Tras años de censura, constantes cortes de energía, [1] la menguante presencia de los medios no estatales y la agresiva polarización política, la internet de Venezuela se ha vuelto un lugar muy complicado. Es, incluso, un campo de batalla [2] en medio del conflicto político. Buscar y analizar la información en línea resulta cada vez más difícil.
Sin embargo, no estamos solos en la lucha. En este entorno turbio e incierto, miles de venezolanos dentro y fuera del país encontramos a alguien especial, un guía que sabe leer en la oscuridad. Se llama Luis Carlos Díaz.
Él es periodista, algo genio, amante de la gastronomía y colaborador de Global Voices [3]. Su nombre ocupó los titulares hacia mediados de marzo cuando fue arrestado [4] por las autoridades del Gobierno en Caracas. Pero nosotros lo conocíamos no como el protagonista de una noticia, sino como una persona que crea los medios constantemente y bajo sus propios términos.
Luis Carlos y yo tenemos una larga historia. Nos conocimos en la universidad, tuvimos algunas clases juntos y nos hicimos muy buenos amigos. Me hizo leer a Kapuscinski por primera vez, me contó cómo lo inspiró para escribir sobre el periodismo de paz y me animó a crear mi propio blog. Incluso hicimos un blog juntos con otro amigo, un espacio para comentar sobre todas las cosas que parecían tan grotescas que daban risa [5]. Y también me invitó a unirme a Global Voices.
Unos años después, Luis Carlos conoció a una mujer maravilla de la vida real llamada Naky Soto [6], quien se convertiría en su principal colaboradora en el trabajo y en la vida. Naky es una profesional de la comunicación [7] que habla nada menos que sobre la defensa de los derechos y sobre ser ciudadano.
El resto de la historia es fácil de adivinar. Se enamoraron, se casaron e iniciaron una vida juntos.
‘Hangouts políticos’
Durante los últimos diez años, el trabajo de Naky y Luis Carlos en varias plataformas de internet se volvió un referente para muchos venezolanos mientras el país caía en crisis [8] y la comunidad de venezolanos fuera del país aumentaba rápidamente. Durante ese tiempo, la censura se intensificó [9] (en todas sus formas) y las redes digitales se volvieron nuestra fuente de información más confiable [10].
Naky y Luis Carlos se convirtieron en dos de los más reconocidos y fidedignos lectores de la situación. Eran muy rápidos para aprender sobre las nuevas herramientas y procesos de comunicación, y aún más rápidos para olfatear las motivaciones políticas y la controversia en el ámbito nacional. Juntos encontraron la manera de explicarlo todo valiéndose de una combinación de análisis serios, referencias a la cultura pop y su genio característico.
En uno de sus primeros proyectos, «Hangouts políticos [11]«, usaban Google Hangouts para explicar lo que pasaba en Venezuela. La gente se conectaba y participaba enviando comentarios y preguntas.
Poco después, Naky empezó a publicar resúmenes diarios en Facebook, a partir de los cuales podías enterarte de lo que pasaba y entender por qué era importante. También se volvió una prolífica fotógrafa que publicaba fotos de insectos singulares (#Bichos [12]) y de plantas que se rehusaban a ceder su lugar al concreto de la ciudad en su serie de fotografías #Tercas [13].
En septiembre de 2018, un seguidor tomó una de sus etiquetas de #Tercas [13] para dar un poderoso mensaje:
Por las personas que luchan «tercamente» por lograr un país de respeto, responsabilidad y libertad coloco fotos de plantas creciendo en sitios inusuales. La primera: la vida no conoce ni respeta candados, prisiones ni censuras @Naky [14] #tercas [15] pic.twitter.com/LVAq2PrWTG [16]
— Alejandro Alvarez I (@aalvarezi) September 6, 2018 [17]
Las conversaciones de Naky y Luis Carlos en los Hangouts, en Telegram y en Twitter se volvieron populares en las universidades y en espacios públicos de todo el país y de la región. No lo hacen solo por los seguidores, pero la cantidad que tienen es impresionante. Además de las decenas de miles de seguidores en Instagram y visualizaciones en YouTube [18], tienen casi medio millón de seguidores entre sus dos cuentas de Twitter (@LuisCarlos [19] y @Naky [20]).
Cómo usar internet
De Luis Carlos y Naky hemos aprendido a leer mejor toda clase de medios, a lidiar con el mal servicio de internet, a entender por qué es importante registrar, documentar y denunciar los abusos. Nos enseñaron a ser cuidadosos con la información que manejamos y difundimos, qué fuentes son fidedignas, y a ser pacientes con los familiares que llenan nuestros grupos de WhatsApp de noticias falsas.
Cuando los servicios más populares fallan, Luis Carlos suele ayudarnos a encontrar alternativas:
WhatsApp está sufriendo fallas.
Momento publicitario para decirles que Telegram sigue activo y allí somos un gentío pasándola bien.https://t.co/c9i3Vq4HZj [21]— Luis Carlos Díaz (@LuisCarlos) December 31, 2017 [22]
Hace poco, hizo un video corto sobre los hackers. El mensaje central era: «Hazte amigo de un hacker, quiere a tu hacker y entiende cómo opera porque, en el fondo, todos lo vamos a ser».
? ¿Sabes qué son los #hackers [23] y por qué los necesitamos?
Lo cuento en #TodosLosDíaz [24], sobre todo en un momento en el que la política está siendo hackeada y nos hacemos falta.#Patreon [25] ? – https://t.co/wU5PGZeM8S [26] pic.twitter.com/QVLRvZXm4U [27]— Luis Carlos Díaz (@LuisCarlos) February 15, 2019 [28]
Todos los días, en serio
Más recientemente, lanzaron un proyecto en Patreon [29] donde los suscriptores y colaboradores encuentran videos analíticos y episodios de «En serio», su más reciente trabajo conjunto, donde ayudan a los espectadores a entender los últimos acontecimientos políticos que tienen lugar en el país, que resultan bastante difíciles de comprender en su totalidad.
Venezuela cambió tan rápida, violenta y extrañamente [31] que la única forma de llegar a entender todo lo que pasa es conectarse a una red de personas dentro y fuera del país. A lo largo de los años, estas dos personas nos demostraron que el aprendizaje no necesita estar limitado a algunos espacios y que puede darse mediante la colaboración, conectando a la gente, evolucionando constantemente, superando obstáculos e iluminando el camino para quienes aún tienen dificultad para encontrarlo.
Gracias a su trabajo, miles (amigos, seguidores y colaboradores) formamos una red. Pudimos aprender de ellos y aprender unos de otros. Mirando hacia el futuro, todo nos queda claro. Nuestra red es exactamente lo que necesitamos para seguir adelante.