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En Irán, aplicaciones de mensajería con aprobación estatal son el nuevo sello distintivo de la nacionalización de internet

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Logo de Telegram Talaee, cliente de Telegram asociado con el Gobierno iraní.

Este artículo es de Mahsa Alimardani para ARTICLE19. Lee en Endureciendo la red: Internet en tiempos de crisis monetaria [1] el informe completo de este análisis.

El rápido auge de Telegram, el servicio de mensajería móvil más popular en Irán, parece haber llegado a un momento de inflexión en el país.

Tras años de cautelosa observación y manipulación de las características de Telegram para su propio beneficio, las autoridades iraníes están poniendo voluntad política y dinero detrás de la elaboración de servicios «nacionales» de mensajería y medios sociales. Y desde que el Poder Judicial iraní censuró Telegram [2] a fines de abril de 2018, una serie de reformas de políticas han cambiado drásticamente los controles en línea en Irán.

Lejos de su (autopromocionada) imagen como progresista, las nuevas técnicas de censura del Gobierno iraní son «permeables» antes que gratuitas. Mientras rechaza públicamente la censura de Telegram en la retórica, los líderes del Gobierno han promocionado silenciosamente servicios «nacionales» de mensajería, y para los iraníes es cada vez más necesario usar canales de comunicación bajo el control de las autoridades.

El Gobierno iraní ha buscado agresivamente elaborar mensajerías nacionales en los últimos cuatro años, inquietantemente a través de fondos del gobierno de Rouhani (en medio de crisis económica), que llevó a la elaboración de servicios autorizados por el Gobierno como Soroush, Bisphone y Telegram Talaee. Estas y otras aplicaciones existen desde hace años, y los iraníes les tienen desconfianza y las evitan.

Pero en meses recientes, los funcionarios han dado medidas más proactivas y hasta agresivas en un esfuerzo de promocionar servicios nacionales.

Telegram en Irán

Telegram fue creada originalmente como una plataforma para mensajería instantánea segura (a pesar de fallos en la seguridad del servicio), y se convirtió [3] en una importante fuente de noticias para los iraníes después de la presentación de canales públicos en septiembre de 2015. Esto fue especialmente significativo en Irán, donde los sitios web de noticias locales y muchos medios extranjeros bloqueados pueden transmitir contenido libremente a usuarios de internet que se subscriben a sus canales públicos.

Telegram es una de las pocas redes sociales occidentales que no está bloqueada en Irán. Facebook y Twitter, por ejemplo, están bloqueadas desde 2009.

A comienzos de 2017, el Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación lanzó incentivos para programadores de software para que crearan servicios de mensajería que compitieran con Telegram. Se dieron subvenciones de aproximadamente USD 260 000 por cada millón de usuarios [4] que lograra una plataforma, en tanto la plataforma cumpliera con las regulaciones de Irán para servicios de mensajería.

Incentivos para crear buenas plataformas de mensajería, para competir con populares plataformas extranjeras que se considera no cooperan con las políticas de datos locales, se pusieron a toda marcha en 2017. El Estado empezó a subsidiar la conectividad para estas aplicaciones a fines de 2017, y los precios de las aplicaciones nacionales se volvieron más asequibles para los iraníes antes que plataformas extranjeras (ver página 9 de marzo de 2018, Endureciendo la red [5]). ARTICLE 19 ha criticado constantemente este proceso como una violación a las normas internacionales de neutralidad en la red.

Además de censurar Telegram en abril de 2018 (aunque se puede acceder con herramientas de elusión) el Gobierno amenazó a los usuarios de Telegram que se negaron a usar una alternativa nacional. En julio de 2018, las autoridades citaron a varios administradores de canales de comida en Telegram [6] y los amenazaron con multarlos por usar redes virtuales privadas para acceder a Telegram. Las autoridades amenazaron con procesarlos si no trasladaban sus canales a una alternativa nacional, como Soroush. El Consejo Supremo del Ciberespacio ya había obligado a los administradores de canales a registrar sus canales [6] en un sitio web gubernamental. Creen que la información que brindaron como parte del proceso de registro se usó para atacarlos y amenazarlos.

Estas medidas han elevado los costos técnicos y políticos de usar Telegram, y han dejado a los iraníes más proclives a usar alternativas nacionales.

Plataformas nacionales de mensajería de Irán

La más infame de las plataformas gubernamentales es Soroush. Esta aplicación de mensajería y medio social es propiedad de la Radiodifusión Iraní de la República Islámica (IRIB), y la han promovido el Líder Suprema, el ayatolá Khamenei, y el ministro de Tecnologías de la Información y la Comunicación, Mohammad Javad Azari Jahromi, por su protección a la privacidad del usuario [7], a pesar de que hay mucha evidencia de lo contrario.

Soroush es propiedad de la Radiodifusión Iraní de la República Islámica (IRIB). Si las plataformas siguen las políticas impuestas por la Corte Especial Clerical (ver apéndice del informe Endureciendo la red de septiembre de 2017 [8]), la encriptación estaría prohibida y las autoridadades podrían acceder a todos los datos de la plataforma. Las evaluaciones iniciales a Soroush mostraron características preocupantes, como capacidad de mostrar detalles personales de los administradores de canales, como teléfono y detalles de su pertenencia a otros canales. En abril de 2018, un programador de aplicaciones móviles publicó en Twitter cómo accedería abiertamente [9] a datos de usuario del ministro de Tecnologías de la Información y la Comunicación Jahromi, que incluía su teléfono.

