474 de este texto legal, que afirman que cualquiera que «menosprecie» el nombre de Dios o la religión puede ser encarcelado entre un mes y varios años.

En un informe de marzo de 2016 [8] que realizó el Centro por la Libertad Cultural y de los Medios de la Fundación Samir Kassir (SKeyes), ONG libanesa dedicada a la libertad de expresión, se afirmó que la conducta del departamento a menudo equivale a la censura de la libertad de expresión.

Con respecto a cómo el departamento utiliza el Código Penal para contrarrestar el discurso en línea, el informe advierte:

The law is being applied online, where the audience of defamatory speech has been multiplied by literal millions and any post, comment or even ‘share’ online can be deemed defamatory if the complainant is powerful enough and alerts the ISF

[…]

While Lebanon does not have explicit, stand-alone anti-cybercrime or anti-terrorism laws, the anti-defamation articles fulfill a similar purpose of both directly targeting activists and dissidents and, by using these cases to set an example, intimidating online journalists, bloggers and Internet users from speaking about certain subjects, thus paving the way for self-censorship and the chilling of speech.

La ley se aplica en línea, donde la audiencia de discurso difamatorio se multiplicó literalmente por millones y cualquier publicación, comentario, o incluso «compartir» en línea se puede considerar difamatorio si el denunciante es lo suficientemente influyente y alerta a las fuerzas de seguridad interna.

[…]

A pesar de que Líbano no tiene leyes explícitas contra el ciberdelito ni el terrorismo, los artículos contra la difamación cumplen un propósito similar, pues ambos se dirigen a activistas y opositores y, al emplear esos casos para establecer un ejemplo, intimidan a los periodistas, blogueros y usuarios de internet en línea para que no hablen sobre alguos temas, por lo que propician la autocensura y disuaden el discurso.

SKeyes estima que, durante los últimos dos años, se triplicó la cantidad de arrestos de activistas y periodistas, de 10 por año a 30.

Los grupos que velan por los derechos afirman que el papel censor del departamento ha sido particularmente evidente en las últimas semanas, con una oleada de activistas detenidos, y obligan a eliminar publicaciones y firmar promesas para abstenerse de volver a publicar contenido «calumnioso» y, en un caso, prohibieron realizar cualquier declaración en línea por un mes.

Jad Shahrour, del Centro para la Defensa de las Libertades de los Medios en Beirut, dijo [9] a Al Jazeera que las medidas represivas sobre la libertad de expresión aumentaron desde que el gobierno de Aoun asumió el poder a finales de 2016 y que el 60 % de los activistas interrogados por las autoridades fueron citados tras las denuncias realizadas por el presidente Aoun y el partido Movimiento Patriótico Libre [10], el bloque mayoritario en el Parlamento.

Charbel Khoury, activista y comediante en línea, fue detenido brevemente el 20 de julio por una broma que realizó sobre los milagros médicos de San Charbel, figura religiosa que muchos veneran en Líbano.

Liberaron al activista tras firmar una promesa de no hablar sobre religión en sus publicaciones y desactivar su cuenta de Facebook por un mes. The Daily Star [5] informó que la denuncia contra Khoury fue presentada por la organización religiosa Centro de Medios Católicos.

En un caso relacionado, Joy Slim, periodista que trabaja para Al-Akhbar, diario local en árabe fue interrogada, por el departamento por una broma que hizo sobre la publicacón de Khoury. En una columna para el periódico libanés Al Akhbar, escribió [11] sobre lo que describrió como una experiencia «distópica» a manos de las autoridades:

لم يكن ينقص التحقيق معي في مكتب مكافحة جرائم المعلوماتية إلا كاهناً ومذبحاً. أخذ الضباط في قوى الأمن الداخلي الذين حققوا معي على عاتقهم محاولة إعادتي إلى طريق الخلاص المسيحي. من أول الأسئلة التي طُرحت عليّ في التحقيق الذي استمرّ خمس ساعات، هو إذا كنت «معمدّة» (حاصلة على رتبة العماد)، إذ يبدو برأيهم أن أحداً لا يكتب نكتةً في موضوع ديني، إلا إذا كانت تسكنه «أرواحٌ شريرة».

Solo faltó un padre y un altar en mi interrogatorio en el Departamento de Ciberdelitos. Los funcionarios de las fuerzas de seguridad interna que me interrogaron se tomaron la molestia e intentaron llevarme de vuelta al camino de la salvación cristiana. Durante el interrogatorio, que duró cinco horas, entre las primeras preguntas que hicieron estaban si me habían «bautizado», pues según ellos, nadie escribe una broma sobre la religión salvo que esté poseído por el «demonio».

Indignación pública

El 24 de julio, citaron a dos activistas el mismo día que se llevó a cabo una protesta pública con cientos de personas en el centro de Beirut, contra el aumento de las medidas represivas sobre el discurso en línea, bajo el lema «En contra de la represión».

“Me criaron en una familia donde hablábamos sobre cómo todos los escritores árabes a los que reprimían vendrían a Beirut a pedir asilo», dijo Mariam Majdoline, una de las organizadoras, según una cita en The Daily Star.

“No pueden criarnos con una mentalidad de libertad para después intentar oprimirnos”.