Descontento con Occidente es crucial para generar narrativas a favor de Rusia en la península balcánica, afirma investigadora

Asya Metodieva, fotografía de cortesía. Usada con autorización.

Esta entrevista apareció originalmente en el sitio web de la agencia informativa Meta.mk, proyecto de Metamorphosis Foundation. Una versión editada se publica en este espacio como parte de un acuerdo para compartir contenido.

Asya Metodieva es estudiante de un doctorado en la Universidad de Europa Central (CEU), Budapest, que investiga el tema de los movimientos radicales con especial énfasis en el reclutamiento de combatientes extranjeros. Su documento de orientación política «Promotores de la narrativa rusa en los Balcanes Occidentales«, publicado recientemente por German Marshal Fund (GMF), explora el incremento de las narrativas contra Occidente/a favor de Rusia en los Balcanes occidentales a través del análisis del papel de los promotores de la narrativa locales –agentes de información estatal y no estatal locales que promueven por voluntad propia los intereses de Rusia en la región. Asya Metodieva habló con Meta.mk sobre los principales hallazgos de esta investigación.

Meta.mk: Tu investigación ahonda el papel de los promotores de la narrativa rusa en los Balcanes occidentales. ¿Cómo defines estas fuentes de desinformación?

Asya Metodieva (AM): I began my research with exactly this question in mind. Our attempts to define disinformation have left us in the recent years with a label that is pretty vague and often confusing, in my view. It simplifies the complex interaction between competing narratives, trusted and deceptive sources, and the exposure of the public to a web of realities. My first task in this research was to give a conceptual answer to the question of what was really going on behind the label disinformation. It is about narrative building, more about framing reality and less about telling the truth. The reliance on facts has diminished dramatically, while narratives emerge from perceptions and opinions. And this is a powerful tool in the hands of domestic and external actors. Disinformation is not necessary a top-down phenomenon. Thus, the paper focuses on disinformation proxies, or the locality of this issue.

Asya Metodieva (AM): Inicié mi investigación exactamente con esa pregunta en mente. En mi opinión, nuestros intentos para definir la desinformación nos dejaron en los últimos años con un etiqueta que es bastante imprecisa y a menudo confusa. Simplifica la interacción compleja entre las narrativas opuestas, las fuentes confiables y engañosas, y la exposición del público a una red de realidades. Mi primera tarea en esta investigación fue responder de manera conceptual qué es lo que estaba sucediendo detrás de la etiqueta desinformación. Esto consiste en crear narrativa, trata más de culpar a la realidad y menos en decir la verdad. La confianza en los hechos ha disminuido dramáticamente, mientras que las narrativas surgen de las percepciones y opiniones. Y es una herramienta poderosa en manos de agentes nacionales y externos. La desinformación no es necesariamente un fenómeno unidireccional. Por tanto, el documento se enfoca en los promotores de la desinformación o el rubro en el que se manifiesta este problema.

Meta.mk: ¿Cuáles son las manipulaciones mediática y desinformación contra Occidente más comunes que circulan en los Balcanes Occidentales? ¿Cuán influyentes son?

AM: What the research has found though is that the general disappointment with the West across the region is a key variable to successful narrative building that serves Russian interests. Local disinformation proxies build narratives, while exploiting the idea of pre-existing identity ties, shared history, and unconditional Russian political support over time. These narratives have been filtered through traditional and social media, as well as local political, cultural and economic actors. Four key narratives were used in variations in the three countries: NATO is an aggressor, the EU is institutionally and politically weak, the United States seeks to create a great Albania, and Russia is a reliable partner. About their influence? It is hard to measure it. Though the overall effect of Russian narrative proxies across the region is that the EU and NATO accession prospects for the countries of the Western Balkans are undermined; the image of Russia as a political, military, and economic alternative to the West is promoted; tensions between different communities are stoked; nationalist/patriotic movements’ confidence and presence is boosted; and the local media ecosystem is disrupted and journalism is harmed. In North Macedonia, anti-West/pro-Russia narrative proxies, particularly active within the #Boycott campaign during the referendum, threatened to undermine the country’s pro-West orientation. In Serbia, they have a harmful impact on the normalization process with Kosovo. In Bosnia and Herzegovina, they undermine the prospects of political and institutional cooperation between the country’s two entities.

