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Cuatro años después de terrible asesinato de estudiante, educación superior turca deja de lado igualdad de género

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Turquía, Derechos humanos, Educación, Juventud, Medios ciudadanos, Mujer y género
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El asesinato de Özgecan Aslan causó conmoción en la sociedad turca, pero la igualdad de género en las políticas sigue siendo una lucha cuesta arriba. Imagen de Voice of America, reutilizada por Wikipedia, dominio público.

En febrero de 2015, la larga búsqueda de la universitaria Özgecan Aslan [2], de 20 años, terminó cuando se descubrió su cuerpo carbonizado en un lecho fluvial en Tarso, al sur del país. La noticia conmocionó a la sociedad turca.

Suphi Altindoken, conductor de minibús de 26 años de edad, confesó el asesinato. Según su propio testimonio, primero trató de violar a Aslan y luego la mató a puñaladas cuando ella se resistió. Tras el ataque, y con ayuda de su padre, Necmettin Altindoken de 50 años, y su amigo Fatih Gokce quemó el cuerpo de Aslan para eliminar la evidencia.

La brutalidad de la muerte de Aslan llamó la atención a la violencia de género en Turquía y causó una ola de indignación pública.

Los pedidos de justicia para Aslan y su familia llegaron pronto acompañados de pedidos de acción para evitar la violencia contra la mujer e incorporar la igualdad de género en el sistema educativo nacional.

El 3 de diciembre de 2015, Suphi Altindoken fue sentenciado [3] a 27 años de prisión, mientras que Necmettin Altindoken fue sentenciado a cadena perpetua. Gokce recibió 24 años de prisión.

El 12 de abril, de 2016, a Altindoken hijo lo mataron en la cárcel y su padre quedó gravemente herido a manos de un prisionero llamado Gultekin Alan, que dijo [4] que su ataque contra ambos hombres fue motivado por su obsesión y repulsa por la tragedia de Özgecan Aslan.

Yekta Sarac, presidente del Consejo de Educación Superior (YÖK), se reúne con rectoras de universidades de turcas en 8 de marzo de 2016, el Día Internacional de la Mujer. Erçin Top para la agencia de noticias Andolou.

Las esperanzas de apoyo institucional a la igualdad de género habían recibido un importante impulso ese mismo año cuando Yekta Sarac, presidente del Consejo de Educación Superior (YÖK), se reunió [5] con rectoras de universidades turcas con ocasion del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 2016.

El principal resultado de la reunión fue afirmar el ‘Certificado de actitud de igualdad de género en instituciones de educación superior’.

El documento está en preparación desde el año en que murió Aslan, y establece [5] que el regulador de la educación superior incorporaría la igualdad de género y la justicia en su trabajo, que las universidades llevarían a cabo clases, seminarios y paneles y que las universidades garantizarían lugares seguros para las mujeres.

La igualdad de género no es uno de nuestros valores

Siempre hubo temor de que el certificado quedara como algo de naturaleza simbólica, pero el 19 de febrero de 2019, YÖK dejó asombrados a los defensores de la igualdad de género cuando dejó de lado las bases del propio documento.

Según una cita [6] del medio Cumhuriyet, Sarac, sostuvo «diferentes percepciones» de la igualdad de género como una razón para revisar el documento.

2015 yılında hazırlanan bu tutum belgesinde kadına yönelik her türlü eşitsizlik ve adaletsizliği önlemeye yönelik yürütülen bu çalışmalar ‘Toplumsal Cinsiyet Eşitliği’ kavramı adı altında dile getirilmiştir. Ancak gelinen süreçte bu kavrama, murat edilenin dışında farklı anlamlar yüklendiği ve bu yüklemelerin ‘toplumsal değerlerimiz ve kabullerimizle mütenasip olmadığı ve toplumca kabul görmediği’ hususunun göz önünde bulundurulması gereği ortaya çıkmıştır. 

El certificado se preparó en 2015 y se envió a todas las universidades [7] para evitar la desigualdad de género contra la mujer, y se enmarcó según el término ‘igualdad de género’. Sin embargo, en este proceso, surgió el concepto (igualdad de género) tiene significados diferentes a los que se está implementando. Debemos considerar que estos significados no son apropiados para nuestros valores ni están aceptados en nuestra sociedad.

Sarac llegó a sugerir que se retiraría la ‘igualdad de género’ de la nota de concepto y que las universidades deberían enfocarse en la ‘familia':

Bugün itibarıyla tutum belgesinde ‘toplumsal cinsiyet eşitliği’ kavramı çıkarılarak güncelleme yapılmasına ilişkin çalışmalar son aşamasına gelmiş olup yakında üniversitelerimize duyurulacaktır. Kadın çalışmalarına yönelik derslerin müfredatını ‘Toplumsal Cinsiyet Eşitliği’ değil ‘Adalet Temelli Kadın Çalışmaları’ anlayışı içerisinde belirlemeye ve verilmekte olan ders, konferans ve seminerlerde Türk toplumunun aile kavramı başta olmak üzere sahip olduğu üstün değerlerin öne çıkarılmasına özen göstermesi gerekmektedir

A partir de hoy retiramos ‘igualdad de género’, revisamos (el certificado) y enviamos a todas las universidades otra vez. Es necesario usar ‘Estudios de mujeres basados en la justicia’ en vez de ‘estudios de igualdad de género’. Debemos prestar atención a la importancia de la sociedad turca y el concepto de familia en conferencias y seminarios.

‘No nos rendiremos’

Las organizaciones de mujeres y los usuarios de medios sociales reaccionaron con indignación a los comentarios de Sarac que parecieron poner en peligro del propio futuro de campos académicos como estudios de género e insinuó que el Gobierno ve a la mujeres como amas de casa.

Algunos usuarios de Twitter sostuvieron que YÖK estaba cediendo a la presión de los medios conservadores, que ha señalado [8] el certificado como un documento «pervertido» que exhorta las relaciones del mismo sexo y tiene la marca de un Occidente libertino.

El Colectivo Femenino Universiario [9], fundado en 2007 por universitarias, protestaron frente al edificio de YÖK el 1 de marzo.

Un manifestante tenía un cartel que decía “Consigan sus propios valores sociales, la igualdad es nuestra»:

Las universitarias piden a Yekta Sarac: Consigan sus propios valores sociales que consisten de acoso, violación, violencia, no nos rendiremos en nuestros logros en igualdad.

El 26 de febrero, la Asociación de Emprendedoras de Turquía anunció [13] que pedirá a YÖK que reconsiderara su decisión. El 25 de febrero, la Red de Investigadores Feministas y Gays publicó [14] una declaración de condena a las palabras de Saraç que «mostraban que el Gobierno no dejará de lado sus prácticas patriarcales».

La Red de Investigadores Feministas y Gays ha publicado un anuncio sobre la declaración del Consejo de Educación Superior sobre igualdad de género: ’¡Seguiremos generando conocimiento a través del principio de igualdad de género!’.

El asesinato de Aslan, aterrador por su particular barbarie, señaló una alarmante tendencia a violencia letal contra la mujer en Turkquía que ha empeorado desde entonces.

Gülsüm Kav de la Plataforma Detendremos el Feminicidio, afirmó en Twitter que solamente en los dos primeros meses del año, habían matado a 74 mujeres en Turquía.

La cifra pone a 2019 en camino a alcanzar los 440 femicidiaos registrados en 2018, total que representa un aumento [17] del 45 % de la cifra de 2015, año del asesinato de Aslan.

Nos hemos comprometido, a pesar de quienes nos ignoran, que detendremos los asesinatos de mujeres con nuestra propia lucha.