«No me detendré»: Kazajo busca justicia para familia atrapada en represión de Xinjiang en China

Padres de Akikat Kaliolla, Kaliolla Tursynuli y Venera Mukatai. Foto proporcionada por Akikat Kaliolla y usada con autorización.

En marzo de 2018, Akikat Kalliola, ciudadano nacido en China y nacionalizado en Kazajistán, perdió contacto abruptamente con cuatro familiares que viven en la Región Autotóma Uigur de Xinjiang (XUAR) de China.

Luego supo por amigos y conocidos en el condado de Emin, en XUAR, que sus padres y dos hermanos habían caído víctimas de la acción de «reeducación» del Partido Comunista Chino en la región.

Las autoridades chinas han justificado la existencia de lo que llaman «centros vocacionales» ocupados mayormente por minorías musulmanas con que necesarios para la preservación de la «armonía» en Xinjiang y como parte de una campaña mayor para combatir el «separatismo» y el «divisionismo».

Las autoridades chinas han dicho que los ocupantes de los centros, a menudo llamado «campos de reeducación» en medios internacionales, participan voluntariamente.

Un panel de expertos de Naciones Unidas llegó a una conclusión diferente en 2018. Dijo que más de un millón de personas de minorías no Han –sobre todo, uigures y también de etnia kazaja, kirguisa y hui– están retenidas en los campos contra su voluntad.

Reportajes de medios internacionales como Reuters han mostrado que las instalaciones están fortificadas como prisiones, y un informe de AFP mostró que también están equipadas como prisiones. Documentos a disposición del público indican que las autoridades locales que supervisan esos centros han adquirido grandes cantidades de varas policiales, picanas, esposas y gas pimienta, según el informe.

Noticias de ‘reeducación’ agridulce

XUAR se volvió un estado policial después de que Chen Quanguo, funcionario comunista de ala dura, asumió el cargo como secretario regional del Partido Comunista en 2016. Esto dejó a la región sujeta a mayores controles que en otras regiones de China.

Además de instalar los centros, Chen ha supervisado masivos aumentos en la vigilancia estatal, una fuerte represión contra la fe musulmana que profesa la mayoría de los habitantes de la región y que reprime las limitaciones a la libertad de movimiento.

La úlltima de estas imposiciones ha impactado sobre todo en el millón y medio de kazajos de XUAR, muchos de los cuales tienen vínculos familiares en el vecino Kazajistán.

Akikat Kaliolla, que se mudó a Kazajistán, donde su esposa era ciudadana antes de que Chen asumiera el cargo, recibió buenas noticias en enero de 2019. Tres de sus cuatro familiares –sus hermanos menores y su madre– fueron liberados del internamiento y lo contactaron el 27 de enero.

A lo largo de 2018, se inquietó pues sus padres no estaban suficientemente bien para resistir la detención. En diversos momentos de ese periodo también supo de rumores de la ejecución de sus hermanos.

Pero su alivio se vio contrarrestado por una devastadora revelación apenas días antes de que lo llamaran. Durante una visita al consulado chino en Almaty, Kazajistán, a la esposa de Akikat le dijeron que su suegro, de 70 años, fue sentenciado a 20 de prisión por «impedir los asuntos estatales».

Hasta ahora, Akikat se ha negado a aceptar la afirmación del consulado.

Sus temores –aún peores– de que su padre murió por la mala salud durante su detención arbitraria, y que la referencia del consulado a una sentencia no son más que un encubrimiento.

En el video de líneas arriba, le dice a su madre que «no dejará de hacer solicitudes» en sus casos hasta que los cuatro estén bien y a salvo.

La inusual sugerencia de su madre durante la llamada de hablar en el «idioma nacional», chino, y no su idioma materno, el kazajo, indica que posiblemente los tres estén bajo arresto domiciliario y supervisados de cerca.

En entrevistas con medios extranjeros, Akikat habla sobre la fuerte defensoría de su padre por los kazajos que han sido arrestados arbitrariamente en grandes cantidades en el condado de Emin. Ve esto como la razón probable de que su familia fuera internada en los campos.

«Algunos kazajos fueron cobardes. No decimos nada de lo que está ocurriendo con nuestros vecinos hasta que nos ocurra a nosotros», me dijo en 2018. «Mi padre no es así. Él defiende al pueblo».

La base de datos de víctimas de Xinjiang es la mayor base de datos en inglés relativa a las víctimas de la actual represión en XUAR.

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