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Mujeres jamaicanas abordan la crisis climática desde todos los frentes

Categorías: Caribe, Jamaica, Ambiente, Juventud, Medios ciudadanos, Mujer y género

La periodista, bloguera y activista ambiental Petre Williams Raynor (derecha) habla con un pescador en Negril, Jamaica. Foto de Emma Lewis, utilizada con autorización.

Este artículo se ha adaptado a partir de una presentación de Emma Lewis, colaboradora de Global Voices, que participó en la primera edición de las conferencias “She Speaks” [1] (Ella habla), llevadas a cabo en Kingston, Jamaica, el 18 de junio de 2019. 

A nivel global, los alarmantes cambios en el ambiente [2] afectan de manera desproporcionada a las mujeres en naciones en vías de desarrollo, sobre todo por sus condiciones de bajo nivel económico y social. En Jamaica, las mujeres son cabeza de familia en aproximadamente un 46 % [3] de hogares y sobre ellas recae la responsabilidad proveer refugio, agua y seguridad alimentaria.

Aunque un poco tarde, las agencias internacionales se han percatado de la necesidad [4] de involucrar a las mujeres en el combate a la crisis climática a través de planes de accion y políticas con orientación de género.

En septiembre de 2018, Una May Gordan, directora de la División de Cambio Climático del Gobierno de Jamaica, reunió a un grupo de especialistas de género y expertos en temas climáticos de la región para brindar un taller [5] junto a la Entidad para la Equidad de Género y Empoderamiento Femenino de Naciones Unidas (UN Women) en Kingston.

Así, cada vez más mujeres jamaicanas —a nivel internacional, regional y local— contribuyen a la lucha contra el cambio climático.

Ingrid Parchment, directora ejecutiva de la Fundación para el Manejo del Área Costera Caribe (C-CAM, por sus siglas en inglés) (izquierda), conversa con Una May Gordon de la División para el Cambio Climático durante la firma de un acuerdo de subvención en la sde de C-CAM en  Salt River, Clarendon, Jamaica. Foto por Emma Lewis, utilizada con autorización.

Luego de que la senadora Kamina Johnson Smith firmó [6] el histórico acuerdo de París en representación de Jamaica durante la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático, el 22 de abril de 2016, gran parte de los esfuerzos asociados a las negociaciones con Naciones Unidas recayeron sobre Una May Gordon. Con un enfoque en objetivos a largo plazo, obtuvo financiamiento sostenido [7] para las iniciativas de Jamaica en relación al cambio climático, y apoyó a su vez los esfuerzos de la Alianza de Pequeñas Naciones Insulares [8] por limitar las emisiones globales a no más de 1.5 grados sobre los niveles preindustriales. Este fue un punto crítico de la histórica Conferencia por el Cambio Climático de Naciones Unidas en París, después de la cual las naciones caribeñas lanzaron una gran campaña encabezada por Santa Lucía y Jamaica llamada “1.5 para seguir viviendo” [9]. Gordon también realiza foros frecuentes sobre temas relacionados con el cambio climático y encabeza las iniciativa de educación pública del Gobierno sobre crisis climática.

Le-Anne Roper, directora técnica de adaptación de la División de Cambio Climático, en una conferencia regional. Foto de Emma Lewis, usada con autorización.

En Naciones Unidas, Jamaica y otras 15 islas del Caribe trabajan bajo el ámbito de la Alianza de Pequeños Estados Insulares [10] (AOSIS) para asegurarse de que la región está cumpliendo objetivos climáticos cruciales. Le-Anne Roper [11] es directora técnica principal para la adaptación, rubro fundamental de preocupación para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo. Las naciones pequeñas, como las que conforman el archipiélago caribeño, no son en gran medida responsables de los niveles de emisión producidos por los países desarrollados, pero les corresponde adaptarse al impacto de la crisis climática, que ya está afectando a sus economías de manera más aguda. Lo hacen principalmente a través de la búsqueda de financiación para proyectos comunitarios como el Programa Piloto de Resiliencia Climática [12], con sede en Kingston, que beneficia a seis islas del Caribe, incluida Jamaica.

