¿Trinidad y Tobago está listo para un partido político liberal?

Captura de pantalla del líder del Partido Progresista Nikoli Edwards, tomada del video de YouTube «Por qué se inició el Partido Progresista», pubilcado por Let's Talk About iTT.

Un nuevo partido político se presentará oficialmente en las próximas elecciones generales de Trinidad y Tobago, programadas para 2020. El Partido Progresista, con un enfoque reformista de los problemas del país, es un candidato reciente y liberal a los 41 escaños de la Cámara de Representantes del país –pero con un sistema bipartidista y una nación arraigada en política de identidad, no hay garantías de que el grupo encuentre su lugar en la política local.

Las dos principales fuerzas políticas de la nación insular son el gobernante Movimiento Nacional Popular (PNM), que cuenta con una fuerte base de apoyo afrotrinibagoense, y el opositor Congreso Nacional Unido (UNC), con buen desempeño en las circunscripciones con predominio de habitantes de las Antillas Orientales, los dos grupos demográficos más grandes del país.

Ambas partidos operan en un contexto de desconfianza pública. El Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparencia International concedió a Trinidad y Tobago una puntuación de 41, situando al país en el puesto 78 de un total de 180, un punto por debajo de su posición en 2017.

Esa percepción no es injustificada. Los ciudadanos han acusado a ambos partidos de corrupción desenfrenada y los han criticado por su falta de liderazgo eficiente. Combinado con el aumento de la delincuencia y el lento movimiento económico, esto ha hecho que los ciudadanos busquen una solución política alterna.

El Partido Progresista, lanzado oficialmente el 16 de junio de 2019, dice que ofrece al público algo nuevo. En una entrevista de radio en Power 102.1 FM, se le preguntó al líder interino del partido, Nikoli Edwards, cómo pensaba que le iría a su partido contra el PNM y la UNC. Dijo que las elecciones de 2020 serán «un momento decisivo» para el país:

Are we going to continue to do the same things over and over and expect a different result or are we willing to try something different?

¿Vamos a continuar haciendo lo mismo una y otra y esperar un resultado diferente o vamos a tratar algo diferente?

Edwards, exsenador independiente y conocida personalidad en la escena política juvenil, ha dicho que las metas del partido incluyen la reforma penitenciaria, la legalización de la marihuana y el aborto, la protección de los derechos de la comunidad LGBTQ+ y la inversión en el sector de energía renovable.

El sistema penitenciario local ha luchado contra denuncias de corrupción, el consumo de marihuana sigue siendo ilegal –aunque la actual gestión del PNM ha prometido despenalizar el cannabis para consumo personal– y el aborto también es ilegal, salvo en casos muy específicos.

Cuando se trata de opiniones religiosas, el país es muy conservador, por lo que la influencia de estos grupos aumenta el reto de crear una cultura segura para las personas LGBTQ+. Desde el punto de vista económico, Trinidad y Tobago, país rico en recursos naturales, sigue dependiendo en gran medida de su petróleo y gas natural; los intentos de diversificar la economía han tenido el ritmo esperado.

Edwards ha declarado en muchas de sus entrevistas que el origen de este impulso para crear el partido fue no haber visto sus valores reflejados en el proceder de los dos partidos políticos actuales. Su partido no tiene ni ha tenido parlamentarios, sino que está centrado en la juventud, lleno de «caras nuevas y frescas que quieren construir este país«.

La falta de experiencia es un problema que el partido podría enfrentar. Otro es cómo romperán –o no romperán– el sistema bipartidista. Durante años, el PNM y la UNC han ganado la mayoría de los escaños en el Parlamento, pero con un público cansado de las mismas estrategias políticas y acusaciones de corrupción contra los representantes electos, las elecciones de 2020 brindan una oportunidad para que surjan nuevos partidos políticos –y posiblemente hasta escaños– pero no será una lucha fácil.

Los progresistas parecen realistas sobre sus posibilidades en las próximas elecciones, dado el poco tiempo que tienen y la fuerte lealtad de que gozan los dos partidos principales. Sin embargo, sostienen que la necesidad de un cambio drástico en el país pesa más que su temor a intentarlo:

If Trinidad and Tobago is to be a country that prospers, there must be an active attempt by the population to shape the new wave of politicians rather than dismissing anyone who offers themselves for national service. While skepticism is understood in these times, […] dissuading persons with genuine interests in national development from politics will not do any good. The work has started and the idea of a two-party system with an infinite expiration date will be challenged because it must be for all our sakes!

Para que Trinidad y Tobago sea un país próspero debe haber un intento activo por parte de la población de dar forma a la nueva ola de políticos en lugar de descartar a cualquiera que se ofrezca para el servicio nacional. Si bien en estos tiempos se entiende el escepticismo, […] disuadir a las personas con intereses genuinos en el desarrollo nacional de la política no servirá de nada. El trabajo ha comenzado y la idea de un sistema bipartidista con fecha de caducidad infinita será desafiada ¡porque debe ser por el bien de todos!

Pero ¿cómo encajarán los puntos de vista liberales del partido con un país religioso y conservador? En la sociedad multirreligiosa de Trinidad y Tobago, diferentes organizaciones religiosas se unen a menudo contra temas como el aborto y derechos de los homosexuales.

A pesar de esto, la Corte Suprema de Trinidad y Tobago tuvo un fallo histórico a favor de los derechos de los LGBTQ+, cuando declaró que las secciones de su ley de delitos sexuales relacionadas con el sexo anal eran inconstitucionales. Aún así, hay conservadores –especialmente entre los votantes de más edad– que se oponen a estos temas, lo que potencialmente reduce el número de votos para el nuevo partido. Para otros segmentos de la población, sin embargo, un partido con opiniones tan abiertas es bien recibido:

El Arzobispo de Trinidad y Tobago, Charles Jason Gordon, dice que el 90 % de los ciudadanos de Trinidad y Tobago están en desacuerdo con los derechos de los LGBT y que una «minoría muy ruidosa no debería poder de conseguir ese objetivo».
——–
La belleza de enmarcar es que no tienes que buscar estadísticas, simplemente tienes que lanzar un número y atenerte a eso.

En este momento, es difícil predecir cómo le irá al Partido Progresista en las elecciones de 2020. Aunque muchos sienten que se necesita con urgencia un cambio político, solamente el tiempo dirá si este joven partido liberal es el que pondrá ese cambio en movimiento.

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