AM: El hallazgo que resultó de la investigación es que el descontento general con Occidente a lo largo de la región es una variable clave para crear de manera exitosa narrativas que beneficien los intereses rusos. Los promotores de la desinformación locales producen narrativas, y al mismo tiempo explotan la idea de los vínculos de la identidad preexistentes, la historia compartida y el apoyo político incondicional de Rusia a través del tiempo. Estas narrativas fueron filtradas por medio de los medios tradicionales y sociales, y también por agentes políticos, culturales y económicos locales. Cuatro narrativas claves fueron utilizadas, en versiones modificadas, en los tres países: la OTAN es un agresor, la Unión Europea es débil desde el punto de vista institucional y político, Estados Unidos pretende crear una Albania mejor y Rusia es un socio fiable. ¿Con respecto a su influencia? Es difícil medirla. Aunque la consecuencia general de los promotores de la narrativa rusa a lo largo de la región se refleja en minar las oportunidades de adhesión a la Unión Europea y OTAN para los países de los Balcanes occidentales; se promueve la imagen de Rusia como una alternativa política, militar y económica de Occidente; se agudizan las tensiones entre las diferentes comunidades; aumenta la confianza y la presencia de los movimientos nacionalistas/patrióticos; se altera el ecosistema mediático local y se perjudica al periodismo. En Macedonia del Norte, los promotores de la narrativa conta Occidente/a favorablea Rusia, que fueron particularmente activos dentro de la campaña de boicot durante el referendo, amenazaron con minar la tendencia del país a favor de Occidente. En Serbia, tienen un impacto nocivo en el proceso de normalización con Kosovo. En Bosnia y Herzegovina, minan las posibilidades de cooperación política e institucional entre las dos entidades del país.

Meta.mk: En Macedonia del Norte, la influencia rusa ha sido tema tabú durante un largo tiempo. ¿Cuán informados están los agentes políticos y mediáticos locales sobre este problema ahora?

AM: Russia does not have a long history of geopolitical interest in North Macedonia. Neither has it enjoyed enormous popular support among Macedonians. Yet, this has been changing in the recent years. While Russia has not expressed official objections to the country’s accession to the EU, it has been openly opposed to it joining NATO. I believe that some anti-West political actors benefit from Russian interference, while becoming narrative proxies themselves. When it comes to civil society and media in North Macedonia, they are getting more aware of the risks that disinformation campaigns bring. However, media illiteracy remains a serious issue, not only in North Macedonia but across the region. There was a good sense of resistance during the referendum campaign. And the role of organizations such as Metamorphosis remains crucial in raising awareness.

AM: Rusia no tiene una larga historia de interés geopolítico en Macedonia del Norte. Tampoco ha gozado de gran apoyo popular entre los macedonios. Aunque esto ha ido cambiando en los últimos años. A pesar de que Rusia no ha expresado ninguna objeción oficial con respecto a que este país se integre a la Unión Europea, sí se ha opuesto públicamente a que se una a la OTAN. Creo que algunos agentes políticos que están contra Occidente se benefician de la interferencia rusa, y al mismo tiempo se convierten en promotores de la narrativa. Cuando hablamos de la sociedad civil y los medios de comunicación en Macedonia del Norte, están siendo más conscientes de los riesgos que implican las campañas de desinformación. No obstante, el analfabetismo mediático continúa siendo un problema serio, no solo en Macedonia del Norte sino a lo largo de la región. Hubo una buena atmósfera de resistencia durante la campaña del referendo. Y el papel que juegan las organizaciones como Metamorphosis continúa siendo crucial para la difusión.

