Efecto de creciente deforestación en Brasil, incendios de la Amazonia se vuelven una crisis global

Ilustración de @byleylaali, usada con autorización.

En diciembre de 2017, cuando al recibir una medalla de honor del Gobierno brasileño, el cacique Raoni, jefe indígena kayapó, declaró: “Debemos estar unidos, porque quieren reducir nuestras tierras”. Raoni Metuktire se hizo conocido a nivel internacional hace 30 años, cuando recorrió 17 países con el músico británico Sting para denunciar la deforestación de la mayor selva tropical del mundo. Raoni nació en Mato Grosso, estado de la región centro occidental de Brasil donde arden grandes extensiones de la Amazonia en la segunda quincena de agosto de 2019.

El Parque Nacional Chapada dos Guimarães es una de esas áreas; ardió durante diez días hasta que lograron controlar el fuego el 19 de agosto. Según el periódico Folha de S. Paulo, solo en 2019, 12 % del área del parque fue consumida por los incendios forestales. Brasil tuvo un año sin precedentes en cantidad de incendios forestales, y el estado de Mato Grosso es el que ha registrado la mayor cantidad.

Mato Grosso es un importante estado agricultor que comparte fronteras con Bolivia y donde los incendios afectaron a un área aproximada que equivale a 745 000 canchas de fútbol. Tras haber observado la región desde un helicóptero, el ministro de Ambiente brasileño, Ricardo Salles, negó haber hecho recortes presupuestales a los operativos de inspección y culpó a la sequía y a grupos delincuentes de la situación (pero sin presentar pruebas).

Estos hechos resumen el escenario actual en Brasil, que ha captado recientemente la atención del mundo entero. Desde el 22 de agosto, son tendencia en Twitter las etiquetas #PrayForTheAmazon [‘Reza por la Amazonia’] y #ActfortheAmazon [‘Actúa por la Amazonia’]. En este escenario, los activistas han denunciado durante mucho tiempo las deforestaciones y delitos contra el medioambiente de Brasil, generalmente cometidos con el fin de expandir fincas ganaderas y haciendas. Los efectos de la sequía, la ausencia del Estado y un gobierno que se niega a asumir responsabilidades han contribuido a la grave situación que atraviesa la región amazónica.

El humo de los incendios forestales que azotan la selva amazónica se esparce a lo largo de varios estados de Brasil en esta imagen de color natural tomada por un instrumento de la NASA desde el satélite Suomi NPP. Si bien es temporada de incendios en Brasil, la cantidad de incendios que ha habido puede establecer nuevos récords.

Según los numerosos expertos entrevistados por los medios brasileños esta semana, existen varias causas de los incendios: “La deforestación, las quemas estacionales, la falta de presupuesto y de inspecciones” son algunas citadas por el sitio de noticias UOL.

En más de una oportunidad, el presidente Jair Bolsonaro ha culpado a las ONG de los incendios sin presentar pruebas que respaldaran sus afirmaciones; dice que “sospecha” que esos grupos están provocando incendios con el fin de perjudicar su gobierno y su imagen en el exterior. Bolsonaro declara que redujo el 40 % del presupuesto destinado a las ONG de Brasil.

Então, pode estar havendo, sim, pode, não estou afirmando, ação criminosa desses ‘ongueiros’ para chamar a atenção contra a minha pessoa, contra o governo do Brasil. Essa é a guerra que nós enfrentamos.

Bueno, es posible, sí, no lo estoy afirmando, que se trate de actos criminales de estas ONG para llamar la atención contra mi persona, contra el Gobierno de Brasil. Esa es la guerra que enfrentamos.

Alemania y Noruega suspendieron las donaciones al Fondo Amazonia, organismo a cargo de financiar los proyectos de recuperación y de controlar la deforestación dentro de la región. Ambos países, los mayores donantes del Fondo, justificaron su decisión en el rápido aumento de las deforestaciones durante el gobierno de Bolsonaro.

En la crisis actual, el Fondo Amazonia es un importante financista de los camiones cisterna y los equipos de bomberos que combaten los incendios en curso.

La Amazonia de Bolsonaro

Entre enero y el 19 de agosto de 2019, Brasil ha tenido 72 843 incendios, un incremento de 83% en comparación con el mismo período de 2018, según los datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (Inpe). Un informe del Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas (Ipam), citado por El País, afirma que 60 % de los incendios se iniciaron dentro de propiedades privadas, 16 % en tierras indígenas y 1 % en áreas protegidas.

Ambos institutos señalan que las diez ciudades de la región amazónica con el mayor número de incendios también son las que tienen las tasas más altas de deforestación. Además, 52 % de los incendios identificados este año en Brasil tuvieron lugar en la Amazonia. La NASA también declara que estos incendios «tienen el sello de la deforestación”.

Llegó la temporada de incendios a la selva amazónica.

El instrumento MODIS del satélite Aqua de la NASA capturó esta imagen de varios focos en los estados brasileños de Rondônia, Amazonia, Pará y Mato Grosso el 11 de agosto de 2019.

En julio, cuando el Inpe mostró cómo aumentaba la deforestación en la Amazonia, el Gobierno lo objetó. El Ministro de Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, dijo que los datos eran imprecisos y que contratarían otra firma para que presentara cifras alternativas. El Ministro de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno, dijo que las cifras estaban “manipuladas”. Y por su parte, el propio presidente Bolsonaro insinuó que el director del Inpe podría estar vinculado a una ONG. También dijo:

Com toda a devastação que vocês nos acusam de estar fazendo e de ter feito no passado, a Amazônia já teria se extinguido.

