Brasileños toman las calles en todo el país para protestar contra recortes de Bolsonaro a la educación pública

«Nuestra arma es la educación». Manifestantes en Río de Janeiro | Imagen: Marianna Cartaxo / Mídia NINJA/Usada con autorización.

El 15 de mayo, miles de brasileños salieron a las calles en los 26 estados y el Distrito Federal para protestar contra el recorte de fondos federales a la educación dispuesto por el gobierno de Bolsonaro que afectará a docenas de universidades y escuelas.

A finales de abril, el Gobierno brasileño anunció recortes de 30 % en un llamado presupuesto discrecional, dirigido a gastos como electricidad, agua, mantenimiento general e investigación. Al considerar el presupuesto federal total para educación superior, los recortes equivaldrían a cerca del 3,5 %. Además, el Gobierno ha suspendido fondos para 3500 becas de posgrado con fondos públicos.

Desde la avenida Paulista en São Paulo, punto de reunión tradicional para protestas, hasta las lejanas tierras indígenas en Alto Rio Negro, cerca de la frontera con Colombia, el pueblo salió a defender su educación pública. En Viçosa, Minas Gerais, cerca de 5000 personas marcharon con paraguas bajo una fuerte lluvia.

Toma aérea de cientos de miles de manifestantes reunidos en la avenida Paulista en São Paulo en este momento para protestar contra los recortes a la educación y la ciencia en Brasil.
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VAYA. Filmación con dron de la gran multitud de manifestantes reunidos en la avenida Paulista en São Paulo para protestar contra los recortes al financiamiento de la education y la ciencia.

Brasil tiene 69 universidades federales y gran cantidad de universidades estatales. Todas ofrecen educación de pregrado y posgrado totalmente sin costo, y diversos servicios para la comunidad, como cursos de extensión, oficinas de asistencia legal y hospitales.

Inicialmente, los recortes se aplicarían solamente en tres universidades federales, pero luego se extendieron a toda la red federal. Abraham Weintraub, ministro de Educación de Bolsonaro, dice que no son “recortes” sino una “contingencia de gastos».

Weintraub ha justificado los recortes porque las universidades públicas son «lugares de caos«. Cuando los reporteros le pidieron que diera ejemplos de ese «caos», mencionó la presencia de movimientos sociales en universidades y «fiestas con personas desnudas».

Weintraub fue designado ministro a comienzos de abril después de que la gestión de su predecesor se viera involucrada en una serie de controversias. El nuevo ministro a menudo expresa teorías de la conspiración de derecha, como que el crack entró en Brasil como parte de un complot comunista, y que quiere borrar el «marxismo cultural» de las universidades.

Algunos decanos universitarios han dicho que los recortes podrían impedirles «abrir las puertas» en el segundo semestre de 2019. El Ministerio Público Federal ha enviado un informe al fiscal general que sostiene que los recortes violan la Constitución de Brasil.

Gran manifestación en la protesta por la educación y la ciencia en Río de Janeiro.
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Río de Janeiro, ¡estás HERMOSA! Cientos de miles [de personas] ocupan la avenida Presidente Vargas al caer la noche para protestar contra los recortes presupuestales a la ciencia y la educación.

Investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) que estudian grupos de WhatsApp en Brasil han detectado conversaciones en torno a universidades en esa aplicación en los días siguientes al anuncio de los recortes presupuestales. El estudio ha elaborado una herramienta que hace seguimiento a grupos de WhatsApp y que usan ampliamente agencias de verificación de datos en Brasil. El jefe investigador Fabrício Benevuto dijo en una publicación de Facebook:

São monografias/dissertações/eventos ridicularizados por seus títulos e temas. São imagens de pessoas peladas em festas (que nem são nas universidades) e protestos e memes dizendo que os alunos das federais levam mais de 12 anos pra formar, pois só usam drogas. Claramente é um esforço orquestrado. Trabalho de profissional. Segue o mesmo estilo da campanha eleitoral. Quem financia essa fábrica de desinformação?

[Las imágenes incluyen] monografías/disertaciones/acontecimientos ridiculizados por sus títulos y temas. Hay imágenes de personas desnudas en fiestas (que ni siquiera son en las universidades) y protestas y memes que dicen que a los universitarios le toma 12 años graduarse porque usan drogas. Es claramente un esfuerzo orquestado. Trabajo de un profesional. Es el mismo estilo de la campaña electoral. ¿Quién financia esta fábrica de desinformación?

Un artículo del sitio web Ciência na Rua («Ciencia en la calle») sostiene que las universidades públicas producen el 95 % de investigación científica en Brasil. Un estudio de la consultora estadounidense Clarivate Analytics de 2018 señala que de las 20 principales universidades con la más destacada producción de investigación, 15 pertenecen a la red federal.

El día de las protestas, el ministro Weintraub fue citado para declarar sobre los recortes presupuestales en la Cámara de Diputados del Congreso.

«El Gobierno quiere demoler la educación porque echa abajo al Gobierno.

«El 95 % de la investigación brasileña se hace en las universidades públicas».

«No hay conocimiento sin inversión».

«Al inicio de todo desastre hay científicos que fueron ignorados».
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«Bolsonaro es enemigo de la educación».

«La educación es un acto de amor y coraje».

Mientras tanto, Bolsonaro estaba en Estados Unidos, en Texas, donde se reunió con el expresidente estadounidense George W. Bush. Cuando se le preguntó sobre las protestas, el presidente dijo:

É natural [que haja protesto], agora a maioria ali é militante,  não tem nada na cabeça, se perguntar 7×8 pra ele, não sabe.  Se você perguntar a fórmula da água, não sabe, não sabe nada. São uns idiotas úteis, uns imbecis, que estão sendo usados como massa de manobra de uma minoria espertalhona que compõe o núcleo de muitas universidades federais no Brasil.

Es natural [que haya protestas], ahora la mayoría ahí es militante. No tienen nada en la cabeza. Si se les pregunta cuánto es 7×8, no saben. Si preguntas la fórmula del agua, no saben. No saben nada. Son idiotas útiles, imbéciles, los está usando como masa de maniobra una minoría pedante que compone el núcleo de muchas universidades federales en Brasil.

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