Meta.mk: Antes del referendo sobre el cambio de nombre, los corresponsales extranjeros que llegaron a Macedonia del Norte insistieron en encontrar una «prueba irrefutable», como un rastro de dinero directo del Kremlin, o de lo contrario se abstendrían de mencionar siquiera la interferencia rusa. Pero la situación en los Balcanes Occidentales a menudo no es tan simple. ¿Existen algunos indicadores más sutiles de influencia extranjera difamatoria?

AM: Russian influence is often channeled through topics that at first glance seem entirely local. This is why it is hard to catch it. Information warfare is considered a suitable tool for meddling and it is only part of the broader strategic arsenal for political interference. When we ask “is it Russia again”, we should also ask “who else would have the interest of opposing the West in the region”? Russia got more actively involved in North Macedonia’s domestic politics with the escalation of the crisis in 2017 by explicitly blaming the West for the situation. In 2017, the publication of intelligence documents revealed how the Russian embassy in Skopje conducted subversive activities through direct funding of media outlets and setting up over 30 cultural organizations. Months before the referendum, the Russian embassy was also particularly active in issuing statements. We simply should connect the dots. Russia’s toolkit in the Western Balkans involves a wide variety of soft-power instruments, along with political and economic pressure. Its economic footprint in the region is growing, especially in the energy sector. Russian foundations have increased their activities across the region in recent years, bringing together academics, journalists, and intellectuals who share anti-West attitudes. Meanwhile, Russia has cultivated close ties to veterans organizations and patriotic movements in the region. My argument is that Russia relies on state and non-state actors abroad to project power through pushing anti-West and pro-Russia narratives. Disinformation activities have been outsourced through loose relationships with local disinformation actors that support its interests.

AM: La influencia rusa a menudo se transmite por medio de temas que a primera vista parecen ser locales en su totalidad. Por eso es difícil detectarla. Se considera a la guerra de la información como una herramienta adecuada para la intromisión y solo es una parte del mayor arsenal estratégico de la interferencia política. Cuando preguntamos «¿Es Rusia de nuevo?», deberíamos preguntar también «¿quién más tendría interés en oponerse a Occidente en la región?». Rusia se involucró activamente en la política nacional de Macedonia del Norte cuando la crisis se intensificó en 2017, y culpó explícitamente a Occidente por la situación. En 2017, la publicación de documentos de inteligencia reveló cómo la embajada rusa en Skopie realizó actividades subversivas al financiar directamente medios de comunicación y establecer más de 30 organizaciones culturales. Meses antes del referendo, la embajada rusa estuvo emitiendo declaraciones. Nosotros simplemente deberíamos conectar los puntos. Los medios que Rusia emplea en los Balcanes Occidentales involucran una amplia variedad de instrumentos de poder de atracción, junto con presión política y económica. Su impacto económico está creciendo en la región, particularmente en el sector energético. Las fundaciones rusas aumentaron sus actividades a lo largo de la región en años recientes, uniendo académicos, periodistas e intelectuales que comparten actitudes contra Occidente. Entretanto, Rusia ha promovido vínculos estrechos con las organizaciones de veteranos y los movimientos patrióticos en la región. Mi argumento es que Rusia depende de los agentes estatales y no estatales en el extranjero para proyectar su poder a través de la promoción de narrativas contra Occidente y a su favor. Las actividades de desinformación han sido tercerizadas mediante relaciones indefinidas con agentes engañosos locales que respaldan sus intereses.

Meta.mk: ¿Qué tipo de desinformación sobre Macedonia del Norte prevaleció al momento de tu investigación?

AM: For a short time ahead of the referendum, the country’s information landscape was saturated with distorted and polarizing narratives. The boycott campaign, built on anti-West rhetoric, aimed to discourage people from voting. Hundreds of bots and trolls on Facebook and Twitter and tens of anonymous news portals were created to that end and they actively conveyed anti-NATO messages. A key venue for such rhetoric was the online media infrastructure inherited from the previous government’s propaganda machinery. Although the Balkan edition of Sputnik did not publish a high number of articles on Macedonia in the weeks before the referendum, identical anti-West/pro-Russia narratives were generated by Serbian and Russian online sources and relayed by Macedonian ones. Proxy actor parties occupied the front line of the boycott campaign. We should not forget though that the boycott camp represented a very heterogeneous group of people. Not all of those opposing the referendum had pro-Russia sentiments yet many used anti-West rhetoric. On the other hand, even if Russia’s hand in North Macedonia may not be visible at first glance, the influx of anti-West messages has fueled the pro-Russia agenda.

