Proyecto en Nepal documenta y difunde testimonios de los diez años del conflicto armado

Ram Ratan Chaudhary de Banke guardó parte de una madera para hacer un arado. El 14 de febrero de 2001, los maoístas lo golpearon con este pedazo de madera, que le produjo discapacidad. Foto de Bikkil Sthapit. Usada con permiso.

La Guerra Civil Nepalesa, conocida popularmente como el conflicto maoísta, fue un sangriento conflicto armado que duró diez años entre el Partido Comunista de Nepal (maoísta) y el Gobierno de Nepal, en el cual hubo desapariciones forzadas, violación, tortura, muerte y desplazamiento de miles de ciudadanos nepaleses.

Para asegurarse de no olvidar a las víctimas de esta violencia, un proyecto multimedia en línea llamado Memoria, Verdad y Justicia está documentando, archivando y difundiendo historias personales de los sobrevivientes y de las familias de las víctimas que se perdieron en el conflicto.

Conmemoración y dignidad

La misión del proyecto Memoria, Verdad y Justicia es «preservar y dignificar sus memorias, recordar los testimonios de los sobrevivientes y de las familias de las víctimas, y difundirlas con la comunidad en general con el objetivo de educar y recordar».

Para realizarlo, el proyecto difunde testimonios en video, audio e imagen, en todo el país, para homenajear la memoria de los sobrevivientes, las víctimas y las familias afectadas.

Para Hemraj Tharu y muchos otros del distrito de Bardiya en el medio oeste de Nepal,  el levantamiento maoísta en Nepal fue una situación perjudicial para todos. Tharu fue interrogado y torturado por el Ejército Nepalí por sospechas de ayuda a los maoístas. Fue golpeado despiadadamente por los maoístas que lo dejaron para que muriera. Afortunadamente, sobrevivió a este sufrimiento, pero perdió una mano.

Palsang, una de las tantas víctimas de tortura, todavía le teme a la sal, a la plancha eléctrica, y a los cables de electricidad, objetos que usaban para torturarla.

Otro testimonio cuenta la historia de Krishna Ghising quien quiso ir a Corea del Sur en busca de mejor futuro. Luego de visitar su aldea en el distrito de Dolkha para que le hicieran el pasaporte, tomó un colectivo hacia la capital, Katmandú. Durante el viaje, una explosión arrasó con el colectivo, lo que le provocó una lesión en la médula espinal y lo dejó en silla de ruedas.

Ratna Kumari Mali guardó cuidadosamente la Biblia que su hijo usaba para predicar. Foto de Bikkil Sthapit. Usada con permiso.

Otros testimonios cuentan las historias de quienes fueron olvidados, como Ratna Kumar Mali, del distrito de Lalitpur en el valle de Katmandú. Ella guardó con cuidado la Biblia que su hijo Baburaja usaba para recitar, con la esperanza que un día regresara a pedírsela.

Ramkali Devi Tharu guardó la hoz que su esposo, el gurú Prasad Kathariya, usaba en el arrozal. Sharmila Chaudhary, del distrito Dang, todavía deja un poco de comida en un plato de acero y en un tazón todos los días antes de comer; todavía espera que su hijo Jagi Ram Chaudhary, que desapareció hace 16 años, regrese y se una a ella.

Al observar paquetes de galletas y fideos, Sapana Suwarnakar, del distrito Gurkha en el oeste de la región, cree que hay letras ocultas de su hermano, quien enviaba cartas escondidas en los paquetes desde la Cárcel Central en la zona de Sundhara, Katmandú.

Surjan Tharu de Bardiya guardó cuidadosamente una faruwa, una azada de hierro, que ella y su hijo usaban para trabajar en el bosque. Cuando desapareció,era el lider de la comunidad cercana al bosque. Foto de Bikkil Sthapit. Usada con permiso.

Estas son solo algunas de las muchas historias relacionadas con los asesinatos en masa, desapariciones forzadas, violencia sexual y tortura en la Guerra Civil Nepalesa, en la que murieron 17 886 personas, desaparecieron 1530, y desfiguró y 8191 quedaron discapacitadas.

Screenshot from the Archive "Memory, Truth & Justice"

Captura de pantalla del archivo «Memoria, Verdad y Justicia».

A principio de octubre de 2018, el proyecto exhibió historias audiovisuales y recuerdos de los sobrevivientes y de las familias de las víctimas en Katmandú:

Estos escolares nacieron cuando el conflicto de Nepal acababa de terminar. Nunca supe del conflicto armado y tantas pérdidas de vidas y propiedades. Los rebeldes y el Estado estuvieron equivocados, fueron crueles, dijeron.
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Más de mil estudiantes de escuelas comunitarias visitaron la exhibición. Dejaron comentarios, todos estaban horrorizados, se sintieron ‘tristes por las víctimas y sus familias, pero también felices por quienes sobrevivieron a la guerra’.

