Desastre minero en Brasil muestra que el compromiso de Bolsonaro de flexibilizar la regulación del sector es descabellado

Vista de la región después del desplome de la represa de Brumadinho. Foto de los bomberos Minas Gerais, dominio público.

Tres años, dos meses y 20 días después del colapso de una represa minera en Minas Gerais, al sureste de Brasil, la tragedia mortal se repitió apenas a 120 km: el 25 de enero de 2019, tres represas colapsaron en la ciudad de Brumadinho, también en Minas Gerais. Después de que la primera represa estalló, el lodo sobrecargó a las otras dos y causó que colapsaran también.

Como en 2015, las represas de Brumadinho pertenecían al gigante minero Vale. El desastre ocurrió alrededor del mediodía, durante el almuerzo de los trabajadores. Según el director ejecutivo de Vale, Fábio Schvartsman, 427 personas estaban en la cafetería cuando se inundó. El medio noticioso local G1 informó que se confirmó la muerte de 60 personas, pero al 30 de enero solamente se habían identificado 19 cuerpos. Se ha rescatado con vida a 192 personas, pero 292 siguen desaparecidas. La mayoría de las víctimas son trabajadores de Vale.

El accidente ocurrió apenas tres días después del discurso del presidente Jair Bolsonaro en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde dijo que Brasil es el país “que más preserva el ambiente en el mundo”. Agregó que el país necesita “avanzar en el equilibrio entre preservar el ambiente y la biodiversidad, y el necesario desarrollo económico”.

Una de sus promesas de campaña fue facilitar actividades mineras en la región amazóniza. En su toma de mando, criticó a los reguladores mineros y se comprometió a flexibilizar al Ministerio de Minas y Energía.

Luego de la tragedia de Brumadinho, Bolsonaro habló defensivamente en una estación de radio local, y dijo que la empresa privada Vale «no tiene nada que ver con el Gobierno federal». Agregó que las responsabilidades del Gobierno están en el Instituto de Ambiente y Recursos Naturales Renovables de Brasil (Ibama), principal regulador ambiental del país.

Al día siguiente, Bolsonaro anunció la creación de un consejo y un comité para seguir las novedades de Brumadinho.

Por su parte, los familiares de los desaparecidos esperan noticias. El viernes 25 de enero, el diario local Estado de Minas entrevistó a Mauro Fonseca, de 75 años, cuyos dos sobrinos son trabajadores de Vale y estaban en la empresa al momento del accidente:

O Ronaldo conseguiu escapar com um caminhão. A gente conseguiu falar com ele. Só que o Rogério não. A irmã dele está desesperada. A gente liga, mas só dá caixa-postal. Ele estava no refeitório.

Ronaldo logró escapar con un camión. Pudimos hablar con él. Pero Rogerio no [escapó]. Su hermana está desesperada. Seguimos llamando, pero solamente contesta el correo de voz. Estaba en la cafetería.

La zona quedó cubierta de lodo. Foto de los bomberos Minas Gerais, dominio público.

En televisión nacional, Fabio Schvartsman sostuvo que la represa colapsada no se usaba desde hacía tres años y que la revisaron 15 días antes del desastre. En septiembre de 2018, una empresa alemana inspeccionó el lugar e informó que la represa estaba “estable”, dijo. Schvartsman agregó que aunque la magnitud del daño ambiental puede ser menor que en 2015, la “tragedia humana es mayor” esta vez.

Antecedentes

Una nota de la Agencia Nacional de Minería afirma que las represas de Brumadinho estaban clasificadas en una categoría de “bajo riesgo y algo daño potencial» (con respecto a pérdida de vidas humanas y el impacto social, económico y ambiental asociado).

El Estado brasileño de Minas Gerais concentra el 63 % de la minería de alto riesgo del país, según Agência Lupa, agencia brasileña de verificación de datos. Acá, «alto riesgo» significa que tiene “problemas en sus características técnicas o mal estado de conservación”. La distancia entre la ciudad de Brumadinho y Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, sexta mayor ciudad brasileña, es de 60 km.

En Brumadinho queda Inhotim, el mayor museo al aire libre del mundo, cuya colección incluye trabajos de cómo los humanos explotan el suelo. El museo tuvo que ser evacuado tras el colapso.

El reportero Lucas Ferraz, que nació en la región, recordó al público las oscuras conexiones del museo con las minas de Minas Gerais:

Colapsa la represa de Vale en Brumadinho, donde está Inhotim. El dueño de Inhotim hizo su fortuna con una empresa minera, cuya represa, ubicada en Itabirito (a 66 km de Brumadinho), también colapsó (en la década de 1980, con muertos). Itabirito está a 63 km de Mariana [lugar de la tragedia de 2015]. Negligencia constante y circular.

Gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, y el presidente Jair Bolsonaro, reunidos un día después de la tragedia. Foto de Isac Nóbrega, presidencia. Dominio público.

Tres años después del primer desastre, los efectos en el río Doce y el ecosistema alrededor de Mariana siguen siendo evidentes. Expertos de la Universidad de São Paulo estiman que tomará siglos para que el ambiente se recupera. A la fecha, nadie ha sido arrestado y las personas de las comunidades afectadas siguen esperando una compensación.

Menos de 24 horas después del colapso en Brumadinho, los habitantes de ciudades ubicadas a lo largo del río Paraopeba, sepultado por el lodo, informaron de pecese muertos. La población de las 48 ciudades afectadas sobrepasa los 1,3 millones de personas. El Gobierno estatla ha suspendido todas las actividades de Vale en la región.

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