«Académicos por la paz» defienden sus creencias en Turquía desde la cárcel y el exilio

Manifestación de Académicos por la Paz. Captura de pantalla de un video de YouTube publicado en marzo de 2017 en el canal de Bostonbul en YouTube.

Han pasado tres años y medio desde que Académicos por la Paz (AP o Baris icin Akademisyenler en turco) le dijo claramente al Gobierno turco «no seremos parte de este crimen».

Su declaración subió de tono hasta convertirse en un rotundo rechazo a la violencia militar perpetrada en el sureste turco, habitado por una numerosa población kurda. En ese momento, los civiles llevaban la peor parte en los violentos enfrentamientos entre las fuerzas turcas y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), clasificado como organización terrorista en Turquía. La petición obtuvo más de 2000 firmas contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, que había iniciado la ofensiva militar en la región.

Global Voices habló con Asli Telli Aydemir, uno de los firmantes y que actualmente vive fuera del país, para conocer las raíces del movimiento AP y su futuro dentro y fuera de las fronteras turcas.

Global Voices: ¿Cómo comenzó Académicos por la Paz?

Asli Telli Aydemir: At the end of 2015, the predominantly Kurdish regions of Turkey entered an intensifying spiral of violence. Curfews were enforced in different cities and districts lasting for months. Entire neighborhoods were demolished, leaving people homeless. Many lost their lives. In the face of these developments, more than 2000 academics decided not to remain silent and issued a statement entitled “We will not be a party to this crime!”. The petition called on the government and the security forces to abide by domestic and international law and to return to the peace process that had been interrupted after the national elections of June 7, 2015.

Asli Telli Aydemir: A finales de 2015, las regiones predominantemente kurdas de Turquía entraron en una espiral de violencia. Se impuso el toque de queda en distintas ciudades y distritos durante meses. Se demolieron barrios enteros, la gente se quedó en la calle. Muchos perdieron la vida. En vista de estos hechos, más de 2000 académicos decidieron romper su silencio y publicaron una declaración titulada «¡No seremos parte de este crimen!». El escrito pedía al Gobierno y a las fuerzas de seguridad que cumpliesen las leyes nacionales e internacionales y volvieran al proceso de paz, interrumpido tras las elecciones nacionales del 7 de junio de 2015.

GV: ¿Qué consecuencias hubo para los firmantes?

ATA: After the petition was made public on January 11, 2016, the Academics for Peace were specifically targeted by the President and subsequently turned into objects of hatred and defamation in the media. Since then, we have been attacked, threatened and turned into subjects of administrative and criminal investigations. Hundreds of signatories have been dismissed from their positions by order of the Council of Education and university administrations. At least 400 passports were also invalidated, preventing these academics from travelling abroad. In December 2017, judicial proceedings were initiated against the signatories, on the charge of “propaganda for a terrorist organization.” Until mid-June this year, 742 petition signatories have been charged, including myself, with sentences already handed down to about 190. Many verdicts came with prison terms of 15 months. Some of the academics receiving these sentences conceded to waive their right to file an appeal, an option open only to those who were sentenced to prison terms of less than two years. Waiving the right of appeal turns the prison term into a suspended sentence, effective for five years, during which similar “crimes” will result in immediate imprisonment and additional charges. This suspended sentence has served as a powerful silencing mechanism. The close of last year (December 2018) saw sudden increases in the prison terms, above the two-year limit.

ATA: Después de que la petición se hizo pública el 11 de enero de 2016, los miembros de Académicos por la Paz se convirtieron en objetivos del presidente, y por ende, en objetos de odio y difamación en los medios de comunicación. Desde entonces hemos sido atacados y amenazados, y hemos sufrido investigaciones administrativas y criminales. Cientos de firmantes han sido expulsados de sus puestos de trabajo por orden del Consejo de Educación y de las administraciones universitarias. Al menos 400 pasaportes han sido invalidados, lo que ha impedido que sus titulares puedan viajar al extranjero. En diciembre de 2017 se iniciaron procesos judiciales contra los firmantes, con acusaciones de «propaganda de organización terrorista». Hasta mediados de junio de este año, 742 firmantes han sido procesados, inlduido yo mismo, y unos 190 condenados. Muchos veredictos eran penas de prisión de 15 meses. Algunos de los académicos sentenciados han renunciado a su derecho de apelar, opción abierta solo a penas de cárcel de menos de dos años. Esta renuncia suspende la condena por un periodo de cinco años, durante el cual, cualquier «delito» similar resultaría en un encarcelamiento inmediato y acusaciones adicionales. Esta sentencia suspendida ha resultado ser un poderoso mecanismo silenciador. A finales del año pasado (diciembre de 2018) se apreció un repentino aumento de las penas de prisión, por encima del límite de dos años.

GV: AP comenzó en Turquía pero ahora es una red global. ¿Puedes hablarnos de eso?

ATA: AfP found solidarity from academics across the world, with the hypotheses blog, curated by Academics for Peace Germany e.V.  playing a vital role. It serves as an archive of how law is operationalized for the suppression of academic freedom in Turkey and elsewhere. AfP network initiatives in Germany, UK and the US help empower collaborative advocacy regarding acts of persecution by the State against academics. We, as academics in exile, try our best to address rights violations in Turkey and form solidarity collectives, in alliance with democratic organizations and labor unions in Europe and the US.

ATA: AP ha recibido la solidaridad de académicos de todo el mundo en el blog hypotheses, administrado por Académicos por la Paz – Alemania, que ha desempeñado un papel esencial. Constituye un valioso archivo de cómo se manipula la ley para conseguir la supresión de la libertad de cátedra en Turquía y el resto del mundo. Las iniciativas de la red AP en Alemania, Reino Unido y Estados Unidos ayudan a potenciar la denuncia colaborativa de la persecución estatal contra los académicos. Como académicos en el exilio, intentamos por todos los medios hablar de las violaciones de los derechos fundamentales en Turquía y formar colectivos solidarios en alianza con organizaciones democráticas y sindicatos obreros en Europa y Estados Unidos.

