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“Las voces del pueblo” prevalecen: Crisis ministerial de Sri Lanka se resuelve con votación parlamentaria

Categorías: Asia del Sur, Sri Lanka, Derechos humanos, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Protesta, Relaciones internacionales, Últimas noticias
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Parlamento de Sri Lanka. Imagen de Flickr del usuarios Kolitha de Silva. CC BY 2.0.

El 26 de octubre, el presidente esrilanqués Maithripala Sirisena [2] destituyó a Ranil Wickremesinghe [3] de su cargo de primer ministro y lo reemplazó con el expresidente Mahinda Rajapaksa. Eso desencadenó una crisis polítical [4] que tiene a muchos analizando la legitimidad constitucional [5] de designar un nuevo primer ministro sin tener consenso. El presidente también suspendió al Parlamento por tres semanas y disolvió el gabinete ministerial [6].

No hay disposición en la Constitución que establezca que el presidente puede destituir al primer ministro a su voluntad.
Sanjit Dias

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Cita de «De constituciones, gabinetes y golpes”.

El 30 y 31 de octubre, en respuesta a la cuestionable legitimidad de la destitución de Wickremesinghe y la suspensión temporal del Parlamento, miles de personas tomaron las calles de Colombo [14] para exigir que se convocara al Parlamento para resolver la crisis política en curso.

Manifestación masiva en Colombo para exigir al presidente Sirisena que convoque al Parlamento. «El pueblo ha hablado. Convoque al Parlamento. Restablezca la democracia ya», dice Ranil Wickremesinghe.

¡Gracias! Decenas de miles de personas llenan la entrada de Temple Trees. Estuvieron en orden, no bebieron ni se treparon a los postes de luz. Salieron para exigir el se convoque al Parlamento de Sri Lanka y retire al falso primer ministro. Enorme éxito. Maithripala Sirisena, no pisotees la democracia.

Actualizaciones en vivo de la protesta popular en la plaza Liberty que exige que se restablezca el Parlamento.

En una conferencia de prensa, el presidente del Parlamento, Karu Jayasuriya instó al presidente [27] de dejar que Wickremesinghe probara su apoyo mayoritario en el Parlamento, y advirtió de un baño de sangre si la situación continúa.

Diplomáticos de Naciones Unidas, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Alemania se reunieron con el presidente del Parlamento hoy e instaron a convocar al Parlamento y garantizar que la democracia está protegida.

La presión de las protestas para convocar al Parlamento rindió frutos pues Sirisena programó una votación parlamentaria para el 7 de noviembre para decidir quién es el primer ministro [31].

Coalición disfuncional

Los acontecimientos de fines de octubre y comienzos de noviembre han despertado temores entre algunos esrilanqueses de un regreso al periodo de la presidencia Mahinda Rajapaska, cuando la abundaba la violencia sectaria, la represión estatal y la censura estatal. Un grupo de estudiantes emitió una declaración [32] publicada en GroundViews:

The resort to violence and coercion is a chilling reminder of what dictatorship looks like. The coup is being followed by a return to the norms of self-censorship, violence, and fear that were characteristic of Rajapaksa-era politics. State media institutions were stormed in the night and security for the Prime Minister and Ministers  arbitrarily withdrawn. Moreover, many private media stations are already becoming vehicles for misinforming the public and spreading disinformation.

Recorrer a la violencia y la coerción es un terrible recordatorio de cómo es la dictadura. Al golpe le sigue el regreso a las normas de autocensura, violencia y temor que eran característicos de la política de la era de Rajapaksa. Las instituciones de medios estatales fueron tomadas por asalto en la noche, y retitraron arbitrariamente la seguridad al primer ministro y sus ministros. Además, muchas cadenas privadas ya están volviéndose vehículos de información equivocada al público y de difundir desinformación.

Sirisena dijo a los reporteros que destituyó a Wickremesinghe después de descubrir que este último estaba involucrado en un plan para asesinarlo. Pero se cree que la situación se deriva de la actual lucha de poder entre Sirisena, Wickremesinghe y Rajapaksa.

En enero de 2015, el entonces presidente Mahinda Rajapaksa convocó a elecciones presidenciales en un intento por consolidar su poder y buscar un tercer mandato. Sirisena, que fue ministro en el gobierno de Rajapaksa, abandonó el Partido Libertad de Sri Lanka (SLFP) de Rajapaksa y fue nominado como candidato del Partido Nacional Unido liderado por Wickremesinghe, para disputar la presidencia. Sorprendentemente, Sirisena resultó ganador con el 51.28 % de los votos contra el 47.28 % de Rajapaksa y asumió como el nuevo presidente de Sri Lanka.

Después de la elección, Rajapaksa cedió el liderazgo del partido SLFP a Sirisena de acuerdo con las normas del partido, que establece que todo miembro que se convierte en presidente es automáticamente líder del partido. Durante las elecciones parlamentarias de agosto de 2015, las facciones de Siresena y Rajapaksa unieron sus fuerzas para disputar las elecciones bajo la bandera de la Alianza de Libertad del Pueblo Unido (UPFA). Sin embargo, la coalición encabezada por Wickremesinghe logró 106 escaños de 225, y UFPA obtuvo 95—la facción a favor de Rajapaksa obtuvo 55 [33], y 40 de la facción a favor de Sirisena.

Después de las elecciones parlamentarias, Sirisena designó a Wickremesinghe como primer ministro y creó una Gobierno Nacional después de suscribir un memorándum de entendimiento para abordar asuntos no resueltos tras el final de 30 años de conflicto étnico [34]. Desde entonces, la facción liderada por Rajapaksa ha sido el partido de oposición de facto.

Sin embargo, en los dos últimos años, Rajapaksa ha ganado terreno significativo [35], y su partido arrasó en las elecciones locales en febrero de 2018. En abril de 2018, Wickremesinghe sobrevivió una moción de no confianza [36] en el Parlamento presentada por partidarios de Rajapaksa, acción dirigida a debilitar la ya inestable coalición gobernante.

La creciente popularidad del partido de Rajapaksa y las tensiones existentes entre Sirisena y Wickremesinghe por la inclinación de este último [37] hacia India como socio geopolítico en vez de China, puede ser una de las muchas razones de Sirisena para designar a Rajapaksa como primer ministro.

«La voz del pueblo se ha dejado escuchar…». Wickremesinghe afirmó optimísticamente en Twitter [38] el 1 de noviembre después de saberse que el Parlamento se reuniría [31] una semana después. «La democracia prevalecerá».