Cuando el periodista ruso Arkady Babchenko trabajó con las autoridades ucranianas para fingir su propio asesinato en mayo de 2018, se volvió noticia internacional y objeto de críticas. A mediados de diciembre, la revista TIME lo nombró «Persona del año».
En vez de elegir una persona relevante, la revista estadounidense eligió homenajear a periodistas de todo el mundo por sus esfuerzos en un año particularmente complicado. La selección recibió el nombre de “Los guardianes y la guerra contra la verdad” e incluye a Jamal Khashoggi, asesor saudita convertido en periodista asesinado en la embajada saudita en Turquía. Incluye también al periódico Capital Gazette de Estados Unidos, cuyos periodistas murieron en un ataque a sus oficinas en junio de 2018.
En la lista hay dos rusos: Tatiana Felgengauer, que casi muere en un brutal ataque con arma blanca, y Arkady Babchenko, que fingió su muerte en cooperación con las autoridades en mayo de 2018. La idea era dejar al descubierto un supuesto complot de los servicios de seguridad rusos para asesinar a Babchenko y otros 30 emigrantes políticos rusos a Ucrania y otros países.
Aún no hay evidencia concreta de que realmente existiera el presunto complot de asesinato. Y muchas organizaciones internacionales, como OSCE y Reporteros sin Fronteras, criticaron el truco como injustificable, irresponsable y perjudicial para la confianza del público en los medios en general.
La inclusión de Babchenko en la lista de TIME también fue controvertida si se considera quién no estuvo incluido. Muchos han señalado a los tres periodistas rusos que fueron asesinados en julio de 2018 mientras trabajaban en la República Central Africana.
Liusya Shtein, concejala de Moscú, dio más detalles de esta crítica:
Среди журналистов, ставших людьми года Тайм, Аркадий мать его Бабченко, который большую часть времени ноет, говнится в фейсбуке и просит денег на пивас, а не Саша Расторгуев, погибший во время расследования поставок российского оружия в ЦАР
— гражданин штейн (@shteyni) 12 декабря 2018 г.
Entre los periodistas nombrados “Persona del año” por la revista TIME está Arkady Babchenko, el bicho raro, que pasa la mayor parte del tiempo quejándose, hablando porquerías en Facebook y rogando [que le den] dinero para cerveza, pero no está Sasha Rastorguyev, que murió durante una investigación de entrega de armas rusas a la República Central Africana.
Rastorguyev y sus colegas Orkhan Dzhemal y Kirill Radchenko estaban investigando informes de envíos de armas rusas al Gobierno de la República Central Africana y la participación de un contratista militar privado ruso en el conflicto armado del país.
Si TIME realmente quería rendir homenaje a periodistas que trabajan en situaciones riesgosas y hasta letales esta es una curiosa omisión, por decir lo menos. Incluir a una persona que fingió su muerte hace que el asunto llame más la atención.
Otros periodistas llamaron al orden a TIME:
Hmm. Interesting move by @TIME to include Arkady Babchenko in #TIMEPOY as it relates to «war on truth.» Recall he's the journalist who faked his death in Ukraine with help from the country's controversial security service, which hasn't been completely truthful about the operation pic.twitter.com/eAqcvlfIoz
— Christopher Miller (@ChristopherJM) 11 декабря 2018 г.
Mmm. Interesante decisión de TIME de incluir a Arkady Babchenko en la Persona del Año, pues se relaciona con la «guerra contra la verdad». Recuerden que es el periodista que fingió su muerte en Ucrania con ayuda del controvertido servicio de seguridad del país, que no ha sido completamente sincero sobre la operación.
Simon Shuster, reportero de TIME que entrevistó a Babchenko, respondió a los colegas de Babchenko, y agregó más matices de los que permiten los 280 caracteres de un tuit:
Among the central questions of that debate was this one: Exactly how inviolable is a journalist’s commitment to the truth? Should Babchenko have been willing – as he had already been so many times while reporting from war zones in Georgia and Ukraine – to sacrifice his life for it? Or was he justified in deceiving the public in order to save his own skin? In other words, as a reporter, was it his duty to find some other way to stay alive, one that would not have required him to produce a piece of fake news so sensational, and so believable, that it risked discrediting not only him but his entire profession?