La ministra de Ciencia, Energía y Tecnología de Jamaica, Fayval Williams [13] –primera mujer en ocupar este cargo– también tiene un papel fundamental. En octubre de 2018, el Gobierno anunció que el país aumentaría su muy modesto objetivo del 30 % de energías renovables al 50 % para 2030. Desde entonces, la ministra Williams, con formación en finanzas, ha defendido la exitosa oferta pública inicial [14] (OPI) del parque eólico de Wigton [15]. En un movimiento innovador, las acciones fueron ofrecidas a ciudadanos jamaicanos por mil dólares de Jamacia (alrededor de $7.50 USD) cada uno. Casi 12 000 nuevos inversionistas, en su mayoría jóvenes (alrededor del 38 % del total de suscriptores), obtuvieron acciones para la mayor instalación eólica del Caribe angloparlante.

Los bosques y los manglares, fundamentales para frenar el ritmo del cambio climático, siguen siendo un tema central para la conservacionista forestal Marilyn Headley [16], que trabaja para preparar a Jamaica para el programa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD+), cuyo objetivo es reducir las emisiones de carbono forestal mediante la concesión de créditos de carbono. Como primera mujer y conservadora de bosques con más años de servicio, Headley fue fundamental en la elaboración del Plan Nacional de Manejo y Conservación Forestal [17] para los próximos diez años.

Cineasta ambiental Esther Figueroa graba entrevista con un agricultor en un campo en la zona rural de Santa Isabel, Jamaica. Foto de Emma Lewis, usada con autorización.

Siguiendo los pasos de estas mujeres hay un verdadero ejército de científicas, artistas [18], organizadoras comunitarias, activistas de la sociedad civil, líderes juveniles, activistas y periodistas, todas apoyan los esfuerzos de Jamaica para combatir el cambio climático desde varios ángulos, incluida la investigación de sus efectos en la agricultura [19] y el género [20].

Leanor Jones, fundadora y directora general de Soluciones Ambientales, en un taller sobre género y cambio climático en Kingston, Jamaica. Foto de Emma Lewis, usada con autorización.

Eleanor Jones, por ejemplo, es fundadora y directora general de Environmental Solutions Limited [21]. Es una figura destacada en el Instituto de Profesionales Ambientales de Jamaica [22], en el sector privado por un lado y además en gestión de resiliencia climática comunitaria y de riesgo de desastres –rubro clave para el Caribe frente a tormentas, inundaciones y sequías, cada vez más violentas. En la organización del sector privado de Jamaica, como presidenta del Comité de Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático, Jones promueve oportunidades de negocio en energía y gestión ambiental para sus miembros y contribuye a la creación de políticas y marcos legislativos nacionales y regionales sobre medio ambiente y energía.

En la vulnerable costa sur de Jamaica, que se ve afectada con mayor frecuencia por las tormentas y es susceptible a las inundaciones provocadas por el aumento del nivel del mar, y a prolongadas sequías ocasionales, Ingrid Parchment encabeza la fundación no gubernamental Caribbean Coastal Area Management Foundation [23]. La organización facilita programas de adaptación al cambio climático en este rubro delicado.

Diana McCaulay, pundadora y actual presidenta del Fondo Ambiental de Jamaica. Foto de Emma Lewis, usada con autorización.

De manera similar, el Fondo Ambiental de Jamaica [24] (JET), organización no gubernamental fundada por Diana McCaulay, defensora del medio ambiente y escritora, ahora dirigido por Suzanne Stanley, tiene una campaña en curso para salvar a Cockpit Country [25], zona ecológicamente crítica amenazada por la minería de bauxita. Esta minería es, con mucho, la que más contribuye [26] a las emisiones de Jamaica, incluidos alrededor de dos millones de toneladas de dióxido de carbono al año. El impacto de JET en los más de 25 años de su existencia es casi inconmensurable. Las actividades del pequeño equipo de mujeres han incluido programas de educación ambiental a largo plazo, encabezan los esfuerzos de limpieza de las costas, el seguimiento en toda la isla de los sitios de anidación de las tortugas marinas, y campañas de promoción en curso –incluido un exitoso desafío para «Salvar Goat Islands [27]» del desarrollo industrial– con uso plataformas de medios de comunicación social.

Estas son sólo algunas mujeres que están haciendo su parte para ayudar a mitigar los efectos de la crisis climática en Jamaica y en todo el Caribe. La esperanza es que sus esfuerzos sirvan para dar a conocer al público en general la velocidad y la gravedad del cambio ambiental, e inspirarlo a realizar cambios en su propio comportamiento para ayudar a cambiar sus efectos en los pequeños estados insulares en desarrollo.