La habitación de una muchacha que fue violada y asesinada por las fuerzas armadas emocionó a muchos visitantes:

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The room of the one who was taken. I couldn't stop my tears when I enteted this room. It was recreated by the artist to show how the armed forces forcefully took young women from their houses, raped them and then killed them. As you enter the room, you would hear the knock on the door and a shrill voice of the woman, "ko ho, ko ho?" (Who's there?) Then you'd hear her cries. You'd shiver as you see the scene, the book rack turned upside down, the trunk thoroughly scoured by the forces, the mattress and the bedsheet pulled down from the bed, a lamp flickering on a small cutout on the wall, a transistor (read radio) belching out ominous sound, belongings of the owner scattered here and there in the room, and a dreadful red light blinking from the closed window! A room of horror, it helps you visualize how the rural people survived the atrocities of the armed forces and Maoists during the People's War (1996 – 2006). If you've time, make sure to visit the exhibit 'Memory, Truth & Justice' at Nepal Art Council. Using audio, video, art and photography, the project has recorded the horrendous memories of survivors and families of victims. Wait for more stories of torture, pain, agony and anguish. ———————————— #memorytruth&justice #peopleswar #exhibition #stories #abduction #rape #killings #armedforcesatrocities #maoistatrocities #horror #warmemories #artproject #EverydayNepal #nepalartcouncil #instablogger #picoftheday #instapic #instalike #instaart #instaartist #history #chronicle #survivorstories #warstories #instastories #instahistory

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Habitación de una muchacha a la que se llevaron. No pude contener las lágrimas cuando entré. Fue recreada por un artista para mostrar cómo las fuerzas armadas se llevaban a las muchachas de su casa, las violaban y luego las mataban. Al entrar a la habitación, escuchas el golpe en la puerta y la aguda voz femenina: «ko ho, ko ho?» (¿quién está ahí?). Luego, escuchas los gritos. Sientes escalofríos al ver la escena, la repisa en de cabeza, un baúl rebuscado por los agentes, el colchón y las sábanas fuera de la cama, una lámpara parpadea en un interruptor en la pared, un radio a transistores emite un sonido ominoso, pertenencias desperdigadas en la habitación, y una terrible luz roja que tintinea por la ventana cerrada. Una habitación de horror, ayuda a visualizar cómo las personas de zonas rurales sobrevivieron las atrocidades de las fuerzas armadas y los maoístas durante la guerra (1996 – 2006). Si tienes tiempo, visita la muestra ‘Memoria, Verdad y Justicia’ en el Consejo de Arte de Nepal. Con audio, video, arte y fotos, el proyecto ha registrado los terribles recuerdos de los sobrevivientes y las familias de las víctimas. Espera más historias de tortura, dolor, agonía y angustia.

La parte del audio de la exhibición cuenta historias de dolor que enmudeció a todos: historias de Ram Narayan Tharu de Banke, cuya esposa fue violada para salvarle la vida; Pushpa Shrestha. del distrito de Dhading, violada en grupo por los soldados cuando era una niña; Khushiram Chaudhary de Dang, al oeste de Nepal, torturada por el ejército; Mahesh Chaudhary de Dang, arrestada por el ejército por ofrecer comida a los maoístas; Ruku Chaulagain, del distrito Kavrepalanchok, que protestó por la violencia sexual mientras estaba en la cárcel y muchos más.

En una entrevista por correo electrónico con Bikkil Sthapit, el creador del proyecto, dijo:

The idea about exhibiting the stories of People's War survivors [was conceptualized] with a simple thought of recording individual testimonials to create a rich personal history of the armed conflict, and to share these accounts using multimedia for the historical record, education, and advocacy. An accurate account must be created and the real cost of this period of conflict for victims, survivors, and the society must not be forgotten.

Memory, Truth, and Justice, simply took off with an urge to start documenting these stories as the people fighting in search of truth and justice were gradually dying and fading away.

La idea de dar a conocer las historias de los sobrevivientes de la guerra (fue conceptualizada) con la idea simple de grabar testimonios individuales para crear una historia personal valiosa sobre el conflicto armado, y contar estas cuentas con multimedia para los archivos históricos, la educación y la defensa. Se debe crear un relato preciso y no se debe olvidar el costo real de este período de conflicto para las víctimas, sobrevivientes y para la sociedad.

Memoria, Verdad y Justicia surge simplemente por la urgencia de empezar a documentar estas historias, ya que las personas que luchan por la búsqueda de la verdad y la justicia mueren poco a poco y desaparecen.

Contó una anécdota interesante del trabajo de campo:

I remember interviewing Moti Maya Paudel, mother of Purna Paudel, which ended with half an hour of crying after she said she saw her son's face on me. Coming back from the field, I saw myself on the mirror and figured that I do look somewhat close to her son with similar beard and face-cut.

Most of the time we would encounter heart-breaking moments and realizations like these. Among around 120 families, there are rarely any houses where we didn't cry. It’s an emotionally challenging field work to carry.

Recuerdo haber entrevistado a Moti Maya Paudel, madre de Purna Paudel, que terminó llorando media hora luego de ver el rostro de su hijo en mí. Al volver del campo, me miré en el espejo y descubrí algunos rasgos parecidos a los de su hijo como la barba y la forma del rostro.

La mayor parte del tiempo nos encontrábamos con momentos desgarradores y descubrimientos como estos. Eran 120 familias y no había casa donde no lloráramos. Es un trabajo emocionalmente desafiante de realizar.

Lamentablemente, Hemraj, a quien le habían amputado un brazo y era uno de los narradores del proyecto, falleció dos días antes de que comenzara la exhibición.

Hemraj Tharu, uno de los narradores de Memoria, Verdad y Justicia, sobreviviente a la tortura que quedó discapacitado por los golpes de los maoístas en la Guerra Popular, falleció hace dos noches. Que Hemraj descanse en paz. Esperamos que estés en un lugar mejor.

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