Organización y futuro de las protestas antiextradición en Hong Kong

Captura de pantalla del canal de YouTube del café Brew Note.

Tras las protestas antiextradición de 2019 que arrasaron Hong Kong, el café local Brew Note organizó un encuentro público para hablar sobre la nueva generación de manifestantes en la isla. El orador invitado fue el profesor Francis Li, director de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad China de Hong Kong, quien expresó ideas sobre cómo los manifestantes pudieron organizarse a tan gran escala y habló sobre el futuro del movimiento.

La serie de protestas comenzó en marzo de 2019 en respuesta al intento del Gobierno de Hong Kong de enmendar la legislación sobre delincuentes fugitivos y asistencia legal mutua en asuntos penales. De haberse aprobado, el proyecto de ley habría facultado al jefe ejecutivo y a los tribunales locales tramitar caso por caso las solicitudes de extradición de territorios sin acuerdos previos, incluidos Taiwán y China. Las movilizaciones masivas del 9 y 16 de junio lograron suspender la negociación del proyecto de ley en el Consejo Legislativo. Sin embargo, los manifestantes estaban indignados por la represión policial de las protestas del 12 de junio y exigieron que el Gobierno investigara la mala conducta policial y la renuncia de la directora ejecutiva, Carrie Lam.

La campaña antiextradición, en la que más de dos millones de personas salir a las calles solo el 16 de junio, ha conmocionado a todos en Hong Kong. La magnitud de la respuesta ha llevado a muchos a preguntarse cómo se organizaron las protestas y cómo pudieron movilizar las mayores protestas en la historia de Hong Kong. Las observaciones del profesor Francis Li arrojan luces sobre estas cuestiones. A continuación, presentamos un resumen de la presentación de Li:

Organización de código abierto de las protestas

Aunque muchos pensaron que la protesta contra la extradición era una campaña sin líderes, Li aclara que inicialmente existió una entidad organizadora central para ayudar a la coordinación. La campaña contra la extradición se inició el 28 de abril con una manifestación organizada por el Frente Cívico de Derechos Humanos (CHRF, por sus siglas en inglés), coalición de ONG locales. Los mítines masivos del 9 y 16 de junio también fueron organizados por la CHRF, ya que la ley exige que todas las manifestaciones tengan un permiso de la policía. Además, la coalición tiene fuertes conexiones con el sector pandemocrático, y Li añade que la mayoría de sus partidarios son liberales y moderados políticos.

Además de una plataforma de organización central, Li destaca las muchas otras protestas y acciones de la periferia movilizadas en línea a través del foro LIHKG y los canales de mensajería móvil de Telegram. También se apresuró a señalar que estas redes espontáneas no estaban asociadas con la CHRF y que los miembros de estas plataformas no seguían las instrucciones de la CHRF ni de ningún otro legislador pandemócrata. Durante la campaña, las figuras públicas actuaron como facilitadoras al proporcionar asistencia a las multitudes que ya estaban protestando. Li afirma que si una figura pública intentaba hacer un discurso o dar instrucciones de alguna manera durante las protestas, las multitudes la abucheaban. No querían que los dirigieran.

En el foro de LIHKG y en los grupos abiertos de Telegram, los comentarios populares y las sugerencias ocupaban las primeras posiciones [en las conversaciones]. Los manifestantes usaban la plataforma para hacer dar ideas de protesta, alguien recogía las más populares y formaba un equipo para hacer un seguimiento y trazar un plan.

Li comparó este método con una organización de tecnología de código abierto en la que alguien propone un código central y otra persona lo recoge fácilmente después para elaborar sus propios productos. Un modelo de organización descentralizada como este se considera más creativo y eficaz. Fomenta la participación y el costo de los fallos se reduce al mínimo, pues con muchos equipos en funcionamiento, uno o dos fallos no afectarían a toda la línea de producción.

Para Li, las nuevas plataformas de comunicación, como LIHKG y Telegram, facilitan esta organización descentralizada. Telegram permite canales públicos con decenas de miles de suscriptores, mientras que la función de clasificación de LIHKG, similar a la de Reddit, permite saber qué opiniones son las más populares.

Los jóvenes salieron en masa

A continuación, una encuesta inicial sobre los datos demográficos de los manifestantes antiextradición realizada por un equipo de investigación multiuniversitario al que pertenece Li:

  • El 6 de junio, el 26.3 % de los manifestantes tenía 22 años o menos y el 44.5 % tenía 30 años o menos. El resultado fue similar a la concentración del 1 de julio de 2003;
  • El 16 de junio, el 30.8 % de los manifestantes tenía 22 años o menos y el 57.1 % tenía 30 años o menos;
  • El 17 de junio, el 49.1 % tenía 22 años o menos y el 81.4 % tenía 30 años o menos;
  • El 21 de junio, en el exterior de la estación policial, el 63.9 % tenía 22 años o menos y el 91.7 % tenía 30 años o menos;
  • En la reunión del 29 de junio en el distrito Central, el 38 % tenía 22 años o menos y el 75.8 % tenía 30 años o menos.

La mayoría de jóvenes que participó en las protestas empezaron a prestar atención al asunto de la antiextradición a finales de mayo, después de que los estudiantes y exalumnos de cientos de escuelas de secundaria firmaron una campaña conjunta.

Según la encuesta realizada el 21 de junio entre los jóvenes manifestantes, entre el 86 y 89 % opinó que Telegram es un canal de comunicación importante para organizarse.

En cuanto al papel de la CHRF, el 81 % de los jóvenes encuestados de 20 años o menos consideró que la plataforma era importante; el 74.6 % de los encuestados, de 21 a 25 años, la consideró importante y el 65.5 % de los encuestados, de 26 a 30 años, también la considera importante. En resumen, señala Li, cuanto más jóvenes son los manifestantes, más reconocen el importante papel de la CHRF.

Sobre la cuestión de si estaban de acuerdo o no con la opinión de que las protestas radicales causarían una reacción social negativa, el equipo de investigación encontró que el 62.2 % de los jóvenes de 20 años o menos estaba de acuerdo, el 54.8 % de los de 21 a 25 años estaba de acuerdo y el 53.3 % de los de 26 a 30 años estaba de acuerdo.

El futuro de las protestas antiextradición

Según Li, el modelo de organización descentralizada funciona bien para las campañas defensivas de un solo tema, pero puede que no sea el mejor enfoque a largo plazo. Después de que el Gobierno redacte el proyecto de ley y la campaña presente una lista de nuevas demandas, sin una organización centralizada será difícil negociar con el Gobierno, ya que nadie puede representar a la campaña.

Hay diferentes tipos de movimientos sociales, uno es una campaña basada en un único tema, como las protestas Paraguas de 2014 y las protestas contra la extradición. Estos pueden llevar a movimientos a largo plazo como los que se produjeron después de la concentración de julio de 2003, cuando surgieron muchos medios de comunicación independientes en línea. Se observaron acontecimientos similares después de las protestas masivas por la democracia en 2014, cuando algunos manifestantes formaron grupos activistas que abogaban por el «localismo» y algunos comenzaron a trabajar en la construcción de comunidades a nivel de base.

Según Li, cómo los manifestantes cotnra la extradición encuentran su propia posición en el movimiento sigue siendo tema abierto.

Más historias sobre las protestas antiextradición de Hong Kong en Global Voices.

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