Padres y estudiantes amenazan con demandar a agencia de empleo butanesa tras debacle de «aprende y gana» en Japón

bhutan parents

«Dificultades de los estudiantes butaneses en Japón». Representantes del Comité de Padres del Programa Aprende y Gana de Bután hablan a los medios en Tokio, febrero de 2019. Captura de pantalla del canal de YouTube del Club de Corresponsales Extranjeros de Japón.

Todo empezó como una oportunidad muy prometedora para los estudiantes butaneses. Desde 2017, el Gobiero de Bután ha enviado cerca de 800 estudiantes butaneses a Japón dentro del programa “Aprende y gana” como parte de un impulso para aumentar las oportunidades de empleo para los ciudadanos del reino ubicado en los Himalayas.

El programa, supervisado por el Ministerio de Trabajo y Recursos Humanos de Bután, contacta a estudiantes que viajan a Japón para inscribirse en escuelas de japonés con préstamos sin garantías que ofrecen instituciones financieras butanesas, con la esperanza de que trabajen para devolver la inversión.

Sin embargo, la realidad estaba lejos de la expectitiva de los estudiantes, que se quejaron de haber enfrentado extorsión, amenazas y dificultades en su estadía en Japón. En diciembre de 2018, un estudiante butanés de 24 años se suicidó y otros contrajeron tuberculosis.

Una fuente de mano de otra barata y explotable

Los programas de capacitación y empleo en el extranjero de Bután se iniciaron en octubre de 2013 para dar empleo a los ciudadanos butaneses. Como parte de la estrategia, el Gobierno de Bután dispuso un programa de capacitación con Japón, donde se capacitaría a los estudiantes butaneses con habilidades valiosas que aplicarían a su regreso al país. En la creación del programa, el Partido Popular Democrático de Bután, en el poder en ese momento, se comprometió a crear 82 000 empleos para 2018.

La iniciativa butanesa usa el «Plan 300 000 estudiantes extranjeros» de Japón, lanzada en 2008 con la finalidad de aumentar la cantidad de estudiantes o pasantes extranjeros en Japón de 140 000 a 300 000 estudiantes hacia 2020. Sin embargo, los pasantes extranjeros, como los que llegan a Japón de Bután en el programa Aprende y gana suelen terminar como una fuente de mano de otra barata y explotable, con poco apoyo de sus anfitriones japoneses.

Muchos estudiantes butaneses del programa Aprende y gana tomaron préstamos, sobre todo para cubrir el costo de los pasajes aéreos de ida y vuelta a Japón, cursos obligatorios de japonés y vivienda. Sin embargo, como los empleadores japoneses pagan remueraciones muy bajasm los estudiantes deben tener al menos dos empleos y vivir en condiciones miserables para poder cumpir con los préstamos. A los estudiantes los obligan por contrato a invertir tiempo y altos montos de colegiaturas en clases de japonés para llegar al nivel N2 en el examen de dominio de japonés (JLPT) necesario para trabajar.

Dadas sus malas condiciones de vida y dietas, muchos pasantes se enferman de estrés físico y mental. También hubo informes de participantes de Aprende y gana sometidos a trabajo forzado, robo de pasaportes y descuentos ilegales de remueración por parte de los empleadores japoneses.

Sin investigación previa sobre condiciones de vida y trabajo

Se informa que 500 estudiantes del programa Aprende y gana están listos para presentar denuncias. Nagwang Tobgay, asesor legal del Comité de Padres del Programa Aprende y Gana presentaron las acusaciones en una conferencia de prensa en Club de Corresponsales Extranjeros de Japón, en Tokio en febrero de 2019:

Los padres sostienen que el Ministerio de Trabajo de Bután no investigó las condiciones de trabajo y de vida en Japón para los estudiantes antes de lanzar el programa. El Ministerio de Trabajo tuvo que suspender el registro del programa Aprende y gana a los cinco meses por la abrumadora cantidad de solicitantes.

Los participantes de Aprende y gana de Bután debían ser recibidos y atendidos en Japón por Apoyo a la Nueva Partida (SND), organización afiliada con el Gobierno japonés. Los padres sostienen que SND no hizo nada para ayudar a los estudiantes butaneses, que enfrentaron extorsión y amenazas de los empleadores y otros.

Antes de la conferencia de prensa de 2019 en Tokio, ya habían surgido preguntas sober el plan del Gobierno butanés de enviar estudiantes a Japón.

Empresa de alimentación en el ojo público

Tras el suicidio del estudiante en 2018, la agencia Empleo de Bután en el Extranjero (BEO), elegida y certificada por el Ministerio de Trabajo de Bután para alimentar a los participantes del programa Aprende y gana de Japón, está en el ojo público en Bután. La Comisión Anticorrupción del país pidió la cancelación de la licencia comercial de Empleo de Bután en el Extranjero, que la comisión considera que se concedió ilegalmente.

En agosto de 2018, el periodista japonés Idei Yasuhiro (出井康博) publicó un informe sobre el programa en la revista Foresight que fue traducido al inglés por activistas butaneses. En el informe, Idei señaló:

The Japanese Government set up “the foreign students 300,000 plan” back in 2008. The goal was achieved in 2017, but in reality, the figure was attained by the increase of those students in disguise who, in reality, have come to Japan with a purpose of finding higher-paying work than the ones in their home countries.