Si toda la devastación de la que ahora nos acusan de haber causado [fuera cierta], la Amazonia ya estaría extinta.

Finalmente, en agosto, el Gobierno despidió al director del Inpe, Ricardo Galvão, por haber publicado los datos sobre la deforestación.

La Amazonia es un tema recurrente en las diatribas de Bolsonaro. Durante su campaña presidencial, promovió con frecuencia que la zona se abriera a la minería. También ha compartido la mirada propia de la época de la dictadura militar de Brasil, desde la cual se afirmaba que la Amazonia debería «integrarse” al desarrollo del país a fin de evitar que fuera «entregada» a los países extranjeros. El periodista Rubens Valente escribió:

Em resumo, ela afirma que ONGs e indígenas pretendem, em conluio com países estrangeiros, dividir a região por meio da independência de algumas de suas áreas. Os ataques externos “ao Brasil”, ou seja, ao governo brasileiro, esconderiam um plano secreto internacional para tomar essas porções de terra exuberantes e ricas.

A partir dos anos 1980, essas ideias passaram a ser difundidas com mais intensidade em círculos militares (…)

Tal ficção encontra solo fértil no governo do presidente Jair Bolsonaro, capitão reformado, e tem pautado a relação do governo brasileiro com a Amazônia e países estrangeiros que incentivam projetos de preservação da região.

En resumen, la teoría afirma que las ONG y los pueblos indígenas buscan, en confabulación con otros países, dividir a la región a través de la independencia de algunas zonas. Los ataques externos “contra Brasil”, es decir, contra el Gobierno de Brasil, esconderían un plan secreto internacional para tomar esas porciones de tierras ricas y exuberantes.

A partir de la década de 1980, esas ideas se difundieron aún más entre los círculos militares (…).

Tales ficciones encuentran suelo fértil en el gobierno de Jair Bolsonaro, capitán reformado, quien tiene pautada una agenda para la la relación del gobierno brasileño con la Amazonia y con los países extranjeros que incentivan la preservación de la región.

El ministro Salles, del gabinete de Bolsonaro, defiende que la solución para los problemas de la Amazonia es “hacer rentable” la región abriendo rubros para el desarrollo comercial. Bajo la administración de Salles, las multas por delitos contra la flora han caído 23 %.

Conmoción en línea

Unas estimaciones que publicó el profesor Fabio Malini el 22 de agosto señalan que, en solo 14 horas, hubo más de 2,5 millones de tuits sobre los incendios: 949 445 en inglés, 698 943 en español y 593 873 en portugués.

Hubo 10,2 millones de tuits sobre la Amazonia brasileña en los últimos siete días; 4,3 millones solo ayer. Los datos se asemejan, en términos de volumen, a la conmoción que se ve tras los grandes ataques terroristas. Esta red tiene 2,1 millones de retuits capturados durante 14 horas, hasta las 7 p.m. de ayer, hora de Brasilia.

Muchas celebridades que trataban de mostrar solidaridad terminaron usando imágenes antiguas o que no eran de la Amazonia. Entre ellos, estaban la supermodelo brasileña Gisele Bündchen y el presidente francés Emmanuel Macron, quienes publicaron una fotografía de la década de 1990 para hablar sobre el problema.

Macron, quien conoció al cacique Raoni este año, convocó una reunión del G7 para hablar sobre la situación de la Amazonia. Bolsonaro respondió afirmando que el presidente francés trataba de usar un problema interno de Brasil para sus propios fines políticos en Francia:

Lamento que el presidente Macron busque intrumentalizar un asunto interno de Brasil y de otros países de la Amazonia para sus propios fines políticos. El tono sensacionalista con el que hace referencia a la Amazonia (incluso recurriendo a imágenes falsas) no contribuye en nada a solucionar el problema.

Lamento que el presidente Macron busque intrumentalizar un asunto interno de Brasil y de otros países de la Amazonia para sus propios fines políticos. El tono sensacionalista con el que hace referencia a la Amazonia (incluso recurriendo a imágenes falsas) no contribuye en nada a solucionar el problema.
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El Gobierno brasileño sigue abierto al diálogo, con base en datos objetivos y respeto mutuo. La sugerencia del presidente francés de debatir los problemas de la Amazonia en el G7 sin la participación de los países de la región evoca una mentalidad colonialista en pleno siglo XXI.

Sin embargo, hay indicios de que las críticas están dando resultado. El partido Novo, de tendencia liberal, trata de distanciarse de Salles, su miembro más destacado. Los pedidos de sanciones de la Unión Eurpea sobre algunos productos brasileños cobran fuerza. Con tantas protestas en todo el mundo contra su gobierno, Bolsonaro decidió enviar a las Fuerzas Armadas a combatir las llamas e hizo el anuncio en la televisión y la radio nacionales. Varias ciudades registraron ruidosas protestas con cacerolas y latas mientras estaba al aire, y las manifestaciones se repitieron en las calles de Río de Janeiro, Brasilia y São Paulo.

La congresista indígena Joenia Wapichana y sus compañeros de partido también pidieron formalmente el juicio político al Ministro de Ambiente por delitos de responsabilidad.

Agosto de 2019 es una temporada de incendios continuos en la Amazonia, donde grandes focos de intensas llamas azotan la región. Durante la última semana, los satélites de la NASA registraron quemas activas a lo largo de América del Sur y capturaron imágenes del humo.

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