AM: Durante un breve tiempo antes del referendo, el panorama informativo del país estuvo saturado de narrativas distorsionadas y polarizadas. La campaña de boicot, que se basó en la retórica antioccidente, pretendió disuadir a las personas de votar. Se crearon cientos de bots y troles en Facebook y Twitter y decenas de portales informativos anónimos con ese fin, por lo que trasmitieron activamente los mensajes contra la OTAN. La infraestructura mediática en línea heredada de la maquinaria propagandista del régimen anterior fue la plataforma clave para difundir esa retórica. Aunque la edición balcánica de Sputnik no publicó muchos artículos sobre Macedonia en las semanas previas al referendo, las fuentes en línea serbias y rusas generaron las mismas narrativas contra Occidente/a favor de Rusia, que fueron trasmitidas posteriormente por fuentes macedonias. Los partidos de los agentes promotores encabezaron la campaña de boicot. No debemos olvidar que esta campaña representó un grupo de personas muy heterogéneo. No todos los que se opusieron al referendo tenían un sentir favorable hacia Rusia, aunque muchos utilizaron la retórica contra Occidente. Por otra parte, aunque la mano de Rusia en Macedonia del Norte puede no ser visible a primera vista, la afluencia de los mensajes contra Occidente promovieron la agenda a favor de Rusia.

Meta.mk: ¿Qué tipo de desinformación aparece comúnmente en los reportajes sobre la última fase del conflicto entre Serbia y Kosovo?

AM: The dispute between Serbia and Kosovo is frequently framed as a key arena for the bigger geopolitical battle between Russia and the West. As we know, Russia is the key supporter of Serbia, while trying to assume the role of a mediator or a power broker. As far as the scars from the 1999 NATO bombings have not vanished, anti-West views are widespread among the Serbian public. The dispute between Kosovo and Serbia is central to the process of reconciliation in the region, on which Russia generally takes a stance opposing the Western one. Disinformation proxies exploit the Kosovo issue by employing one-sided pro-Serbia rhetoric. Russia and its narrative proxies reach audiences not only in Serbia but also Serbian communities in Montenegro, Kosovo, and Bosnia and Herzegovina. More often they do not necessarily seek to present the Russian point of view but to magnify narratives that exist locally. Sensational headlines and deliberately selected quotes and comments are tailored to spread suspicion and doubts concerning the role of NATO and the EU in the region, suggesting that Western actors work against Serbia’s political interests and pose a threat to regional stability.

AM: El conflicto entre Serbia y Kosovo se plantea frecuentemente como una arena clave para la gran batalla geopolítica entre Rusia y Occidente. Como sabemos, Rusia es el respaldo clave de Serbia, y al mismo tiempo intenta asumir el papel de un mediador o un traficante de influencias. Hasta que no se desvanezcan las cicatrices del bombardeo en la OTAN de 1999, opiniones desfavorables sobre Occidente continuarán circulando entre el público serbio. El conflicto entre Kosovo y Serbia es fundamental para el proceso de reconciliación en la región, en el que Rusia asume generalmente una postura antagonista con la de Occidente. Los promotores de la desinformación explotan el problema de Kosovo con una retórica unilateral a favor de Serbia. Rusia y sus promotores de narrativas alcanzan audiencias no solo en Serbia, sino también en las comunidades serbias en Montenegro, Kosovo, y Bosnia y Herzegovina. A menudo no pretenden necesariamente presentar el punto de vista ruso, sino ampliar las narrativas que existen a nivel local. Adaptan titulares sensacionalistas y citas y comentarios elegidos deliberadamente para difundir sospecha y dudas con respecto al papel de la OTAN y la Unión Europea en la región, que sugieren que los agentes occidentales trabajan contra los intereses políticos de Serbia y representan una amenaza a la estabilidad regional.

