Resultados de referendos de Taiwán pueden haber sido consecuencia de un público desinformado

Aun después de que Pekín afirmó que el consenso de 1992 implicaba la unificación con Taiwán según el principio de «un país, dos sistemas», El recién electo alcalde de Kaohsiung, Han Guo-yu, del partido KMT, recalcó la necesidad de mantener el consenso. Captura de pantalla.

El  24 de noviembre de 2018, Taiwán concluyó sus elecciones y varios referendos legislativos de mitad de período con resultados que favorecieron al partido opositor, Kuomingtang (KMT), que le ganó la mayoría de las bancas de la ciudad y de la provincia al Partido Progresista Democrático (DPP).

Los referendos consistieron en diez preguntas que abarcaban temas como los derechos LGBTQ y el matrimonios del mismo sexo, la opción entre “Taiwán” o “Taipéi chino” en competencias deportivas internacionales, el desarrollo de la energía nuclear y otros temas que iban desde los derechos humanos hasta las relaciones diplomáticas con China.

Los resultados de los referendos decepcionaron a los activistas LGBTQ y antinucleares, quienes pensaron que el público estaba desinformado. Al mismo tiempo, varias encuestas y sondeos posteriores a las elecciones indicaron que muchos taiwaneses podrían haber votado sin el conocimiento previo sobre las cuestiones en juego. La idea errónea sobre el «Consenso de 1992″ y las condiciones de abastecimiento energético de Taiwán fueron dos ejemplos típicos de cómo el público tomó decisiones mal informadas.

El Consenso de 1992

En 1992, el Kuomintang (KMT), partido entonces gobernante, y la República Popular China (PRC) tuvieron una reunión que, posteriormente, se conoció como el Consenso de 1992. El KMT describió el resultado de ese consenso como ‘Una China con distintas representaciones’. Para el KMT, Taiwán representa a la República China, y China representa a la República Popular China. En resumen, parece que las palabras son tan imprecisas que ambas partes pueden leerlas como quieran.

Durante el debate de las elecciones de mitad de período, Han Kuo-yu, candidato de KMT por la alcaldía de la ciudad de Kaohsiung, mantuvo la línea de su partido y expresó su apoyo al Consenso de 1992. Finalmente, su intento de liderar el centro del partido gobernante DPP tuvo éxito. Por ende, muchos supusieron que quienes votaron por Han y otros candidatos de KMT no tenían objeciones al Consenso de 1992. Ciertamente, algunos comentarios interpretaron los resultados de las elecciones como una victoria para China.

Sin embargo, cuando Han, inmediatamente después de su victoria, dijo a los medios que mantendría el Consenso y establecería un grupo de trabajo conjunto para reconstruir las relaciones con China, su declaración desencadenó un incremento inmediato en las búsquedas del término «Consenso de 1992″ en Google dentro de Taiwán, lo que llevó a muchos a pensar que el público taiwanés no había prestado atención al acuerdo y a sus disposiciones.

Búsqueda en Google de ‘Consenso de 1992′ tras las elecciones. Los datos surgen de Google Trends.

Algo parecido pasó con el referendo del Brexit, donde Google Trends también mostró patrones de búsqueda similares. La interpretación de las búsquedas de los internautas de Taiwán es coherente con varias encuestas posteriores a las elecciones, la última de principios de enero de 2019. Los resultados de la encuesta muestran que 55,5 % de los participantes no conocían el significado del Consenso, y casi 44,4 % pensaba que el consenso era, más bien, la aceptación de que China y Taiwán eran entidades separadas.

Al mismo tiempo, el discurso de Año Nuevo 2019 del presidente chino Xi Jinping sobre las relaciones con Taiwán dejó claro que, para él, el Consenso de 1992 supone la unificación con Taiwán bajo el lema «Un país, dos sistemas» dirigida por la República Popular China. La propuesta de Xi fue una señal de alerta para muchos taiwaneses que creyeron que el Consenso implicaba que Taiwán seguiría siendo un estado autónomo soberano.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, del partido DPP,  decidió denunciar el ambiguo consenso poco después de ser electa en 2016. La oposición del partido KMT la culpó de la ruptura de la relación con Pekín, que suspendió el contacto diplomático con Taiwán, impuso sanciones económicas, obligó a otros países a cortar relaciones con Taiwán y reforzó su presencia militar en el Estrecho de Taiwán poco después de que la presidenta estableció su postura.

Las sanciones de Pekín trajeron como consecuencia una mayor sensación de ansiedad e inseguridad en Taiwán, hecho que permitió al partido opositor KMT valerse de la desinformación para llevar a los taiwaneses a votar contra el partido gobernante.

Referendo a favor de la energía nuclear

La promulgación del referendo para levantar las restricciones legales sobre el uso de la energía nuclear a partir de 2025 es otro ejemplo de cómo los taiwaneses votaron sin contar con un conocimiento básico del tema en cuestión.

Luego de aprobarse el referendo, la Sociedad de Riesgo y Centro de Política publicó una encuesta de opinión que se llevó a cabo cuatro meses antes del referendo. Los resultados de la encuesta reflejaban las ideas erróneas de los ciudadanos sobre el abastecimiento de energía del país. En 2017, las plantas de energía nuclear solo proveían el 8 % de la electricidad de Taiwán, pero 44 % de los participantes creía que eran la principal fuente de abastecimiento del país.

Hikoyoshi Lu publicó los resultados de la encuesta en su cuenta de Facebook y comentó:

台灣竟然有近44%的人對核電是無知的
這是非常驚人的數字,
如果我們有這麼多國民,連核電占比都不清楚
我們如何期待他們能做出正確的公投決定?

El 44 % de los taiwaneses tiene una idea errónea sobre la energía nuclear. Las cifras son impactantes. Si tantos ciudadanos no tienen idea del porcentaje de electricidad que genera la energía nuclear, ¿cómo podemos esperar que tomen la decisión correcta cuando votan en un referendo sobre ese tema?

El partido Social Demócrata también expresó su preocupación:

這是一項相當嚴肅的警訊!除了讓我們理解到,未來若要舉辦重大議題公投,各項資訊應更加充分透明外,也應嚴厲批判刻意混淆視聽、意圖使人在不了解公投訴求情況下投票的各式倡議。

¡Esta es una advertencia muy seria! Ahora sabemos que se necesita que haya más información y que sea más transparente cuando llevamos a cabo referendos sobre temas tan importantes. Además, debemos criticar los argumentos que, intencionalmente, confunden y desorientan a los ciudadanos para que voten cuando no entienden bien de qué se tratan los referendos.

El fenómeno de las decisiones mal informadas de los ciudadanos en democracia es un problema mundial. El Gobierno y los medios tienen la responsabilidad de facilitar el acceso a la información correcta. Sin embargo, sin la participación ciudadana para combatir la movilización de la ignorancia seguirán siendo receptores pasivos de la información.

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