Un nuevo libro publicado en junio de 2019 ofrece un amplio análisis sobre la historia y actual estado del entorno de medios en Myanmar.
El libro, titulado “Medios de Myanmar en la transición: Legados, desafíos y cambio”, fue coeditado por Lisa Brooten, Jane Madlyn McElhone y Gayathry Venkiteswaran. Incluye colaboraciones de expertos, investigadores, miembros de grupos de la sociedad civil, artistas y periodistas de Myanmar que escribieron sobre el impacto de la transición política del país en la libre expresión.
Myanmar, antes llamado Birmania, estuvo gobernado por una junta durante varias décadas hasta que se implementaron las reformas en 2010, lo que permitió que se restableciera un gobierno civil. Sin embargo, el Ejército ha seguido dominando en la burocracia. En 2015, en una elección nacional la antes opositora Liga Nacional para la Democracia (NLD), encabezada por la nobel Aung San Suu Kyi, obtuvo una arrolladora victoria.
Gayathry Venkiteswaran, parte de los editores del libro, dio un breve resumen del libro en un correo electrónico que escribió:
The book is multidisciplinary and it combines both theoretical and empirical discussions and we have a mix of academics and practitioners who have contributed to the volume. Many of the chapters draw from the work done by civil society groups and other experts on the ground, but we try contextualise these within the history of politics and media in Myanmar and how best we can understand these developments. The volume includes analyses and commentaries about journalism and its challenges, music and film making, the popularity of Facebook and how it affected political discussions and the role it played in the Rakhine crisis, the gaps in the legal frameworks as well as important reflections on the influence of media assistance on the media and civil society in the country.
El libro es multidisciplinario y combina análisis teóricos y empíricos, y tenemos un grupo de académicos y profesionales que han colaborado con el volumen. Muchos capítulos se basan en trabajos hechos por grupos de la sociedad civil y otros expertos en el terreno, pero tratamos de contextualizarlos dentro de la historia de la política y los medios en Myanmar y cómo podemos entender mejor estas novedades. El volumen incluye análisis y comentarios sobre periodismo y sus desafíos, música y cine, la popularidad de Facebook y cómo afectó las discusiones poíiticas y el rol que tuvo en la crisis de Rakáin, los vacíos en los marcos legales y también importantes reflexiones sobre la influencia de asistencia de mediios en los medios y en la sociedad civil en el país.
Menciona la crisis de Rakáin, que se refiere al aumento y difusión de violencia comunitaria que ha desplazado a miles de royingás en el noroeste de Myanmar. También agrega que el trabajo de los autores del libro se centran en aspectos de la transición política a la que no se ha dado énfasis en otros estudios:
Much has been written about the political change since 2010 but this is the first volume focused on media, which goes beyond journalism and includes creative expression as well as digital technology in Myanmar. How the transition or political change will play out is difficult to predict but we felt it was important to document the experiences of change affecting the media and hopefully, this will spark conversations about the future of the industry in the country.
Mucho se ha escrito sobre el cambio político desde 2010, pero este es el primer volumen dedicado a los medios, que van más allá del periodismo e incluye expresión creativa y tecnología digital en Myanmar. Es difícil predecir cómo se desarrollará la transición o el cambio político, pero nos pareció importante documentar las experiencias de cambio que afectan a los medios y, ojalá, esto genere conversaciones sobre el futuro del sector en el país.
Más importante, también enfatiza el valor de entender la historia de los medios y el rol que tuvo en la transición democrática:
On the transition itself, we do challenge assumptions held about the situation in the country. For example, there are many who thought Myanmar did not have independent media or practitioners before the opening, or that media development models in other countries would work in Myanmar. A core thesis of our volume is the need to take a historical and contextual approach to understanding the changes taking place, whether these are positive or negative.
Sobre la propia transición, negamos lo que se asume sobre la situación en el país. Por ejemplo, son muchos los que pensaron que Myanmar no tiene medios independientes ni profesionales antes del lanzamiento, o que los modelos de desarrollo de los medios en otros países funcionarían en Myanmar. Una tesis central de nuestro volumen es la necesidad de un enfoque histórico y contextual para entender los cambios que están ocurriendo, sean positivos o negativos.
Uno de los desafíos que enfrentaron las editoras para completar la investigación fue el uso continuado de políticas y leyes de la era de la junta por el régimen supuestamente reformista de la Liga Nacional para la Democracia para intimidar a los críticos de los militares:
There was a lot at stake in terms of the political change and when the NLD government came into power, expectations were high that there would be significant improvements for the media and freedom of expression. But as many of the contributors noted, while the space for expression did open up, the threats against journalists and activists did not reduce. On the contrary, the use of laws, whether Section 66(d) of the Telecommunications Law or the Penal Code, Unlawful Associations Act and the Official Secrets Act has shown that the democratically elected government is deploying the same tactics as the previous regime.
Había mucho en riesgo en términos de cambio político y cuando el gobierno de la Liga Nacional para la Democracia llegó al poder las expectativas eran altas de que habría mejoras significativas para los medios y la libertad de expresión. Pero como muchos colaboradores han notado, mientras el espacio para la expresión se ha abierto, las amenazas contra periodistas y activistas no se reduce. Por el contrario, el uso de leyes, ya sea la sección 66 (d) de la ley de telecomunicaciones o el Código Penal, la ley de asociaciones ilegales o la ley de secretos oficiales ha demostrado que el gobierno democráticamente electo está mostrando las mismas tácticas del régimen anterior.
Esto plantea la dificultad de reunir fuentes, lo que también refleja el estado de la libre expresión en el país:
While most people were open about their opinions, some were reluctant to identify themselves when interviewed as they were concerned about their own safety. Several contributors note in their chapters how self-censorship and the culture of fear continue to be a problem, especially where criticisms involve the military and even NLD leaders.
Aunque la mayoría fue abierta en sus opiniones, algunos se mostraron renuentes a identificarse cuando los entrevistaron pues les preocupa su seguridad. Varios colaboradores señalan en sus capítulos cómo la antocensura y la cultura del temor sigue siendo un problema, sobre todo si las críticas incluyen al Ejército y hasta los líderes de la Liga Nacional para la Democracia.
Las editoras reconocen la necesidad de más investigación, sobre todo en la propiedad de medios y análisis de medios en birmano. De otro lado, esperan que el libro “inspire otros estudios y conversaciones entre interesados dentro o fuera del país, y colaborar con debates sobre transiciones políticas y reformas de los medios”.
El libro ya se lanzó en Rangún, Myanmar, y en Bangkok, Tailandia. El libro y sus capítulos seleccionados están disponibles en línea.