[1]Mufti Sadia en su tienda. Imagen usada con su permiso.
En el estado indio de Jammu y Cachemira [2], los cierres y los toques de queda paralizan a menudo [3] la vida y los negocios de sus habitantes. Montar un negocio puede ser algo desastroso, pero para las mujeres, que deben combatir las normas sociales acerca de su función en sus puestos de trabajo, los obstáculos se multiplican por diez. A pesar de esto, hay una generación de mujeres que está rompiendo barreras y está montando sus propias empresas.
Mufti Sadia emprendió su negocio cuando no había mujeres en el sector de la moda de Cachemira. Su tienda fue una de las primeras de Srinagar después de que decidió abandonar su trabajo y empezar a trabajar de forma independiente en el valle.
Enfrentando muchos retos y trabas, Sadia fundó su propia marca, «Hangers, the closet [4]» en 2014 en un centro comercial. A pesar de los comentarios negativos, nunca lo ha lamentado:
Mufti Sadia,24,has started her own women's boutique,Hangers The Closet,in #Srinagar [5].only female shop owner at the Sarah City Centre #Kashmir [6] pic.twitter.com/OVeDIXZw1Y [7]
— Younis Rah (@YounisRah) 28 de enero de 2017 [8]
Mufti Sadia, de 24 años de edad, abrió su propia boutique para mujeres, «Hangers, The Closet», en Srinagar. Es dueña de la única tienda para mujeres en el Sarach City Centre.
«Mi padre no estaba seguro de lo que estaba haciendo, solamente tenía 24 años entonces, pero ahora sí me apoya en lo que estoy haciendo», dice Sadia mientras atiende a un cliente.
Su familia siempre ha sido una fuente de inspiración para Sadia, siempre la han ayudado a afrontar las dificultades de ser una nueva mujer emprendedora en un país tan volátil. Su marca es ahora muy conocida en la región de Cachemira.
Sadia atrae a la mayoría de clientes a través de Instagram y Facebook. Muchos diseños están pensados para aportar el toque occidental de los trajes tradicionales cachemires. Empezó desde cero, desde ahí empezó a expandirse y hasta contrató a una dependienta entre otras once.
«La reacción ha sido buena. También recibo comentarios negativos a través de las redes sociales, incluso de mujeres, pero creo que precisamente esos comentarios me han ayudado a convertirme en una mejor persona y diseñadora», añade Sadia.
Así como Sadia ha inspirado a otras mujeres a empezar su propia linea de ropa, hay otra mujer en la ciudad antigua de Srinagar cuya visión de negocio ha salvado a su familia de la quiebra inminente.
[9]Rifat Masoodi. Imagen usada con su permiso.
Rifat Masoodi tiene dos hijos y, tras la muerte de su suegro, la familia pensó en cerrar la fábrica donde producían bates, situada en una de las áreas más inestables de Srinagar.
Desafiando todas las probabilidades, Rifat convenció a su marido de que le dejara manejar la fábrica que daba trabajo a mucha gente. Pese a la reacción violenta de la sociedad, aceptó el reto en el año 2000:
EXC: Tucked inside Srinagar’s Downtown, that remains nervecentre of protests b/w military & civilians, Rifat Masoodi is quietly scripting a story of grit
The only woman in Kashmir who runs a bat factory appeals “Its time @imVkohli [10] @msdhoni [11] @ImRo45 [12] bought bats from us”
I report pic.twitter.com/8Up2mxOnL5 [13]
— Rohan Dua (@rohanduaTOI) 3 de octubre de 2018 [14]
EXCUSIVO: En el centro de Srinagar, que sigue siendo centro neurálgico de protestas entre militares y civiles, Rifat Masoodi está desarrollando una historia de coraje.
La única mujer en Cachemira que dirige una fábrica de bates sostiene «Es hora de que [el famoso jugador de críquet] Virat Kohli, [el conocido deportista indio] Mahendra Singh Dhoni y [el jugador de críquet] Rohid Shamra compren nuestros bates».
Informo.
Cada mañana, después de enviar a sus hijos al colegio, entra en el apartamento cerca de su casa para supervisar el trabajo. Hoy, la unidad de bates de Rifat produce miles de bates al mes que se envían a muchos estados, incluidos Maharastra y Kerala.
«Es difícil controlarlo todo. Por la mañana, hago mi trabajo en casa, después vengo a este apartamento. Luego, cuando los niños vuelven a las 4 de la tarde, voy a verlos. Además, también me encargo de mi suegra», dice Rifat.
Recientemente, muchas mujeres cachemiras se han vuelto emprendedoras de éxito dentro de la conservadora sociedad. Muchas están ahora persiguiendo sus sueños valientemente.
[15]La fábrica de bates de Rifat Masoodi. Imagen usada con su permiso.
Ahora, el sueño de Rifat es ver sus bates en manos de jugadores nacionales e internacionales. Estas emprendedoras se han convertido en una inspiración para muchas mujeres en el estado que sueñan con empezar su propio negocio.