Este artículo es una colaboración de Chai-Khana.org, socio de Global Voices. El texto y video son de Lilit Mkhitaryan.
La aldea armenia de Lernagyugh, a 150 kilometers de la capital Ereván, está desapareciendo.
Era una comunidad sólida, pero hoy en día solo quedan cuatro personas. La aldea se encuentra alejada y aislada del resto del país durante el invierno. Además, no cuenta con servicios básicos, como escuelas.
La situación se ha vuelto tan difícil que Nikol Martirosyan, de 60 años, y su esposa Haykush Nikoghosyan, una de las dos familias que permanecen en la aldea, están considerando abandonarla.
Hrant Minasyan y su esposa Margarit Kchoyan, la otra familia de la aldea, han vivido allí por 30 años. Hrant tiene 62 años y no cree que su familia vaya a quedarse en Lernagyugh tras su muerte: uno de sus hijos trabaja en el extranjero y el otro ya se ha establecido en otra aldea.