Meta.mk: Investigaste también la difusión de desinformación sobre las elecciones en Bosnia y Herzegovina. ¿Qué deben tener en mente los medios extranjeros al informar sobre este país para evitar convertirse en cómplices involuntarios?

AM: Bosnia and Herzegovina is probably the most fragile country in the Balkans and а fertile ground for geopolitical battles between Russia and the West. However, messages toward the West have been far less aggressive and at a lower volume than in Macedonia and Serbia. The 2018 elections did not bring major political change, except for Milorad Dodik, being elected as the Serb member of the country’s presidency. There was no major political event prior the 2018 vote to intensify Bosnia and Herzegovina’s pro-Russia/pro-West dichotomy. On the other hand, pro-Russia narratives are part of mainstream politics in Republika Srpska, partly as the outcome of good relations between Dodik and President Vladimir Putin. Narrative proxies in Bosnia and Herzegovina are more vocal among the ethnic Serbs in Republika Srpska than in the federation, as messages are most frequently channeled through the Serbian interest in the region, with a specific focus on the dispute with Kosovo. Nonetheless, the role of pro-Russia media proxies in Bosnia and Herzegovina should not be exaggerated. Such narratives have been in use throughout the post-war years by local politicians, journalists, and academics.

AM: Bosnia y Herzegovina es probablemente el país más frágil en la península balcánica y un suelo prolífico para las batallas geopolíticas entre Rusia y Occidente. No obstante, los mensajes dirigidos hacia Occidente han sido mucho menos agresivos y de menor volumen que en Macedonia y Serbia. Las elecciones de 2018 no produjeron un cambio político significativo, excepto por Milorad Dodik, quien fue electo como miembro serbio de la presidencia del país. No hubo ningún acontecimiento político importante antes de la votación de 2018 que intensificara la dicotomía a favor de Rusia/a favor de Occidente de Bosnia y Herzegovina. Por otro lado, las narrativas a favor de Rusia forman parte de la política principal en la República Srpska, en parte como resultado de las buenas relaciones entre Dodik y el presidente Vladimir Putin. Los promotores de la narrativa en Bosnia y Herzegovina son más expresivos entre la etnia serbia en la República Srpska que en la Federación, pues los mensajes se canalizan más frecuentemente a través del interés serbio en la región, con enfoque específico en el conflicto con Kosovo. Sin embargo, no debería exagerarse el papel de los agentes mediáticos a favor de Rusia en Bosnia y Herzegovina. Tales narrativas han sido utilizadas por políticos, periodistas y académicos locales durante los años posteriores a la guerra.

Meta.mk: En tu documento indicas que han aplicado diferentes métodos en contextos distintos para engañar a las audiencias en los Balcanes Occidentales: desde bots y automatización en Macedonia del Norte hasta medios tradicionales controlados por la política en Serbia y Bosnia y Herzegovina. ¿Existe un «remedio» para combatir la difusión de desinformación?

AM: The remedy is to signify that there is a problem, not to normalize it. Indeed, In North Macedonia, bots and automation tools have played a key role in pushing anti-West narratives, while in Serbia and Bosnia and Herzegovina politically controlled traditional media contribute more to this. But they all suffer from the same illnesses: weak media systems, general media illiteracy, lack of transparency and resistance against disinformation at the political level. We should insist for political acknowledgement of information threats from our political elites. Many among Balkan politicians simply do not recognize freedom of speech as a value, therefore, they cannot provide any “remedy” when it comes to policies. I believe that the EU should incentivize political acknowledgement of the disinformation threat by the governments of the Western Balkans. Although all the countries in the region have been targets of pro-Russia disinformation efforts in recent years, there has been no recognition of this trend as a security issue at the political level, largely due to some governments’ acting as narrative proxies themselves.