Los iraníes solamente pueden registrar sus cuentas de Soroush a sus tarjetas SIM iraníes (los usuarios con tarjetas SIM registrados fuera de Irán están bloqueados y no pueden usar la plataforma). En 2015, la Autoridad Regulatoria de Comunicaciones fijó la norma [10] de que todas las tarjetas SIM en Irán deben estar registradas con una identificación nacional y dirección domiciliaria, con lo que es imposible el anonimato para cualquier actividad que requiera registro con tarjeta SIM. A lo largo de mayo de 2018, muchos usuarios iraníes informaron [11] que sus fotos de registro e identificación estaban registradas con marcas de hora de actividad en Soroush, a pesar de que nunca se habían registrado.

Otros servicios cuestionables son Wispi y Bisphone. Bisphone no ha sido muy comunicativa con respecto a su conexión con las autoridades. Sin embargo, la investigación muestra que sus datos se guardan [12] en la Empresa de Telecomunicaciones de Irán, conocida por ser propiedad en parte de la Guardia Revolucionaria de Irán. Fars News [13] medio gubernamental semioficial, informó que el Gobierno “posiblemente” ha invertido 21 millones de dólares en la elaboración de Wispi para mover los servidores de la empresa a Irán, pesa a que Wispi pertenece a SG Atlantic Limited, empresa con sede en Hong Kong [14].

Cuadro de nuestro informe Endureciendo la Red (p11) que evalúa las diferentes aplicaciones de mensajería de Irán por cantidad de usuarios, afiliaciones y consecuencias para la libertad de internet. Las mensajerías locales no llegan a los niveles de usuarios de sus competidores extranjeros, pese a los esfuerzos del Gobierno.

Otro enfoque aprobado por las autoridades han sido Telegram Talaee y Hotgram, elaboradas con tecnología de Telegram. Aunque ambos servicios son propiedad de la empresa iraní Rahkar Sarzamin Hooshmand, hay indicios de intervención del Gobierno es su funcionamiento. Fuente del Miniserio de Inteligencia han confirmado que está detrás de las plataformas, mientras el Miniserio de Tecnologías de la Información y la Comunicación ha intentado distanciarse de las plataformas.

Estas opciones únicas orecen una suerte de «cliente» a Telegram, que depende de la interfaz de programación de aplicaciones (API) abierta de la empresa. Por ejemplo, una persona que usa Hotgram puede comunicarse con usuarios de Telegram y ver gran parte del contenido disponible en canales de Telegram. Pero Hotgram también funciona como filtro. La empresa puede elegir bloquear el acceso de los usuarios a algún contenido — y hay evidencia de que ocurre.

Radio Farda, servicio de noticias financiado por el Gobierno de Estados Unidos, tiene un canal activo en Telegram. Pero el canal no es accesible en Telegram Talaee y Hotgram. Esto va de acuerdo con los controles gubernamentales iraníes sobre Radio Farda, cuyo sitio web ha estado bloqueado mucho tiempo en Irán. Más detalles en la página 14 de nuestro informe [15].

Por lo general, las plataformas nacionales no tienen protocolos de privacidad rígidos para proteger a los usuarios, lo que deja a los iraníes a merced de recopilación de datos e iniciativas de protección del Gobierno. Los peligros de los procesos de recopilación de datos de estas aplicaciones pueden ser muy reales. Hay precedentes del uso de datos de comunicación de los ciudadanos por parte de las autoridades iraníes para oprimir o perseguir a los usuarios. Los ejemplos van desde recopilación de información sobre si los usuarios tienen aplicaciones ilegales en su teléfono (como se ve con la aplicación Snapp) [16] a cuando lsa autoridades de inteligencia usaron tecnología de rastreo móvil para ubicar y arrestar a Isa Saharkhiz, periodista que informó [17] de las protestas tras las elecciones de 2009.

Estos peligros plantean la pregunta de cómo Telegram –empresa privada constituida en el Reino Unido– maneja el uso y posible mal uso de su tecnología por parte de empresas externas como Telegram Talaee y Hotgram. En tanto Telegram deje abierta su Interfaz de programación de aplicaciones (API) [18], empresas como esta podrán elaborar clientes externos que se conecten con la API de Telegram, pero filtrar y hasta vigilar la actividad de los usuarios.

Pavel Durov, fundador y presidente ejecutivo de Telegram, ha señalado que «no hay manera de garantizar que las aplicaciones de terceros sean seguras», aunque Telegram ha promovido la elaboración de esos clientes, sobre todo en Rusia e Irán, donde su plataforma principal está bloqueada. Aunque la empresa no puede impedir la elaboración de esos clientes sin cerrar del todo su API, puede usar políticas y retórica para alentar a los programadores de clientes a cumplir con las normas internacionales de derechos humanos. Esto debe ocurrir aún.

En suma, aunque los recientes cambios no están dejando del todo fuera de internet a los iraníes, están creando nuevas amenazas a la libertad de expresión y la privacidad. Bajo la teoría contemporánea de censura, que trata de reconciliar patrones existentes con sistemas de comunicaciones autoritarios o “controlados”, Irán mantiene un modelo de “censura permeable [19]”, con un giro de inventiva. Con la elaboración de plataformas como Wispi y un aumento en los usuarios de aplicaciones de cliente de Telegram, parece que este enfoque «permeable» presenta nuevas amenazas a las libertades en línea en Irán.