Conversación con Nicky Nodjoumi sobre el poder y la política de su arte

Nicky Nodjoumi working at his studio in Brooklyn New York. Photo Credit: Curtesy of the artist.

Nicky Nodjoumi trabajando en su estudio en Brooklyn, Nueva York. Fotografía: Cortesía de Nicky Nodjoumi.

De la Homa Gallery en Teherán al Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, el arte de Nicky Nodjoumi se ha exhibido alrededor del mundo. Nodjoumi trabajó y vivió en su Irán natal antes de la Revolución de 1979, y también durante ese periodo. Ahora vive en Brooklyn, y ha desarrollado un fuerte interés en la relación entre arte y política. Cultivó este interés en secreto cuando era estudiante en el City College de Nueva York, allá por la década de 1970, hasta que una nueva generación de artistas «cambió la escena artística de Nueva York y terminó con el dominio de la élite».  Desde ese momento, los dueños de las galerías que habían ignorado su trabajo empezaron a abrirle sus puertas.

En conjunto, el arte de Nodjoumi es una poderosa, interpretativa, multifacética, y ocasionalmente satírica exploración de temas relacionados con el poder y la política. A lo largo de las décadas, el trabajo de Nodjoumi se ha mantenido atrevido y curioso, y no declarativo.

Omid Memarian (OM): La política actual es figura principal en tu trabajo. A nivel mental, ¿cómo es el proceso, y cómo representas cuestiones políticas sin centrarte en un incidente o personaje específico?

Nicky Nodjoumi (NN): Empiezo con una foto de un periódico o revista. Hubo un tiempo en que los artistas pondrían delante un modelo y dibujarían un sujeto, pero los tiempos han cambiado. Por ejemplo, si quiero pintar el retrato del señor Trump no puedo usarlo a él como modelo, pero hay un montón de fotos que puedo utilizar para llegar al tema elegido. Suelo intentar cambiar la forma del cuerpo para que solo haya un parecido superficial con la realidad. No todo el mundo reconocerá quién es la persona porque yo quiero que todos puedan establecer una conexión cuando la vean.

The Leaders (Los Líderes), tinta sobre papel, 85”x126” (2'15 x 3'20 m) 2016. Cortesía de Nicky Nodjoumi.

OM: Durante los últimos 10 años te has centrado en el tema del poder, especialmente en tu más reciente colección, «Field Work and Two Faces» [Trabajo de campo y dos caras]. ¿Qué influencia tiene esto en tu trabajo?

NN: El poder se basa en las relaciones entre personas. Hay todo tipo de poderes; el Estado es el centro primario de poder, y luego está la familia. El poder no está escondido, pero muchos no le prestan atención. La elección del poder como uno de los temas centrales de mi trabajo nació del deseo de bajarlo al suelo y burlarme de él. Es importante tratarlo ligeramente, y no seriamente. En todo trabajo, el poder se representa desde un ángulo diferente, pero cuando los miras en conjunto, ves el humor.

Here is Aleppo (Aquí está Aleppo), tinta sobre papel, 215 x 320 cm, 2017. Cortesía de  Nicky Nodjoumi.

OM: Estudiaste en Bellas Artes en el City College en Nueva York, en la década de 1970. Desde entonces, las escuelas de arte se han multiplicado alrededor del país. ¿Cómo han cambiado?

NN: Cuando fui a la universidad en 1972, terminé en año y medio. Quería terminar y volver a Irán lo más rápidamente posible. Era un momento en que el color field y el minimalismo eran populares. Mi problema con la escuela y mis profesores era que no podían responder mis preguntas sobre el nexo entre el arte y la política.

Estuve comprometido con organizaciones de estudiantes y actividades políticas. Para mí, era importante entender la relación entre el arte y la política antes de aprender a pintar. Lo que vi fuera de la escuela no fue útil. La mayoría era abstracto, cosa que también hice en la escuela, y en la que obtuve buenos resultados, pero también buscaba temas que me gustaban. Por supuesto, esos trabajos no los compartí con nadie.

OM: ¿Por qué no?

NN: Porque no los habrían entendido. La dictadura del arte abstracto se derrumbó en Europa y Nueva York en la década de 1980 y, de repente, un grupo de jóvenes artistas inundaron las galerías del East Village con trabajos basados en las salvajes y crudas realidades de su entorno. Empezaron a aparecer pequeñas tiendas en las calles y la gente podía fácilmente entrar y mirar las obras. Todo esto cambió la escena artística de Nueva York, y terminón con el dominio de la élite. De repente, todo era posible.

OM: Tu visión política está influenciada por Irán, donde te criaste, y Estados Unidos, donde vives ahora. Estos países operan en contextos políticos muy diferentes. ¿Qué impacto han tenido en tu trabajo esta gran distancia y tu identidad dual?

NN: A veces se mezclan. Los juegos de poder en las estructuras estatales parecen iguales en ambos países, por lo menos es mi visión. Puedo presentar el clima político aquí de la misma forma que en Irán. Solo tengo que cambiar las figuras. Tenía mujeres con velo y mulás en mi trabajo durante los tiempos del shah [rey] iraní [1941-1979] porque eran parte de la clase oprimida. Ese ya no es el caso, por lo que ya no los uso. Hoy, tenemos que mirarlos de forma distinta.

Searching for New Experiment (Buscando un nuevo experimento), de Nicky Nodjoumi. Óleo sobre lienzo. Pintado entre 2010 y 2013.

OM: A pesar de las limitaciones de la libertad de expresión, hay una enérgica escena artística en Irán que refleja los actuales problemas políticos y culturales. ¿Cómo era esta escena cuando vivías allí?

NN: Las cosas han cambiado mucho; no había nada de eso cuando estudiábamos en Irán. Hay mucho movimiento en la escena artística iraní a pesar de las difíciles condiciones en que operan los artistas de Irán. Del mismo modo en que se han multiplicado los estilos aquí, el arte ha progresado mucho en Irán. Vemos todo tipo de trabajo. Hay un montón de caligrafía y miniaturas, que era raro en tiempos del shah.

Los acontecimientos políticos también han dejado su marca en los artistas. Sigo a algunos artistas y a veces me sorprende lo mucho que su trabajo se parece al mío, aunque yo ya no vivo allí y no les enseño mi trabajo muy a menudo. Pero este camino está ahora abierto. Hay muchos artistas que crean muchas obras de calidad, independientes y originales.

The Oaths of Infidels (Los juramentos de los infieles) 2017. Óleo sobre lienzo. Cortesía de Nicky Nodjoumi.

OM: ¿Cuál es la diferencia entre trabajar como artista en un lugar como Estados Unidos, donde no se pone límites a la libertad de expresión, y un lugar como Irán, donde muchas cosas están prohibidas?

NN: Son muy diferentes. Saul Steinberg fue un gran caricaturista estadounidense que vino de Europa. Dijo eso tan famoso de que el fascismo dio a luz al surrealismo italiano. No sé qué tan cierto sea pero, durante un tiempo de crisis, los artistas encuentran caminos alternativos. Puede no ser el camino exacto que buscan, pero se las arreglan para ser creativos a pesar de la tiranía.

Quizá te preguntes si yo hubiese encontrado un camino diferente de haberme quedado en Irán. Sin duda. Puedes ver ahora que los jóvenes artistas iraníes pueden encontrar maneras de expresarse.

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