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Amarga respuesta a exhibición artística pone a prueba límites de la libertad de expresión en Japón

Categorías: Asia Oriental, Japón, Arte y cultura, Censura, Derechos humanos, Historia, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política, Relaciones internacionales
statue of a Korean "comfort woman"

Ecultura de una «mujer de consuelo [1]» coreana en la cancelada exhibición After Freedom of Expression? en la Trienal de Aichi de 2019. El texto sobreimpreso dice: «El gobernador de Aichi se enfrenta al alcalde de Nagoya por la libertad de expresión». Captura del canal de ANN en YouTube [2].

Una controvertida exhibición de arte, ahora cancelada, en un festival artístico de importancia internacional de Japón ha provocado críticas del Gobierno, amenazas, al menos un arresto, protestas internacionales de artistas y dudas sobre la libertad de expresión en Japón.

La exhibición suspendida, titulada After Freedom of Expression? [3] (Después de la libertad de expresión?), era solo uno de los trabajos expuestos en la Trienal de Aichi de 2019 [4], que se celebra del 1 de agosto al 14 de octubre de 2019 en el municipio de Aichi, y presenta obras de 80 artistas internacionales [5]. Uno de los temas que los cuatro programas de la Trienal pretenden explorar es el poder del arte en la era de la simulación, sobre todo en lo que respecta al cuerpo femenino.

La controvertida exhibición After Freedom of Expression? de la Trienal de Aichi es la continuación de una muestra anterior [3] que exploraba tópicos considerados tabú por las instituciones culturales públicas de Japón. Uno son las llamadas «mujeres de consuelo» [6], jóvenes de varios países asiáticos que el Ejército y el Gobierno japoneses convirtieron en esclavas sexuales durante la Segunda Guerra Mundial.

La edición de este año de la exhibición exponía una estatua titulada Statue of a Girl of Peace [7] (Estatua de una chica de paz), obra de artistas surcoreanos que simboliza a las llamadas «mujeres de consuelo», jóvenes víctimas del tráfico humano y esclavizadas [8] por las autoridades japonesas. La obra se asemeja a otras estatuas igualmente controvertidas que se exponen en Corea del Sur y Estados Unidos [9], y que han provocado airadas recriminaciones de diversos comentaristas, políticos y activistas de extrema derecha japoneses.

«Arrestan a hombre que envió un fax con amenazas por supuesta alteración de actividades comerciales»

La policía de Aichi ha detenido a un hombre de 59 años, sospechoso de alterar las actividades comerciales, después de que enviara un fax amenazante a los organizadores de la Trienal de Aichi, en la prefectura del mismo nombre.

— De JiJi News Service

Esta vez las amenazas comenzaron inmediatamente después de que se descubriera la estatua de la «mujer de consuelo» el 1 de agosto, primer día de la Trienal. Aparte del flujo de correos electrónicos y llamadas con mensajes de odio, un japonés con un largo historial de discurso de odio anticoreano [13], ya arrestado, envió un fax a los organizadores de la exhibición en el que amenazaba con quemar las instalaciones [14] a menos que se retirara la escultura. Habida cuenta del reciente incendio letal en un estudio de animación de Kioto, en el que murieron 35 personas [7], los organizadores se vieron obligados a cerrar la exposición durante varios días.

No obstante, los organizadores de la Trienal siguieron recibiendo críticas por la escultura y otras obras que algunos consideraban antijaponesas, como un video en el que se quemaba una fotografía del emperador Hirohito, que gobernaba Japón en la época de la guerra. Kawamura Takashi, populista alcalde de extrema derecha de Nagoya, una de las ciudades de la prefectura de Aichi que alberga la Trienal, exigió que la estatua de la mujer de consuelo fuera retirada, y la tildó de «inexacta» y de «despilfarro del dinero de los contribuyentes» [15].

Omura Hideaki, gobernador de la prefectura de Aichi, acusó [2] a Kawamura de censura, pero como presidente del comité organizador de la Trienal, anunció el 4 de agosto que la escultura y la exhibición After Freedom of Expression? serían eliminadas del programa de la Trienal por motivos de seguridad.

