El policía y la corista, o cómo la más reciente herramienta de represión de China ataca al rico y poderoso

La actriz Fan Bing-Bing y el jefe de Interpol, Meng Hongwei, son dos ciudadanos chinos destacados y poderosos arrestados de acuerdo con liuzhi, la nueva ley de detención que «consolida los poderes de lucha contra la corrupción de varias agencias gubernamentales». Fotografía de Fan Bing-Bing por Georges Biard vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0). Fotografía de Meng Hongwei por Diarmud Greene/Web Summit (CC BY 2.0).

Por Karen Kao

«El policía y la corista» suena como al título de una novela policíaca dura o una comedia disparatada con bastantes disfraces con plumas. No obstante, esta historia se trata de Meng Hongwei, el superpolicía, y Fan Bingbing, la estrella – las víctimas más famosas, hasta la fecha, de la más reciente forma de represión de China: liuzhi.

Liuzhi

Human Rights Watch define el término liuzhi (留置) como «retenido bajo arresto». Es el nuevo procedimiento para arrestar a los sospechosos de corrupción. La Comisión Nacional de Supervisión de China puede mantener detenidos a estos sospechosos hasta un máximo de seis meses. La comisión debe grabar en video los interrogatorios. No obstante, el detenido no tiene derecho a ver el video ni a un abogado. Los investigadores deben notificar a la familia en un plazo de 24 horas, salvo que esto obstruyera la investigación. No existe supervisión independiente.

Liuzhi es la herramienta más reciente del presidente chino, Xi Jinping, para combatir la corrupción. Consolida la facultad de lucha contra la corrupción de varias agencias gubernamentales. De acuerdo con Xinhua, el portavoz del Estado, liuzhi:

add to people’s confidence and trust in the party, and consolidate the foundation of the party’s rule.

incentivará la seguridad y la confianza del pueblo en el partido, y consolidará la base del régimen del partido.

La corista

Fan Bingbing es la actriz más famosa de China. Es la estrella de múltiples producciones chinas y una de las pocas que ha triunfado en Hollywood. La audiencia occidental la conoce como el personaje Blink, en X-Men: días del futuro pasado. O como el rostro para las marcas Guerlain, Montblanc y los diamantes De Beers. Fan tiene 62 millones de seguidores en Weibo, el Twitter de China.

En mayo de 2018, un expresentador de televisión la acusó de evasión fiscal. Fan negó las acusaciones y poco tiempo después desapareció. Sus fanáticos se pusieron frenéticos. Las autoridades chinas se rehusaron a confirmar o negar si estaba arrestada. The New York Times obtuvo esta declaración de la Agencia de Seguridad Pública de Wuxi:

The situation is that we all speak with one voice from top to bottom: that is that we don’t accept interviews and we have no comment.

La situación es que todos hablamos con una misma voz, desde la cima hasta abajo: no aceptamos entrevistas y no tenemos ningún comentario al respecto.

A principios de octubre, Fan reapareció. Confesó no haber declarado la totalidad de sus ingresos, y calificó sus acciones como una traición a China.

¿Fue Fan Bingbing víctima de liuzhi? No parece ser miembro del partido ni autoridad del Gobierno, pero la industria cinematográfica china es controlada por el Estado. China Film Group Corporation es una empresa estatal. Su subsidiaria, China Film Co., tiene una participación del 58 % en el mercado de distribución de películas chinas. También:

plays a leading role in controlling sale and distribution to movie theaters across the country. It sets the quota for foreign movies allowed to screen domestically, and works closely with the government’s censorship agencies.

juega un papel importante en el control de las ventas y distribución en los cines, en todo el país. Fija la cantidad de películas extranjeras que se pueden exhibir a nivel nacional, y trabaja conjuntamente con las agencias gubernamentales de censura.

Tal vez ese nexo sea suficiente para aplicar liuzhi. O el verdadero delito de Fan fue su ostentoso consumo. Posiblemente la fama, en lugar de protegerla, provocó su caída.

El policía

Aunque una actriz de fama mundial puede no estar a salvo en China, seguamente un superpolicía puede protegerse solo. Poco después de que Fan Bingbing confesara, Meng Hongwei desapareció. En ese entonces, era el presidente de Interpol y el primer chino en ocupar ese cargo.

La última vez que vieron a Meng fue al salir de las oficinas de Interpol en Lyon, Francia, de camino a China. Su esposa denunció su desaparición después de recibir el macabro mensaje «espera mi llamada» y el emoticón de un cuchillo.