AM: La solución es declarar que existe un problema, no asimilarlo. Efectivamente, en Macedonia del Norte los botos y las herramientas de automatización jugaron un papel clave para promover las narrativas contra Occidente, mientras que los medios tradicionales controlados por la política en Serbia y Bosnia y Herzegovina contribuyen más. No obstante, todos padecen de los mismos males: sistemas mediáticos débiles, desconocimiento general de los medios, falta de transparencia y oposición a la desinformación a nivel político. Debemos insistir en que nuestras élites políticas reconozcan las amenazas de la información a nivel político. Muchos entre los políticos balcánicos simplemente no reconocen la libertad de discurso como un valor, por consiguiente, no pueden proporcionar un «remedio» cuando se trata de las políticas. Creo que la Unión Europea debería incentivar a los Gobiernos de los Balcanes Occidentales reconocer la amenaza de la desinformación a nivel político. A pesar de que todas las naciones en la región han sido objetivo de los esfuerzos de desinformación a favor de Rusia en años recientes, esta tendencia no ha sido reconocida como un problema de seguridad a nivel político, y se debe en gran medida a que algunos de los Gobiernos son promotores de esta narrativa.

Meta.mk: Muy a menudo, la desinformación que se creó en un país de los Balcanes Occidentales ha sido reciclada al otro lado de las fronteras, muta y aumenta para servir propósitos políticos locales, y después de un tiempo regresa a su país de origen en una forma más dañina. ¿Cuál sería la manera más efectiva para abordar el tóxico fenómeno de la difusión de desinformación transfronteriza?

AM: Disinformation overcome borders as far as the targeted topics are cross-border by nature. And there are plenty of them when we talk about the Balkan region. To resist, I would say we need to see more regional cooperation and shared strategic goals of the countries in the region. Intentionally amplified pre-existing and newly introduced anti-West rhetoric has contributed to the pro-Russia political agenda in the region, especially the Kremlin’s efforts to resist further NATO enlargement. Russia’s narrative proxies have generally enhanced its position by presenting it as a political, economic, and military alternative for the Western Balkans. Russia does not in fact offer an appealing political project but this feeds the weakening enthusiasm toward EU and NATO accession across the region. It seems easy for Russia to sell to local political elites the idea of “not belonging” to the West institutionally and in terms of identity. At the same time, these elites’ inability to offer economic prospects incentivizes them to keep emphasizing identity links with Russia, while showing impatience in their discussions with the West.

Asya Metodieva, fotografía de cortesía. Usada con autorización.

AM: La desinformación supera las fronteras en la medida en que los temas objetivo sean transfronterizos por naturaleza. Y existen bastantes cuando hablamos de la región balcánica. Para combatirlo, diría que necesitamos ver más cooperación regional y que los países en la región compartan objetivos estratégicos. La retórica contra Occidente preexistente y aumentada intencionalmente y la de reciente introducción contribuyeron a la agenda política a favor de Rusia en la región, particularmente los esfuerzos del Kremlin para oponerse a la expansión de la OTAN. Los promotores de la narrativa de Rusia han mejorado generalmente su posición, pues lo presentan como una alternativa política, económica y militar para los Balcanes Occidentales. Rusia no ofrece un proyecto político atractivo pero esto alimenta el débil entusiasmo con respecto a la adhesión a Unión Europea y OTAN a lo largo de la región. Aparentemente, para Rusia es fácil vender a las élites políticas locales la idea de «no pertenecer» a Occidente a nivel institucional y desde el punto de vista de la identidad. Al mismo tiempo, su incapacidad para ofrecer propuestas económicas los incentiva a continuar enfatizando los enlaces de identidad con Rusia, mientras que demuestran impaciencia en sus discusiones con Occidente.

Meta.mk: ¿Qué deben hacer los Gobiernos de los países de los Balcanes Occidentales para combatir la desinformación y cuán involucrados están con respecto a esto? ¿Qué pasos deben tomar para demostrar que no son agentes que promueven la desinformación?

