En Madagascar, costosas campañas electorales no llevan mejoras a la vida de ciudadanos

Debate televisado entre Marc Ravalomanana y Andry Rajoelina en el canal de YouTube de TVM.

Si bien la gran mayoría de la población malgache vive en extrema pobreza, las elecciones presidenciales de 2018 de Madagascar ya son históricamente una de las más costosas por habitante. Los dos candidatos que encabezaron la primera vuelta electoral, Andry Rajoelina y Marc Ravalomanana, se benefician de una ventaja financiera importante con relación a los demás candidatos. Los resultados de la primera vuelta dieron 39,19 % (1 949 851) de votos a Andry Rajoelina, y 35,29 % (1 755 855) a Marc Ravalomanana, que se enfrentarán en dos debates televisados antes de la segunda vuelta electoral.

Según RFI Afrique, en 2013, el entonces presidente electo, Hery Rajaonarimampianina, ya había desembolsado 43 millones de dólares, que corresponden a 21,3 dólares por votante. Esa cantidad duplica el monto desembolsado por Donald Trump en 2016 para ser elegido presidente de Estados Unidos. Hasta la fecha, esos desembolsos son, de lejos, los mayores gastos por votante para un país ubicado entre los más pobres del mundo. Para solucionar esa parte tan importante del aspecto financiero de estas elecciones y de los fondos de financiamiento oculto, Transparency International invitó a los candidatos a rendir cuentas de sus fuentes de financiamiento y su presupuesto anterior a la campaña y de campaña.

Numerosos candidatos se quejaron de la imposibilidad de tener una competencia eficaz con estos candidatos, por falta de límites financieros para los gastos electorales. El enorme gasto destinado que las diferentes campañas han asignado a las elecciones recibió críticas debido a la gran pobreza del país. Antes de estas elecciones, el pueblo malgache es más pobre que nunca: cerca del 92 % vive con menos de dos dólares al día; el 80 % se va a dormir con hambre y sed todas las noches. Además, un niño de cada dos sufre de desnutrición y retardo en el crecimiento, y la tasa de escolarización ha caído de manera espectacular (más de 600 000 niños deberían estar escolarizados, pero no es así). Las infraestructuras -caminos, hospitales, clínicas y escuelas– están en un estado de deterioro avanzado. Es por eso que numerosos observadores estiman que el dinero de esas campañas hubiera estado mejor gastado en otros rubros más urgentes. Además, aunque dos tercios de la población tiene menos de 25 años, la tasa de participación y el interés de los jóvenes son relativemente débiles.

La corrupción en Madagascar es también una de las principales causas de desinterés de la población en estas elecciones: actualmente, Madagascar se ubica en el puesto 155 de 175 países evaluados por Corruption Watch. La falta de control gubernamental de los gobiernos desde 2009 ha llevado a un saqueo generalizado de los recursos naturales y a daños al frágil ecosistema de Madagascar. Una resolución del Parlamento Europeo de 2017 señalaba que una «gran reserva de bosques de rosas ilegal e inexplicada fue descubierta en el palacio presidencial después del término de mandato de Rajoelina en 2013″.

La combinación de financiamiento oculto y de corrupción es una verdadera amenaza a la legitimidad de estas elecciones. Marcus Schneider, representante residente de la Fundación Friedrich Ebert en Madagascar, explica hacia dónde se dirige la batalla por el destino de la democracia en Madagascar:

Le problème qu’on a actuellement, c’est qu’on peut supposer qu’une partie de ces dépenses-là [NDLA: dépenses de campagne] sont financées par de l’argent qui n’est pas légal, par de l’argent sale et bien-sûr, on ne peut pas s’attendre à une politique propre qui est financée par de l’argent pourri

El problema que tenemos actualmente es que podemos suponer que una parte de esos gastos [de campaña] son financiados por dinero que no es legal, por dinero sucio, y claro que no podemos esperar una política limpia que esté financiada con dinero podrido

Ketakandriana Rafitoson, directora ejecutiva de Transparency International Initiative Madagascar, va más allá en su evaluación del peligro presente para Madagascar:

Ce n'est pas l'argent qui doit dominer, ce sont les idées. Malheureusement, avec les distributions de goodies à tout va, on voit depuis les cinq jours de campagne électorale que les pratiques n'ont pas changé. Si on attend que la campagne soit terminée pour révéler les fraudes, les malversations, le choix de l'électeur sera fait : il sera trop tard

No es el dinero el que debe dominar sino las ideas. Lamentablemente, con distribuciones de golosinas a todas partes, vemos desde el quinto día de campaña electoral que las prácticas no han cambiado. Si esperamos que la campaña termine para revelar los fraudes, las malversaciones, la elección del votante estará hecha y será demasiado tarde.

La segunda vuelta para elegir al próximo presidente está programada para el 19 de diciembre de 2018.

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