GV: ¿Los académicos críticos pueden esperar juicios justos en Turquía?

ATA: Unfortunately not. There have been many cases of arbitrary interpretations of prosecutors and judges. The AfP network in Turkey has managed to create a solidarity and monitoring hub for the trials in dozens of penal courts, throughout the country. The calendar of hearings shows the schedule and number of scheduled hearings on a daily basis beginning from February 2018 and running through September 2019. A quick glance at these court records shows that a 15-month sentence with deferral is the most common verdict. At present, there are 35 cases where convictions have not been deferred (those convicted face jail immediately). None of the verdicts have been overturned on appeal.

ATA: Lamentablemente no. Ha habido muchos casos de interpretaciones arbitrarias de la ley por parte de jueces y fiscales. La red AP en Turquía ha conseguido crear un núcleo de solidaridad y vigilancia de los juicios en decenas de cortes penales en todo el país. El calendario de audiencias muestra a diario las incidencias de los juicios finalizados y previstos desde febrero de 2018 a septiembre de 2019. Con un rápido vistazo a esos registros judiciales se aprecia que el veredicto más habitual es de 15 meses de prisión aplazados. En la actualidad, hay 35 casos en los que no se ha aplazado la pena (los convictos deben entrar en la cárcel inmediatamente). Ninguna sentencia ha sido anulada en apelación.

GV: ¿Puedes hablarnos de sus colegas encarcelados?

ATA: On May 8, 2019 one of our dear colleagues, Prof. Füsun Üstel began serving time in the Eskisehir H-type women’s prison. She is expected to serve an 11-month (reduced from 15 months due to related legal clauses) sentence unless no other amendments or interim decisions are made. Her deferral application was rejected. Our protests and calls for action have received some attention from the international media and higher education institutions, but the actual bodies responsible remain silent. Furthermore, our dear colleague, Assoc. Prof. Tuna Altinel was detained and shortly after imprisoned in Balikesir on May 11, 2019 simply because he contacted police and enquired about his travel ban. Dr. Altinel cannot go to France and continue his university work in Lyon due to the charge of “propagandizing for a terrorist organization” during an academic a panel discussion in Lyon. During the panel in question, Altinel translated the speech of a former lawmaker for the Peoples’ Democratic Party (HDP), Faysal Yildiz, from Turkish into French.

ATA: El 8 de mayo de 2019, una de nuestras colegas más queridas, la profesora Füsun Üstel, entró en la prisión de mujeres de Eskisehir. Se espera que cumpla una condena de 11 meses (una de 15 meses reducida por claúsulas legales) a menos que se apliquen otras enmiendas o resoluciones. Su solicitud de suspensión fue rechazada. Nuestras protestas y convocatorias de acciones han despertado algo de atención de los medios internacionales e instituciones de educación superior, pero los entes responsables se mantienen en silencio. Además, nuestro apreciado colega Tuna Altinel fue detenido y poco después encarcelado en Balkesir el 11 de mayo de 2013, solo porque contactó a la policía para preguntar por su prohibición de viajar. El doctor Atinel no puede ir a Francia para continuar con su trabajo en la Universidad de Lyon por estar acusado de «propaganda de una organización terrorista» por su intervención en un debate académico en Lyon. Durante esta ponencia, Altinel tradujo al francés el discurso de un antiguo abogado del Partido Demócrata del Pueblo (PDP), Faisal Yildiz.

GV: ¿Cuál es el futuro de AP?

ATA: As of today, around a dozen local academic initiatives linked to AfP have grown up in Turkey: Sans Campus, Kültürhane, Ucurtma Café, Ada-Coop, Birarada Association, Kocaeli Academy for Solidarity, Street Academy, students`solidarity initiative Köstebek Akademi, Association for Migration Research are just some of the most inspiring examples. Critical pedagogies, in some instances anti-pedagogies, are taking root, based on knowledge-sharing without hierarchical structures. Off-University e.V. was established to support academics who have been purged from their institutions, forced to resign, who were legally and politically persecuted and even imprisoned because of their opinion and research. This initiative deserves attention. Another solidarity project is Mapping Funds, a collaborative digital mapping effort to analyze diversified support networks and funds attributed to at-risk scholars in/from Turkey. These efforts ensure that critical knowledge is preserved and disseminated.

ATA: Hasta ahora, en Turquía se han creado cerca de una docena de iniciativas académicas vinculadas a AP: Sans Campus, Kültürhane, Ucurtma Café, Ada-Coop, Birarada Association, Kocaeli Academy for Solidarity, Street Academy, students`solidarity initiative Köstebek Akademi o Association for Migration Research son solo algunos de los ejemplos más inspiradores. Se están arraigando pedagogías críticas, en algunos casos antipedagogías, basadas en el conocimiento compartido sin estructuras jerárquicas. La web Off-University se estableció para dar apoyo a los académicos que han sido purgados o se han visto forzados a dimitir de sus instituciones, que han sufrido persecución legal y política, o incluso han acabado en la cárcel por sus opiniones y sus investigaciones. Esta iniciativa merece nuestra atención. Otro proyecto solidario es Mapping Funds, un proyecto colaborativo de mapeo digital para analizar las diversas redes y fondos de apoyo atribuidos a eruditos en riesgo dentro y fuera de Turquía. Estos esfuerzos aseguran la preservación y difusión del conocimiento crítico

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