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Activistas de derechos humanos de Moscú demandan a república rusa oriental por prohibir los trabajadores migrantes

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Europa Central y del Este, Kirguistán, Rusia, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Política, Pueblos indígenas, Relaciones internacionales, Trabajo, RuNet Echo
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El jefe de la República de Sajá (Yakutia), Yasen Nikolayev, que el 27 de marzo de 2019 firmó una orden por la que se prohíbe a los migrantes a trabajar en la república. Foto: kremlin.ru [1], CC 4.0.

Una organización de derechos humanos de Moscú ha demandado al Gobierno provincial de Yakutia ante el Tribunal Constitucional de Rusia por una directiva local que prohíbe [2] a los migrantes extranjeros trabajar en la república.

Yakutia, una de las 22 repúblicas que constituyen la Federación Rusa, es una región remota y escasamente poblada del extremo oriental del país. A principio de 2019, los habitantes de Yakutsk, capital de la república, se manifestaron contra la emigración [3] tras la presunta violación de una ciudadana del país por un perpetrador de Kirguistán, antigua república soviética que hoy es uno de los principales proveedores de trabajadores a Rusia.

A finales de marzo de 2019, el gobernador de la república, Yasen Nikolayev, firmó una controvertida orden que prohíbe a los trabajadores migrantes obtener un empleo en una larga lista de industrias locales, además de obligar a los negocios de esos sectores a despedir a sus trabajadores migrantes en un plazo máximo de tres meses.

En abril, la organización moscovita «Tierra sin Racismo ni Xenofobia» anunció [4] en su página de Facebook su intención de interponer una demanda contra la provincia:

Мы считаем, что Глава Республики Саха (Якутия) Николаев А.С., злоупотребил правом, приняв решение, не основанное на региональных объективных особенностях рынка труда и необходимости в приоритетном порядке трудоустройства граждан Российской Федерации.

Por tanto, concluimos que el jefe de la República de Sajá (Yakutia), Yasen Nikolayev, ha abusado de sus derechos con una decisión que no está basada en las condiciones laborales objetivas ni en la necesidad de priorizar el empleo para los ciudadanos de la Federación Rusa.

Los expertos discrepan en cuanto a la legalidad de la prohibición, pero parece que Nikolayev tiene derecho legal [5] para introducirla. Las repúblicas rusas tienen sus propias constituciones y cuerpos legislativos, y este no es ni mucho menos el primer intento de regular un mercado laboral local.

En cualquier caso, es poco probable que la prohibición de Yakutia sobre los migrantes extranjeros tenga algún resultado, aparte de apaciguar las acaloradas protestas.

Rusia y Kirguistán son miembros de la Unión Económica Euroasiática, mercado único integrado en el que existe la libre circulación de personas. Eso hace que los 640 000 trabajadores kirguisos que actualmente viven en Rusia —según las propias estadísticas de Kirguistán [6]— no se vean afectados por las leyes que regulan la fuerza laboral extranjera.

Además de apelar a los aspectos humanitarios de leyes y actos que sumariamente afectan a cientos de miles de personas por el delito de una, los activistas rusos de derechos humanos, como Tierra sin Racismo ni Xenofobia tendrán que luchar contra la iniciativa de Yasen Nikolayev en un terreno puramente legal, con el argumento de que regular el mercado laboral en Yakutia no es realmente necesario.