Reciente «ley contra noticias falsas» de Rusia es tan mala que hasta los bromistas del Kremlin la detestan

La ley «contra las noticias falsas» de Rusia se aprobó en el Parlamento ruso gracias a la abrumadora mayoría del partido de gobierno, Rusia Unida, a pesar de la oposición unificada de los partidos Comunista y Liberal Democrático // duma.gov.ru, con CC4.0.

Oficialmente, Rusia declaró ilegales las noticias falsas.

El 7 de marzo, la Duma estatal, la cámara baja del Parlamento de Rusia, aprobó un paquete de leyes con la finalidad de contener las peligrosamente irresponsables “noticias falsas” y el desacuerdo público contra las autoridades. Está pendiente la aprobación de la cámara alta del Parlamento, el Consejo de la Federación, luego una firma del presidente Vladimir Putin, y el proyecto se convierte en ley.

El primer proyecto (parte de un paquete de reformas a la ley de medios y el Código Administrativo de Rusia) pasó por el Parlamento en menos de tres meses desde que se presentó en diciembre de 2018. El proyecto define “noticias falsas” como “mensajes deliberadamente engañosos de importancia pública… disfrazados de anuncios públicos genuinos”, y prohíbe el acto de difundir este tipo de información con la clara intención de provocar desorden público u otras serias perturbaciones.

El proyecto establece una escala de multas según la gravedad de la infracción: las personas naturales pueden enfrentar multas entre 30 a 100 000 rublos (de 455 a 1525 dólares). Las entidades legales pueden recibir multas de hasta 1.5 millones de rublos (22 660 dólares) para los casos más destacados que resultan en grave daño corporal, muerte, malestar masivo o daño a infraestructura básica. Esto basta para dejar un enorme forado en el presupuesto de una empresa mediana.

Ante lo expuesto, la ley parece razonable. Ciertamente, se debe analizar si las noticias falsas en medios sociales pueden causar pánico masivo o aumentar en situaciones de violencia de turba y hasta linchamientos, como ha ocurrido en varios casos en India, Sri Lanka y otros lugares. Irónicamente, al menos un intento registrado de provocar pánico y confusión —y que incluye también infraestructura fundamental— se rastreó a la infame «fábrica de troles» rusa del reportero Adrian Chen de New York Times Magazine en 2014. Así que no son infundados los temores de los legisladores rusos de que las mismas armas se podrían volver contra Rusia.

Pero algunas disposiciones de la nueva ley indican que los verdaderos objetivos son los medios noticiosos en línea aún no totalmente controlados por el Estado o sus subsidiarios. La ley estipula que si los sitios web de noticias publican contenido que viola la ley, se les debe dar una advertencia y un periodo de gracia de 24 horas para retirar el contenido ofensivo. Pero esta cortesía solamente se aplica a sitios web de noticias con licencia de transmisión emitida por el Estado. A los que no tienen licencia —como es el caso de muchos sitios web más pequeños— sus proveedores de alojamiento los bloquearán inmediatamente a solicitud de la fiscalía.

Algunos periodistas creen que los medios estatales serán los objetivos de la nueva ley. Un escéptico Vasily Maximov bromeó:

Sí, claro, puedo ver multas discapacitantes que caen sobre Channel One, Rossiya 24, NTV, RIA Novosti, RT, TV Zvezda [canales de televisión y agencias de noticias de propiedad directa o indirecta del Gobierno ruso] y otras fuentes más pequeñas de noticias falsas.

La nueva ley ha sido tan ampliamente menospreciada que ni los leales al Kremlin pueden ocultar su disgusto. Lexus the Prankster, también conocido como Alexey Stolyarov que integra un dúo de bromistas que tienen por profesión llamar a los oponentes del Kremlin y publicar grabaciones de sus conversaciones con figuras como Boris Johnson, tuiteó el 7 de marzo:

Hoy, la Duma estatal aprobó una ley deplorable, felizmente ya no relacionada con nosotros en su forma actual. Hace un año nos invitaron como expertos para que los ayudáramos a redactar un borrador. Compartimos nuestras impresiones con [Leonid] Levin, presidente del comité. En cambio, lo llevaron (no estoy muy seguro de quién es el responsable de la ejecución) y lo modificaron hasta dejarlo irreconocible.

Alexander Kots, reportero de guerra del tabloide Komsomolskaya Pravda, abiertamente partidario del Kremlin, escribió en su canal de Telegram que las multas son lo suficientemente extremas como para impedir que los medios publiquen:

Госдума приняла-таки антифейковый закон для СМИ, в котором прописала для редакций многотысячные штрафы за распространение фейков. Суммы такие, что в региональных редакциях стажерам придется почки продавать, чтобы расплатиться. Поэтому наказание называют больше профилактическим. Чтоб неповадно было.

La Duma estatal apróbó la ley contra las noticias falsas para los medios hoy. Ahora, pueden multar a las salas de redacción por múltiplos de miles de rublos por difundir noticias falsas. Las cifras son tales que los pasantes en las salas de redacción regionales deberán vender un riñón para pagar. Entonces lo llaman una medida profiláctica. Para servir como advertencia a otros.

Kots también observa que no hay una distinción clara entre información equivocada genuinamente maliciosa (se vio una muestra de esta racha después del incendio de un centro comercial en Siberia, en el que murieron 60 personas) y casos medios claros en los que hay confusión genuina o mensajes o versiones contradictorios del mismo acontecimiento.

В качестве примера приводится “Зимняя вишня” и разогнанный фейк ублюдка Вольнова о количестве погибших. Тут, видимо, угроза массового нарушения порядка в виде несанкционированного митинга горожан. Но это откровенный фейк.

Не очень понятно, как теперь быть с версиями, допустим, катастроф или других трагических событий. Их же через различных экспертов выдвигается бесчиленное множество каждый раз. Несет ли в себе высказывание предположения одну из перечисленных угроз.

Como ejemplo, [los proponentes de la ley] citan el caso del incendio de Kémerovo y las noticias falsas sobre las víctimas que ese desgraciado de Volnov presionaba. Evidentemente, hay una amenaza de disturbios masivos. Había evidentemente una amenaza de descontento en una manifestación no autorizada realizada por ciudadanos [preocupados]. Pero era un caso claro de noticias falsas.
Pero tiene menos sentido en casos en lo que hay diferentes versiones de lo mismo, digamos un desastre natural u otro hecho trágico. Cada vez hay un confuso coro de expertos que presenta una cantidad infinita de versiones contradictorias. ¿Todas las conjeturas tienen la misma amenaza?

Otros periodistas dicen que no había mucho que discutir seriamente:

Hurra, los diputados [de la Duma] prohibieron las noticias falsas, ¡así que ahora todo en internet es verdad!

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