Cuestionan postura favorable a las minorías del Gobierno de Pakistán al revocarse nombramiento de economista ahmadí

Economista Dr. Atif R. Mian, profesor de la Universidad de Princeton, miembro de la secta musulmana ahmadí. Captura de pantalla de una entrevista en vídeo vía YouTube

El recién elegido gobierno pakistaní del Tehreek-i-Insaf (PTI) pidió al economista pakistaní-estadounidense doctor Atif R. Mian que renunciara del recién creado Consejo Asesor Económico. Esta polémica decisión se tomó el 7 de septiembre, pocos días después del nombramiento de Mian como miembro del Consejo y bajo la creciente presión de los partidos religiosos de derecha, que se oponían al nombramiento por motivos religiosos.

El doctor Atif Mian, catedrático de la Universidad de Princeton, pertenece a la secta ahmadí, declarada no musulmana por la segunda enmienda a la Constitución de Pakistán en 1974. Una ordenanza promulgada en 1984 por el gobierno del general Zia ul Haq impuso nuevas prohibiciones a los musulmanes ahmadíes, como la de castigar la práctica pública del islam y el uso de símbolos y títulos islámicos.

Tras el nombramiento de Mian, se desató una campaña de desprestigio en las redes sociales contra él y el Gobierno. Tehreek-i-Labbaik Pakistan (TLP) y Maulana Fazal ur Rehman, de Jamiat Ulema-e-Islam (Fazl), amenazaron con protestas en todo el país, y se envió al Parlamento una notificación firmada por varios miembros de la Asamblea Nacional de Pakistán.

El Consejo Asesor Económico está presidido por el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, y el doctor Mian fue uno de los 18 miembros de renombre nacional e internacional nombrados para el Consejo. Fawad Chaudhry, ministro federal de Información y portavoz del Gobierno, defendió inicialmente la decisión del Gobierno, recordó a los críticos que «se trata de un consejo económico, no de un consejo de ideología islámica». El ministro Chaudhry también declaró que «Pakistán pertenece a las minorías y a la mayoría». Estas declaraciones fueron recibidas con optimismo, un rayo de esperanza para el «Naya Pakistán» (Nuevo Pakistán), que resultó ser efímero.

En el portal de noticias indio The Print, el columnista Gul Bukhari señaló:

On Pakistani social media, the attack came from two fronts. The first attack came from the religious bigots who jump onto bandwagons to flay Ahmedis all the time and cannot see them in any office of public importance or authority. This class seeks vengeful persecution of Ahmedis.

The second category is what I would call ‘fake bigots’, who are merely seeking to score a political point against Imran’s Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) for its putrid campaign in the election. This lot wants to drive home the hypocrisy of the government, but its invective is pouring out as apparent religious hatred.

En las redes sociales pakistaníes, el ataque vino de dos frentes. El primero procedió de los fanáticos religiosos que aparecen para despellejar a los ahmedíes todo el tiempo y no pueden verlos en ningún cargo de importancia pública o autoridad. Esta clase busca la persecución vengativa de los ahmedíes.

La segunda categoría es la que yo llamaría «falsos fanáticos», que solo pretenden ganar un punto político contra el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) de Imran por su putrefacta campaña electoral. Este grupo quiere demostrar la hipocresía del Gobierno, pero sus invectivas se vierten en forma de aparente odio religioso.

El día en que se revocó el nombramiento del doctor Mian, el senador Faisal Javed Khan confirmó la medida en Twitter:

Se ha pedido a Atif Mian que abandone el Consejo Asesor, a lo que ha accedido. Más adelante se anunciará su sustituto.

Por el bien de Pakistán

Dando marcha atrás en sus declaraciones anteriores, el ministro de Información, Fawad Chaudhry, señaló que la decisión se había tomado para evitar la división del país:

El Gobierno quiere avanzar junto a los estudiosos y todos los grupos sociales, y es inapropiado que una sola candidatura cree una impresión contraria.

El ministro agregó:

Khatm-i-Nabuwwat [La creencia en la finalidad de la profecía forma parte de nuestra fe y el logro del Gobierno en el asunto de los chistes blasfemos refleja la misma conexión.

El doctor Atif Mian tuiteó sus razones para acceder a la petición:

1/ Por el bien de la estabilidad del Gobierno de Pakistán, he renunciado al Consejo Económico Consultivo, ya que el Gobierno enfrentaba muchas presiones adversas en relación con mi nombramiento por parte de los mulás (clérigos musulmanes) y sus partidarios.

Reacciones

Muchos condenaron la revocación del nombramiento por parte del Gobierno y han expresado su apoyo al doctor Mian.

El bloguero Sehar Tariq, de Islamabad, tuiteó:

Dibujé un retrato de Atif Mian para recordarme que mucho después de que los fanáticos y todos hayamos perecido; personas brillantes como Atif Mian seguirán viviendo a través de su erudición y sus ideas. Los intolerantes y los fanáticos ni siquiera serán notas a pie de página. El poder esté con Mian.

La periodista feminista Sabahat Zakariya, desde Lahore, expresó su decepción con el sistema:

 

Otros dos miembros del Consejo -el economista Imran Rasul, que vive en Londres, y el codirector de la unidad Evidence for Policy Design de la Universidad de Harvard, Asim Ijaz Khwaja- renunciaron al Consejo en solidaridad con su colega, por principios morales y religiosos:

 

La destitución del doctor Mian también inició un nuevo debate en Pakistán sobre los derechos de las minorías. Los jóvenes pakistaníes que votaron al PTI pensando que era un partido liberal y favorable a las minorías expresaron su decepción. La creativa publicitaria Bismah Mehmood expresó su satisfacción por el hecho de que los seguidores del PTI -conocidos por su comportamiento descarado y sus troleos en Twitter- tuvieran al menos una visión matizada de la situación:

https://twitter.com/bissmahmehmud/status/1038013653935710208

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