El Gobierno japonés inició el “plan 300 000 de estudiantes extranjeros” en 2008. El objetivo se logró en 2017, pero en realidad la cifra se obtuvo por el aumento de estudiantes disfrazados que, en realidad, fueron a Japón con la finalidad de encontrar trabajo mejor remunerado que en su país de origen.

La investigación de Idei del programa Aprende y gana duró seis meses e incluyó comunicación con el director de Empleo de Bután en el Extranjero y su esposa —que es japonesa— además del Ministerio de Trabajo y Recursos, y el Consulado de Japón en Thimphu, Bután.

En el artículo, Idei narra la historia de un estudiante butanés que pidió un préstamo de 700 000 ngultrum (9859 dólares) del Banco de Desarrollo de Bután y entregó la suma en efectivo a Empleo de Bután en el Extranjero:

Dorji (alias, in his 20’s) from Thimphu, Bhutan, came to Tokyo as an overseas student going to a Japanese language school. In his first year in Japan, he owed Nu 700,000 (1,150,000 JPY) for his school tuition fees, traveling and living expenses. In Bhutan, the average salary of a civil servant is about Nu 20,000 (30,000 JPY). So, Nu. 700,000 is a huge sum to bear. [..]

Dorji has two part-time jobs where he spends easily over 28 hours a week, which means he is working longer hours than he is legally allowed as a student visa holder in Japan. [..]

Dorji is now registered in a language school in Japan and has a morning shift 6 days a week. In the afternoon, he takes his Japanese lessons in school, and then for 3 to 4 days every week, after class, he goes for his night shift work in a warehouse where he packs lunch boxes for convenience stores. When he gets a night shift, he barely gets any sleep.

With his pale face and thin build, it did not come as a surprise when he said he had lost over 5 kg since arriving in the country. [..] Just like Dorji, most of the Bhutanese students are experiencing a series of hardship and misfortune in Japan in their debt-ridden lives.

Dorji (no es su nombre, veinteañero) de Thimphu, Bután, llegó a Tokio como estudiante extranjero a una escuela de idiomas japonesa. En su primer año en Japón, debía 700 000 ngultrum (1 150 000 yens japoneses) para su matrícula, gastos de viaje y para vivir. En Bután, el sueldo promedio de un trabajador civil es de unos 20 000 ngultrum (30 000 yens japoneses). Entonces, 700 000 ngultrum es una suma enorme. […]

Dorji tiene dos empleos a tiempo parcial donde pasa cerca de 28 horas a la semana, lo que significa que trabaja más horas que las permitidas por ley como estudiante con visa en Japón. […]

Dorji está registrado en una escuela de idiomas en Japón tiene un turno matutino seis veces a la semana. Por las tardes, toma sus lecciones de japonés y luego, tres o cuatro días a la semana, por la tarde, después de sus clases, va a la escuela nocturna en un depósito donde empaca cajas para tiendas. Cuando trabaja de noche, casi no duerme.

Con su cara pálida y contextura delgada, no fue sorpresa cuando dijo que había bajado cinco kilos desde su llegada al país. […] Como Dorji, la mayoría de estudiantes butaneses pasan por una serie de dificultades en Japón en sus endeudadas vidas.

Sin embargo, según Idei, Empleo de Bután en el Extranjero prometió a los estudiantes como Dorji:

You will earn an enormous amount of money in Japan as you have never seen before in Bhutan. Though it is illegal for you to work for over 28 hours a week in Japan, it won’t be hard to work around the laws. You can pay off your debts in no time.

Ganarás mucho dinero en Japón, como nueva viste en Bután. Aunque es ilegal que trabajes más de 28 horas a la semana en Japón, no será difícil que se eluda la ley. Podrás pagar tus deudas en nada de tiempo.

El informe de Idei también señala que el contrato suscrito entre Dorji y Empleo de Bután en el Extranjero afirmaba que ganaría 150 000 yens japoneses al mes (1390 dólares). Para ganar esa cantidad, el valor de la hora debería ser 1200 yens japoneses como mínimo (11.12 dólares), algo prácticamente inalcanzable para quien no habla japonés.

Aunque un estudiante recibiera ese salario con mucho esfuerzo, más de 23 000 yens japoneses (213 dólares) irían al pago de préstamos. Otros gastos mensuales incluirían arrendamiento (para vivienda compartida) de 20 000 yens japoneses (185 dólares) y matrículas de 70 000 yens japoneses (casi 650 dólares), para un total de 800 000 yens japoneses (7415 dólares) anualmente para clases obligatorias de japonés.

En la práctica, los estudiantes están varados en Japón, pues deben pagar grandes préstamos antes de regresar a Bután.

Hasta ahora, el Gobierno butanés ha respondido con el aplazamiento de los préstamos estudiantiles. El ministro de Trabajo, Ugyen Dorji, sostuvo que los problemas que enfrentan los jóvenes butaneses no son tan severos como dicen los medios sociales y los medios butaneses y japoneses. Dijo que cerca del 80 % de jóvenes en Japón pagan cuotas frecuentes de sus préstamos y que el Gobierno continuará con el programa.

Namgay Zam, director ejecutivo de la Asociación de Periodistas de Bután colaboró con este artículo.

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