Dos días más tarde, las autoridades chinas confirmaron el arresto de Meng conforme al sistema liuzhi. Meng dimitió a su cargo en Interpol. Ahora, sabemos que le acusa de aceptar sobornos.

¿Son las acusaciones de soborno verdaderas o, como algunos críticos afirman, está Xi Jinping eliminando a sus rivales? Tan solo hace dos años, los dos eran aliados. Ahora no existe ninguna duda que Meng recibirá una condena. Quizá será sometido a un juicio-espectáculo, como Bo Xilai. Apenas importa, ya que China se enorgullece de tener una tasa de sentencias del 99.9 %. Comparecer ante el tribunal no es más que un gesto.

Algo viejo

Si todo esto te suena conocido, es porque es conocido.

Primero, los juicios-espectáculo y las confesiones públicas coaccionadas no son algo nuevo en China. Tal vez digas que son una práctica consagrada por la tradición, ya que se realiza desde los días de Mao Zedong. El británico Peter Humphrey fue encarcelado por el delito de adquirir de manera ilícita información personal de ciudadanos chinos. Una confesión fue el intercambio para obtener atención médica o la libertad. ¿Qué incentivos necesitaría un sospechoso de corrupción como Fan Bingbing para confesar?

Segundo, no existe ningún sistema de pesos y contrapesos en China. Todo poder es político. Ahora, hasta la Constitución afirma que la agencia liuzhi tiene mayor jerarquía que el sistema judicial y la fiscalía general. De acuerdo con el profesor Stanley Lubben, experto en reforma legislativa china, este acto de formalismo solo confirmó lo obvio.

The Party, while formally parallel to the courts, has always been superior in power to all of China’s legal institutions.

El partido, aunque desde el punto de vista formal se asemeja a los tribunales, siempre ha sido superior en poder que todas las instituciones legales de China.

Por último, las desapariciones forzadas se han convertido en un suceso cotidiano en la China de Xi. Ai Weiwei, vendedores de libros en Hong Kong, todo el pueblo uigur. Activistas que buscan compensación por un programa patrocinado por el Estado, que utilizó vacunas vencidas. Cuando Meng Hongwei fue electo presidente de Interpol, a las organizaciones de derechos humanos les inquietó la idea de que China utilizara esa entidad para perseguir a sus enemigos fuera de las fronteras de China.

Algo nuevo

En realidad, el problema empeoró. El profesor Lubben denomina a liuzhi como un reflejo de:

the Party’s paranoid fear of serious weakening by corruption and its deep commitment to control over Chinese society.

el paranoico temor del partido a que la corrupción provoque un debilitamiento grave y su profundo compromiso de ejercer control sobre la sociedad china.

El 8 de mayo 2018, solo dos meses después de la entrada en vigencia de liuzhi, ocurrió la primera muerte relacionada con liuzhi. De acuerdo con RSDLmonitor:

Chen Yong (陈勇), 45, from Nanping city in Fujian province had been detained for 26 days under liuzhi on a bribery case when the family received notification that he was dead. They said his torso was covered in bruises.

Chen Yong (陈勇), 45 años, de la ciudad de Nanping, en la provincia de Fujian, había estado detenido durante 26 días de acuerdo con liuzhi por un caso de soborno, cuando la familia recibió la notificación de que había muerto. Dijeron que su torso estaba cubierto de hematomas.

Chen no era sospechoso de corrupción. Pero alguna vez fue chofer de alguien que sí lo es. El rango de víctimas potenciales de liuzhi es amplio.

En un principio, Amnistía Internacional estimó que liuzhi afectaría:

a personas del Partido Comunista y de la administración pública, es decir, casi a cualquiera que trabaje, directa o indirectamente, para el gobierno. Podrá detenerse sin cargos, durante periodos de hasta seis meses, sin informar a las familias y sin ningún proceso legal a jueces, docentes universitarios y personal de empresas estatales.

El Partido Comunista tiene 90 millones de miembros. El periódico South China Morning Post agregó a ese grupo:

managers of state-owned enterprises, hospitals, educational and cultural institutions, sports organisations and even village governments and research institutes.

a los gerentes de empresas estatales, hospitales, instituciones educativas y culturales, organizaciones deportivas e, incluso, administraciones de los pueblos e institutos de investigación.

El rico y poderoso ya no puede comprar ni intimidar para escapar del problema, tal como lo demuestra el cuento con tono de advertencia del superpolicía y la corista. Hoy en día, nadie está a salvo en China.

Karen Kao es poeta, escritora de ficción y ensayista que vive en Ámsterdam. La versión original de este ensayo fue publicado en Inkstone Press.

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