AM: Do they really want to show this? I doubt it. I believe local political elites are still too tempted to misuse and control media. If they want to demonstrate political will to address the topic of disinformation, they should be ready to be asked about freedom of speech, media pluralism, etc. As I said, as far as there is no political acknowledgement of the issue, we stay with labels and empty political phrases. During the referendum campaign in North Macedonia, Zoran Zaev stated that the government had some signals for interference. Now, it is time to go beyond the political statements, show evidence, engage audiences and initiate policies. Otherwise, we all fall in the trap of conspiracy theories and trendy political narratives without tackling the issue of disinformation per se.

AM: ¿Realmente quieres mostrar esto? Lo dudo. Creo que las élites políticas locales todavía sienten demasiada tentación de controlar y darle un uso incorrecto a los medios de comunicación. Si desean demostrar voluntad política para abordar el tema de la desinformación, deben estar preparados para contestar preguntas sobre la libertad de expresión, pluralismo de los medios, etcétera. Como dije, hasta que no haya un reconocimiento político del problema, seguiremos con etiquetas y frases políticas vacías. Durante la campaña del referendo en Macedonia del Norte, Zoran Zaev declaró que el Gobierno tuvo algunos indicios de interferencia. Ahora, es tiempo de ir más allá de las declaraciones políticas, mostrar la evidencia, involucrar a las audiencias e introducir políticas. De lo contrario, todos caemos en la trampa de las teorías de conspiración y las narrativas políticas populares sin abordar en sí el problema de la desinformación.

Meta.mk: ¿Qué tan involucrados están los periodistas o los medios en la lucha contra la desinformación? ¿Los mecanismos de autorregulación que aplica la comunidad de periodistas son lo suficiente buenos para remediar esta situación o se necesita introducir algo más?

AM: We should not forget that on the one side we have machines, bots, algorithms. Journalists, on the other side, especially in vulnerable media systems, cannot fight this battle alone. However, journalists have the important task of not being lazy when it comes to fact checking. Journalists of the Western Balkans often miss the chance to raise awareness about the efforts of Russian proxies to push manipulated media content or to take over various sources of information. For many reasons, including fears of losing their job. Thus, journalists should be supported by local and international stakeholders in their efforts to detect and remove “fake news” and other types of false information by developing incentives to promote journalistic standards and the use of facts.

AM: No debemos olvidar que por un lado tenemos máquinas, bots y algoritmos. Los periodistas, por otro lado, en particular en los sistemas mediáticos vulnerables, no pueden luchar esta batalla solos. No obstante, los periodistas tienen la tarea importante de no holgazanear cuando se trata de verificar los hechos. Los periodistas de los Balcanes Occidentales a menudo pierden la oportunidad de incrementar el conocimiento de los esfuerzos de los agentes rusos para impulsar contenido mediático manipulado o de utilizar varias fuentes de información. Esto se da por muchas razones, como el miedo a perder su empleo. Por consiguiente, los periodistas deben contar con el apoyo de socios locales e internacionales en sus esfuerzos para detectar y eliminar las «noticias falsas» y otro tipo de información falsa mediante el desarrollo de incentivos que promuevan los parámetros periodísticos y el uso de hechos.

Meta.mk: ¿Qué deben hacer la Unión Europea y la OTAN, y en particular los estados miembros balcánicos, para remediar esta situación? ¿Ha habido alguna buena experiencia que se pueda utilizar como modelo para la región?

AM: First and foremost, the EU should become more proactive in engaging with the “open questions” in the Western Balkans, more specifically the Kosovo-Serbia dispute. The role of the West in the dispute between North Macedonia and Greece was a positive example of such political efforts. The EU and the United States should become move visible through regional cooperation initiatives and political visits if they want to show their interest in the Western Balkans and to oppose Russia’s ambition to expand its presence there. NATO should be more active in explaining its role, engaging in critical discussions with political opponents across the region in an attempt to diminish the effects of anti-NATO rhetoric, which seems to be louder and more successful in conveying political messages. The EU should incentivize political acknowledgement of the disinformation threat by the governments of the Western Balkans. Although all the countries in the region have been targets of pro-Russia disinformation efforts in recent years, there has been no recognition of this trend as a security issue at the political level, largely due to some governments’ acting as narrative proxies themselves.