Esta decisión del comité organizador no sentó bien ni a la comunidad artística japonesa ni a los 80 artistas invitados a participar en la Trienal. Para el 6 de agosto [16], varios artistas ya habían solicitado a la Trienal que se retiraran sus obras de la exposición.

Según ArtNews [16]:

In an August 6 open letter [17] posted to Facebook, 72 of the over 90 participating artists decried [18] the decision to close that show, deeming it censorship. A week later, nine of the artists have called for the removal of their artworks in the Triennale for as long as “After ‘Freedom of Expression?’ ” remains closed, “as a public gesture of solidarity with the censored artists.”

En una carta abierta [17] publicada en Facebook el 6 de agosto, 72 de los más de 90 artistas participantes denunciaron [18] la decisión de suprimir esa exposición, algo que consideran censura. Una semana después, nueve de estos artistas habían pedido el retiro de sus obras de la Trienal mientras After Freedom of Expression? siga clausurada, «como gesto público de solidaridad con los artistas censurados».

También han surgido dudas sobre cómo se tomó la decisión de cancelar la exhibición After Freedom of Expression?. El director artístico de la Trienal, Tsuda Daisuke, conocido periodista japonés con 1,6 millones de seguidores en Twitter [19], reconoció su responsabilidad en lo sucedido.

En una entrevista del 6 de agosto, Tsuda expresó su arrepentimiento [20] por haber cedido a las presiones externas: «Acabé dando un mal ejemplo cuando descartó un acontecimiento cultural por un ataque a base de llamadas telefónicas (…). Debo aceptar las críticas, porque debería haber esperado que fuera mucho peor de lo que estaba preparado para soportar».

Pero las disculpas de Tsuda no acabaron con las recriminaciones ni apaciguaron la preocupación de los artistas participantes que deseaban retirar sus obras de la Trienal. En un largo artículo en Medium [21] publicado el 15 de agosto, Tsuda reconoció que la decisión de eliminar la escultura y la controvertida exhibición se tomó unilateralmente, y no tuvo en cuenta ni respetó los deseos de los artistas implicados.

El 2 de agosto, cuando estalló la controversia al comienzo de la exhibición, Tsuda lamentó en una declaración publicada en el sitio web de la Trienal [22] que las presiones para retirar la estatua y cerrar la exhibición:

[…] Demonstrate to our citizens–and to the world–that Japan's current social climate does not allow for discussions about the state of our country, or about the darker aspects of its past. We hope the offending parties will take this into account and consider the gravity of their actions.

(…) pudieran demostrar a nuestros ciudadanos ─y al mundo─ que el clima social actual de Japón no permite debates sobre el estado del país o los aspectos más oscuros de su pasado. Esperamos que las partes ofendidas tengan esto en cuenta y consideren la gravedad de sus acciones.

Tsuda argumentó después [21] que en su opinión, ni la escultura ni la exhibición, que exploraba el comportamiento de Japón durante la guerra, fueran «antijaponesas»:

ほとんどの国や社会においては、政府や軍隊、あるいは民衆が、自国民や他国民の人権を抑圧した負の歴史を持っています。

しかし、多くの国や社会は、そのような歴史を反省し、繰り返さず、今の自分たちが自国民からそして他国民から尊敬を受けられるように立派に生きていこうとしています。

それは、僕たちの日本社会も同様であると、僕は信じています。

En la mayor parte de países y sociedades, el Gobierno, el Ejército o el propio pueblo tienen una historia trágica o negativa de represión de los derechos humanos de sus propiosp ueblos o de otros. No obstante, muchos países y sociedades reflexionan sobre su historia común para no repetirla, e intentar vivir y actuar de forma que inspire respeto a su propio pueblo y a otras naciones.

Creo que lo mismo sucede en nuestra sociedad japonesa.

La Trienal de Aichi está abierta hasta el 14 de octubre [23].