Entre las preguntas centrales de ese debate estaba: ¿exactamente qué tan inviolable es el compromiso de los periodistas con la verdad? ¿Babchenko debió haber deseado –como había estado muchas veces cuando informaba de zonas de guerra en Georgia y Ucrania– sacrificar su vida por la verdad? ¿O se justificaba que engañara a su público para salvar su pellejo? En otras palabras, como reportero, ¿era su deber encontrar otra manera de estar vivo, en la que no necesitara encontrar otra manera de seguir vivo, en la que no necesitara preparar una noticia falsa tan sensacional y tan inverosímil que se arriesgara a desprestigiarse él y toda la profesión?
Y luego explicó sobre la naturaleza de la “Persona del Año”:
Thanks Mark, but it’s not an award, it’s a recognition of impact. Have a look at the list of people who have been PoY over the years and that should be pretty clear.
— Simon Shuster (@shustry) 11 декабря 2018 г.
Tristemente, estoy de acuerdo. Todo está muy bien, brilla con cómo avanzó el debate, etc, pero todo eso queda eclipsado por el premio en sí y por cómo se ve -y Babchenko ya lo está presentando así- como un elogio por sus acciones.
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Gracias, Mark, pero no es un premio, es una reconocimiento de impacto. Echa un vistazo a la lista de quienes han sido Persona del Año a lo largo de los años y debería quedar muy claro.
En sus propios comentarios sobre el reconocimiento, Babchenko no parece apreciar esta distinción:
Ну что там? Весь мир смеется, клоунада, постановка СБУ, нарушил этические нормы? Ну и мое самое любимое – Бабченко не журналист! Не журналист, не журналист. Успокойтесь.
Еще раз спасибо избушке за отлично проделанную работу. Это и ваша награда, парни.
Стать человеком года, обогнав Дональда Трампа, который на второй строчке – done.Пойду за пивом что ли.
¿Cuál es el problema? Todo el mundo se está riendo, un montaje del SBU (el Servicio de Seguridad de Ucrania, agencia de inteligencia del país). ¿Violé normas éticas? Y mi absoluto favorito: Babchenko no es periodista. No es periodista, no es periodista. Cálmense.
Gracias de nuevos a los [agentes] federales ucranianos por un trabajo bien hecho. También es un premio para ustedes. Ser Persona del Año, vencer a Donald Trump, que está en segundo lugar –hecho. Voy a buscar una cerveza, digamos.
Con esta última línea, Babchenko parece burlarse de sí mismo. Ha elaborado una reputación por pedir donaciones para cerveza al final de muchas de sus publicaciones en línea, incluidas las más mordaces, algo que Shtein menciona en su tuit. Esto refleja su modelo de reportaje independiente: publica contenido y pide dinero a cambio. Hasta ha encabezado el proyecto Periodismo sin Intermediarios para formalizar este arreglo.
Algunos también discrepan con que lo hayan incluido en la lista de Persona del Año porque sostienen que Babchenko no ha hecho reportajes en mucho tiempo. Aunque es bien conocido por sus informes sobre la guerra de Chechenia y por escribir para Novaya Gazeta, diario ruso con el dudoso honor de tener la mayor cantidad de reporteros asesinados por hacer su trabajo, no ha escrito mucho en los últimos años. Las únicas excepciones son sus publicaciones en Facebook llenas de groserías, que terminan con pedidos de donación, algo de lo que se burlan muchos excolegas y amigos.
Sin importar cómo se vea a Babchenko, que TIME ignore el asesinato de tres periodistas pero incluya uno que fingió su muerte socava los homenajes a reporteros que hacen su trabajo contra todo pronóstico. ¿Por qué no incluirlos a ellos también?