Película sobre luchadora por la libertad montenegrina busca mantener vivos valores antifascistas

Captura de pantalla de la película «La lucha de Mare Bogdanova».

La primera vez que le contamos a la hija de Mare Lakovic que queríamos que su difunta madre fuera la protagonista de un documental para conmemorar los 70 años del antifascismo y la emancipación femenina en Montenegro, reaccionó con asombro. «Esto tiene que ser un engaño», nos dijo a mí y a Dragan Koprivica, coautor del proyecto.

Sin embargo, Vidosava Laković, ahora de 80 años, aceptó la idea después. Cinco meses más tarde del primer llamado telefónico, y en gran parte gracias a los recuerdos que nos contó, ahora decenas de miles de montenegrinos conocen la historia de su madre luego de que la cadena nacional balcánica transmitiera el documental el 12 de julio 2018.

Mare Lakovic nació en 1910 en la ciudad montenegrina de Cetinje y vivió una vida normal durante tiempos extraordinarios. Tenía poco más de 30 años y era madre de cuatro niños cuando quedó viuda, después de que las fuerzas nazis invadieron el país, conocido entonces como el reino de Yugoslavia. A su marido Bogdan, partisano comunista, lo mataron en acción durante la batalla de Pljevlja, en diciembre de 1941. Mare no solo vivió la derrota del fascismo en 1945, sino que también fue participante activa de la lucha partisana clandestina.

En la turbulencia que siguió la separación dramática de la nación comunista con la Unión Soviética en 1948, casi fue recluida en una prisión política en una isla árida en el Adriático. La salvaron sus incansables esfuerzos por la causa partidista durante la guerra y su red de aliados balcánicos, dado que intervinieron personas poderosas de lo más alto de la jerarquía yugoslava. Vivió para ver el colapso de Yugoslavia, casi cinco décadas después de que las mujeres en el país ganaran el derecho a voto, pero murió 10 años antes de que su Montenegro ganara su independencia en 2006.

Lakovic no era una completa desconocida antes de que hiciéramos nuestra película. La encontramos dentro de una multitud de personajes presentados en una crónica apasionante llamada «Eagle's Rock: cien años de la vida de una familia montenegrina» escrita por el famoso presentador y editor Nebojša Bato Tomašević. Tomašević sobrevivió al desastre aéreo de Munich en 1958 donde murieron 23 personas, incluidos miembros del equipo de fútbol británico Manchester United, y falleció en 2017, a los 87 años. Pero «Eagle's Rock» se mantiene como un testamento permanente para roles heroicos representados por mujeres balcánicas comunes y corrientes, como su mentora Lakovic, en tiempos de adversidad inimaginable, y ayudó a inspirar la película que llamamos «La lucha de Mare Bogdanova» (publicada en línea con subtítulos en inglés).

Con la investigación y difusión de la historia de la lucha de una persona común corriente, quisimos recordar a las generaciones más jóvenes cómo se ganaron los derechos que ahora gozamos, y mostrar que cada libertad y derecho tiene su propio campo de batalla, donde se hicieron grandes sacrificios. El título refleja la costumbre de los balcánicos de llamar a la mujer por el nombre del esposo, algo común en su época. Dentro de su comunidad, Mare Laković era conocida como Mare Bogdanova, que significa Mare de Bogdan.

Una lucha contra el fascismo y el patriarcado

Mare Bogdanova (1910-1996)

La Mare Laković que emerge de la obra de Bato Tomašević es un fuerte ejemplo a seguir que le entrega al autor su primera conexión real con el movimiento partisano en Cetinje, que estuvo ocupado por los nazis desde 1941 a 1944. Fue Mare quien asignó a Tomašević muchas labores tempranas en el movimiento, quien lo envió a observar ejecuciones públicas de luchadores capturados de la resistencia antifascista. Informar sobre el comportamiento de los sentenciados a muerte era importante para el movimiento, para determinar si es que se quebraban bajo la tortura. Mare lo envió a llevar comida a los prisioneros, para compartir noticias de la radio y mantenerla informada sobre todo lo que viera en sus viajes a la ciudad.

La lucha partisana impulsó a mujeres como Mare, que era analfabeta en aquel entonces, a posiciones de liderazgo discretas. Probó que podían ser indispensables no solo dentro del hogar, sino también para sus comunidades y el país, y llevó a un cambio gradual en los valores a lo largo de Yugoslavia.

Pero si las mujeres como Mare formaron el trasfondo de la resistencia antifascista, el movimiento también necesitaba a sus pioneros.

A diferencia de Mare, Bosa Vuković, integrante de la Liga de la Juventud Comunista y del Frente Antifascista de Mujeres, estuvo cargada de literatura política desde muy joven. Vuković era una oponente más franca del conservadurismo patriarcal que la mayoría de mujeres de la época. Luego de su participación en el movimiento antifascista, se convirtió en la editora de una revista llamada «Nuestras Mujeres», que se volvió vital para la educación y emancipación de mujeres en Montenegro. El movimiento de mujeres en Montenegro es otro punto de nuestra película.

No dejes que los recuerdos desaparezcan, rechaza el revisionismo histórico

Una de nuestras principales motivaciones para preservar los recuerdos de esta era de constante lucha fue el hecho de que muchas personas que conocían a Mare y su esposo Bogdan son ahora de edad avanzada. Afortunadamente, pudimos hablar con estos recursos vitales de memoria humana, que nos ayudaron a construir una imagen de una vida de la que hay poca documentación en los archivos estatales.

La Radio y Televisión de Montenegro (RTCG), emisora pública del país, nos ayudó a construir el contexto histórico de la obra con mucho material de la era de Lovcen, estudio cinematográfico estatal de la era comunista de Montenegro. El hecho de que la emisora pública transmitiera la película muestra que la lucha antifascista aún resuena con la sociedad. Después de todo, el día que se celebra la categoría de estado de Montenegro, el 13 de julio, conmemora el alzamiento antifascista en esa fecha en 1941.

Pero a pesar de evadir algo del populismo de derecha visto en otros países balcánicos, Montenegro no es inmune a las tendencias conservadoras que fluyen por Europa y el mundo como un todo que vuela ante los principios del movimiento antifascista. El énfasis que los conservadores ponen en los valores familiares y religiosos amenaza limitar los derechos individuales y deshacer gran parte del progreso forjado en circunstancias extremas por Mare y otros. El aborto y una posible ley sobre parejas del mismo sexo son dos objetivos claves para estos grupos, pero no hay garantías de que se detendrán ahí. La distancia entre varios grupos sociales en la sociedad está creciendo a un nivel preocupante, y los vulnerables están en riesgo de quedar a la deriva.

Aquí es donde interviene la educación. Quienes crean políticas educacionales deben conocer estas tendencias y deben prestar más atención a la educación cívica en las escuelas. No es suficiente simplemente criticar a jóvenes por no saber ni mostrar interés en los acontecimientos que vivieron sus bisabuelos. Es responsabilidad de los profesores mostrarles que los valores del antifascismo no son solo parte de la historia, y que la historia se estudia no para glorificar el pasado, sino para proteger el futuro.

La película La lucha de Mare Bogdanova fue producida con el apoyo de la Unión Europea con el Centro de Transición Democrática sin fines de lucro y en cooperación con Media Solution. La producción está disponible en línea con subtítulos en inglés.

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