AM: Antes que nada, la Unión Europea debe volverse más proactiva al abordar las «preguntas abiertas» en los Balcanes Occidentales, de manera más específica la disputa Kosovo-Serbia. El papel que jugó Occidente en el conflicto entre Macedonia del Norte y Grecia fue un ejemplo positivo de tal esfuerzo político. La Unión Europea y Estados Unidos deben generar más presencia mediante iniciativas de cooperación regional y visitas políticas, si desean demostrar su interés en los Balcanes Occidentales y oponerse a la ambición de Rusia de expander su presencia allí. OTAN debe ser más activa para explicar su papel, participar en discusiones cruciales con los oponentes políticos en la región para intentar disminuir los efectos de la retórica en su contra, que parece ser más fuerte y más exitosa en trasmitir los mensajes políticos. La Unión Europea debería incentivar a los Gobiernos de los Balcanes Occidentales a reconocer a nivel político la amenaza de la desinformación. A pesar de que todos los países en la región han sido objeto de intentos de desinformación a favor de Rusia en años recientes, esta tendencia no ha sido reconocida como un problema de seguridad a nivel político, y se debe en gran medida a que algunos Gobiernos actúan como promotores de esas narrativas.

Meta.mk: En tu documento de orientación política recalcas la necesidad de incrementar la inversión en las actividades de la sociedad civil y en la investigación académica sobre los problemas de abordar la desinformación. En los Balcanes Occidentales, ambos sectores fueron debilitados severamente mediante la presión ejercida por gobiernos intransigentes durante periodos prolongados de captura de Estado. ¿Cuál debería ser la prioridad para la comunidad internacional y los donantes en este aspecto?

AM: Well, the EU and everybody who wants to promote standards should ask themselves what they really want. The question of disinformation is a political question; it is a question of values. If we let some alternative approaches overtake free media, academia, open political discussions, then we are in trouble. Including the donors. There needs for investment in civil society activities and academic research about the issues raised above. It is certainly a challenge to identify disinformation in countries where media freedom is heavily curtailed due to state capture. Therefore, the role of the NGO sector and academia is crucial in informing the public about the harm done by disinformation proxies.

AM: Bueno, la Unión Europea y todo el que desee promover normas debe preguntarse qué es lo que quieren realmente. La pregunta de la desinformación es política; es una pregunta de valores. Si permitimos que algunos enfoques alternativos se apoderen de los medios independientes, el mundo académico, las discusiones políticas públicas, entonces tendremos problemas. Y esto también incluye a los donantes. Se necesita invertir en las actividades de la sociedad civil y en la investigación académica sobre los problemas planteados anteriormente. Ciertamente es un reto identificar la desinformación en países donde se restringe fuertemente la libertad de los medios debido a la captura de estado. Por lo tanto, el papel del sector ONG y el mundo académico es crucial para informar al público sobre el daño que provocan los promotores de la desinformación.

Meta.mk: ¿Cuál sería tu recomendación para los ciudadanos «promedio» de los Balcanes Occidentales? –objetivo definitivo de las campañas de estos promotores. ¿Cómo puede una persona ordinaria evitar ser víctima de la desinformación?

AM: Read. Read. Read. Check sources. Be critical about the information you read or see on TV. I believe that we are all vulnerable and have to find our own ways to resist. No one can help us if we give up thinking at the individual level. On the contrary, there are too many actors aiming the opposite. So, it is everyone’s responsibility.

AM: Leer. Leer. Leer. Verificar las fuentes. Ser críticos sobre la información que leen o ven en la televisión. Creo que todos somos vulnerables y tenemos que descubrir nuestras propias maneras de luchar. Nadie puede ayudarnos si dejamos de pensar a nivel individual. Al contrario, existen demasiados agentes que aspiran a lo opuesto. Así que es responsabilidad de todos.

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