Democracia de Albania pende de un hilo, la oposición abandona el Parlamento y lanza protestas masivas

Protestas opositoras en Tirana, Albania, el 21 de febrero de 2019. Cortesía de Ivana Dervishi/BIRN Albania, usada con autorización.

Miles de albaneses participaron en una manifestación opositora el 21 de febrero en Tirana, la capital del país. Exigen nuevas elecciones después de que una investigación de Voice of America y la Red de Reportajes de Investigación de los Balcanes encontró que presuntos funcionarios gubernamentales colaboraron con bandas criminales en un plan de compra de votos en las elecciones de 2017.

La manifestación llegó a un punto culminante con la renuncia de 57 legisladores opositores del Partido Democrático y del Partido Socialista para la Integración. Con el Parlamento cerrado ese día, los parlamentarios se unieron a las protestas, en las que dieron discursos para denunciar un supuesto plan de compra de votos. Han afirmado que renuncian a sus mandatos «para regresar al pueblo y ser ciudadanos comunes y corrientes».

La Unión Europea y otras potencias occidentales criticaron la decisión de los legisladores. Albania es miembro de la OTAN y apunta a empezar las negociaciones para ser miembro pleno de la Unión Europea en 2019.

El artículo en Voice of America y BIRN agitó las aguas de una relación ya desintegrada entre el Gobierno y la oposición. El Partido Socialista asumió su mandato en 2013 y ha pasado por reformas integrales, que incluyen una reforma judicial –con el apoyo de la oposición– que es clave para la entrada de Albania a la Unión Europea. Sin embargo, la oposición sostiene que el primer ministro, Edi Rama, ha logrado trastocar el sistema y capturado las instituciones del Estado para que pueda gobernar sin sistemas de controles ni equilibrios.

Hasta finales de febrero, la Fiscalía de Albania no había presentado una investigación formal tras las acusaciones de Voice of America y BIRN.

La manifestación del 21 de febrero fue una de las mayores en Albania desde la década de 1990. Siguió a otra manifestación masiva del 16 de febrero, en la que hubo actos violentos menores, que fueron contrarrestados por la policía con gas lacrimógeno. Aunque la protesta del 21 de febrero fue pacífica, las autoridades bloquearon internet y señales de teléfono durante varios horas, y evitaron que los periodistas transmitieran en vivo durante la manifestación.

Si la oposición decide seguir con el boicot, será la primera vez desde la caída del comunismo en 1992 que Albania tendrá un Parlamento integrado por un único partido.

La Unión Europea y Estados Unidos condenan las renuncias

Representantes de la Comisión Europea, máximo ente ejectuvo de la Unión Europea, Federica Mogherini y Johannes Hahn, publicaron una declaración el 21 de febrero en la que instan a la oposición a no boicotear el proceso político y condenan el tono violento que los legisladores opositores mostraron en las manifestaciones.

Lean mi declaración conjunta con Federica Mogherini sobre las últimas novedades en Albania. Criticamos enérgicamente toda la retórica de los líderes políticos que piden violencia. La renuncia de los mandatos pone trabas y mina los progresos en el camino hacia la Unión Europea.

La embajada de Estados Unidos fue directa cuando llamó a los «parlamentarios a estar por encima del conflicto político, a rechazar los llamados a abandonar sus mandatos y defender los ideales y principios fundamentales a cualquier democracia dinámica. Si no logran hacer su trabajo, le fallan a las personas a quienes tienen el privilegio de servir». Su declaración oficial agregó:

Furthermore, the decision by the opposition to relinquish their mandates seriously hinders the functioning of democracy in Albania. The Parliament is the place where reforms and relevant developments should be discussed and taken forward, not boycotted. These decisions and acts are counterproductive, go against the democratic choice of Albanian citizens and undermine the progress the country has made on the European Union path.

Además, la decisión de la oposición de abandonar sus mandatos afecta seriamente el funcionamiento de la democracia en Albania. El Parlamento es el lugar en el que las reformas y novedades relevantes se deben analizar y llevarlas adelante, no boicotearlas. Estas decisiones y acciones son contraproducentes, van contra la elección democrático de los ciudadanos albaneses y socavan el progreso que el país ha hecho hacia la Unión Europea.

Lulzim Basha, jefe de la oposición, respondió a las declaraciones en un discurso:

Ask me whatever you want and I will do so. But do not ask me to accept for my people someone you would not accept for your people! We want for our country what is demanded from our European and American allies. We are not the people of violence, we will never accept a PM gangster caught in the act of buying votes.

Pídanme lo que quieran y lo haré. ¡Pero no me pidan que acepte para mi pueblo algo que ustedes no aceptarían para su pueblo! Queremos para nuestro país lo que piden nuestros aliados europeos y estadounidenses. Nos somos un pueblo de violencia, nunca aceptaremos a un parlamentario mafioso atrapado en el acto de comprar votos.

Muchos activistas y analistas coinciden en que la democracia de Albania ha retrocedido desde la reforma del Código Electoral de 2008, que cambió el sistema electoral mixto a regional proporcional, mientras que simultáneamente bajaron las 40 zonas del electorado a apenas 12. Los mayores partidos se beneficiaron del sistema, y los críticos sostienen que el procedimiento legislativo que dio origen a la nueva directiva fue realizada de manera no transparente.

La apatía política abunda en in Albania: las encuestas informan que un 62 % de los ciudadanos no confia en los actuales partidos políticos. Un estudio ha demostrado que el desempleo juvenil en Albania es el mayor de Europa, y otro demostró que a uno de cada dos albaneses le gustaría migrar a países más ricos.

Mientras la oposición albanesa avanza por territorio inexplorado, está por verse si la mayoría reaccionará constructivamente para resolver el actual momento.

Nota: en una versión anterior de este artículo se describía erróneamente a la coalición del Partido Democrático y del Partido Socialista para la Integración como «coalición de derecha». El Movimento Socialista para la Integración es un partido de izquierda.

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