El 12 de junio, miles de manifestantes bloquearon las principales calles alrededor de la sede del Gobierno de Hong Kong y del Parlamento en el distrito Admiralty para evitar que las autoridades gubernamentales presentaran enmiendas a la polémica ley de extradición. El secretario del Consejo Legislativo anunció que la sesión programada para las 11 de la mañana se aplazaría hasta nuevo aviso después de que los legisladores no consiguieran llegar al complejo del Consejo Legislativo.
This is not the 2014 #UmbrellaMovement. This is #HongKong now.
Just after Sunday's million-strong protest, the HK gov announced it would continue to push the #extraditionbill. The parliament is to debate it today & this is the people's way of stopping it.
Pic: Tanya Chan's FB pic.twitter.com/UUzeK0tSRp
— Venus Wu (@wu_venus) June 12, 2019
Esto no es la Revolución de los Paraguas de 2014. Esto es Hong Kong actualmente.
Justo después de la manifestación de millones de personas el domingo, el Gobierno de Hong Kong anunció que seguiría adelante con la ley de extradición. El Parlamento lo va a debatir hoy y así lo impide la gente.
Imagen de la cuenta de Facebook de Tanya Chan.
Las protestas que bloquearon las calles se produjeron después de una manifestación que tuvo lugar el 9 de junio en la que más de un millón de personas tomaron las calles contra las enmiendas propuestas a la Ley sobre Delincuentes Fugitivos y Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal (Enmienda). La propuesta de ley brindaría una base legal para que la jefa ejecutiva y los tribunales locales pudieran encargarse caso por caso de las peticiones de extradición de las autoridades de China continental, Taiwán y Macao. Los manifestantes creen que las enmiendas facilitarían que China continental arrestara a críticos, disidentes o hasta periodistas de Hong Kong.
Poco después de la manifestación, el Gobierno hizo una declaración en la que insiste que se seguiría adelante con la segunda lectura de la ley el 12 de junio. Esta postura rígida del Gobierno provocó una serie de enfrentamientos violentos entre la policía y cientos de jóvenes manifestantes congregados a las puertas del Consejo Legislativo el 10 de junio.
La policía arrestó a 31 manifestantes y tomó nota de la identificación de otros 358 que pasaron allí la noche después de la manifestación. Aproximadamente, el 80 % tenía entre 16 y 25 años.
El 10 de junio, la jefa ejecutiva, Carrie Lam, continuó defendiendo la ley e insistió en que Hong Kong tiene «el deber de resolver esa deficiencia». El presidente del Legislativo, Andrew Leung, decidió que los legisladores de Hong Kong tendrían que votar la polémica ley el 20 de junio.
El ente organizador de la manifestación del domingo, la asociación Frente por los Derechos Humanos Civiles, convocó otra serie de manifestaciones a las puertas de la sede del Gobierno para detener al Gobierno a partir del 12 de junio. Los sindicatos estudiantiles de siete instituciones universitarias de Hong Kong, incluidas la Universidad China y la Universidad Bautista, han animado a los estudiantes a boicotear las clases y a unirse a la manifestación. Más de un centenar de empresarios de Hong Kong de todos los sectores de la industria se han comprometido a suspender sus negocios o a apoyar a los trabajadores que decidan manifestarse.
Aproximadamente 2000 manifestantes pasaron la noche a las puertas del Consejo Legislativo el 11 de junio y más manifestantes se les unieron la mañana siguiente. Sobre las 8 de la mañana, miles de manifestantes ocupaban las principales calles (concretamente Lung Wo Road y Harcourt Road) alrededor del edificio del Consejo Legislativo. Jerome Taylor, jefe de la oficina de la agencia de noticias AFP para Hong Kong, Taiwán y Macao, tuiteó:
Pepper spray deployed again pic.twitter.com/1wNCzqrYre
— Jerome Taylor (@JeromeTaylor) June 12, 2019
Se vuelve a usar gas pimienta.
Aunque el bloqueo de los manifestantes consiguió detener la sesión prevista para la mañana del 12 de junio, las reglas internas permiten que el presidente del Consejo Legislativo reanude la reunión con un aviso de tan solo una hora de antelación.