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Refugiados en Java Occidental, Indonesia, no tienen acceso a educación, así que crearon su propia escuela

Categorías: Asia Oriental, Afganistán, Indonesia, Derechos humanos, Educación, Etnicidad y raza, Guerra y conflicto, Juventud, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Refugiados

Profesores y equipo directivo del Centro de Enseñanza para Refugiados (RLC) [1]. Fuente: página de Facebook del RLC, usada con autorización.

En Java Occidental, un grupo de refugiados voluntarios ha establecido el Centro de Enseñanza para Refugiados [2] (RLC, por su nombre en inglés) para ofrecer educación y empoderar a otros refugiados.

Según ACNUR [3], en Indonesia hay 14 405 refugiados, y muchos pasan años en el país sin adquirir la condición de residente permanente. Los refugiados no tienen acceso a la educación ni al trabajo, y su situación se ve agravada por los complicados procesos de reasentamiento, la falta de apoyo gubernamental y las inadecuadas viviendas del país.

Indonesia no está entre los países que firmaron la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y solo aprobó una ley [4] para la protección de los refugiados en 2016.

La autora, Juke Carolina, ha hablado con el director del RLC, Zakareia Shadkaam, sobre el trabajo que están realizando para mejorar las condiciones de los refugiados.

Juke Carolina (JC): ¿Puedes contarnos la historia del RLC?

Zakareia Shadkaam (ZS): RLC was established in September 2015 by refugees to provide education for refugees because refugees do not have the right to get education (going to school or university) in Indonesia. The center is managed by a group of volunteers who work for the benefit of refugees who feel that they have something to offer to the community. Our vision is to raise «a diverse, educated and empowered refugee community.» To reach our vision, we provide education for refugees and prepare them for their future; facilitate communication and cooperation between diverse groups of people and cultures; provide meaningful engagement for the refugee community, and develop the capacities of refugee volunteers.

Zakareia Shadkaam (ZS): El RLC fue creado en septiembre de 2015 por refugiados para ofrecer educación a refugiados porque los refugiados no tienen derecho a la educación (ir a la escuela ni a la universidad) en Indonesia. El centro lo dirige un grupo de voluntarios que trabaja en favor de los refugiados que creen que tienen algo que ofrecer a la comunidad. Nuestra visión consiste en crear una «comunidad de refugiados diversa, educada y empoderada». Para conseguir nuestra visión, ofrecemos educación a los refugiados y los preparamos para el futuro; facilitamos la comunicación y la cooperación entre distintos grupos de personas y culturas; proporcionamos un compromiso significativo a la comunidad de refugiados y desarrollamos las capacidades de los voluntarios refugiados.

JC: Has mencionado que el proyecto lo dirigen voluntarios. ¿Podrías dar más detalles?

ZH: The [center's] volunteers are all refugees from different countries. We have volunteers from Afghanistan, Pakistan, and Iran. We welcome non-refugee volunteers as well. The length of volunteering depends on each individual; we have volunteers who have been volunteering for more than three years already (I joined RLC in June 2016). We currently have more than 30 volunteers (2 futsal coaches, 24 teachers, and 8 board members) who teach 280 students in total: 180 children during the morning shift and 100 adults in the afternoon. English, Mathematics, Science and Social Science subjects are taught in the morning, while English and Bahasa Indonesia for adult pupils are taught in the afternoon.

There are many students here who arrived unaccompanied by their parents due to hardships in countries they are from.

ZH: Los voluntarios [del centro] son todos refugiados de distintos países. Tenemos voluntarios de Afganistán, Pakistán e Irán. También aceptamos voluntarios no refugiados. La duración del voluntariado depende de cada persona; tenemos voluntarios que llevan trabajando más de tres años (yo me uní al RLC en junio de 2016). Actualmente, tenemos más de 30 voluntarios (dos entrenadores de fútbol sala, 24 maestros y ocho directivos) que enseñan a 280 alumnos en total: 180 niños por la mañana y cien adultos por la tarde. Por la mañana se enseña inglés, matemáticas, ciencias y sociales, mientras que por la tarde se enseña inglés e indonesio a los adultos.

Hay muchos alumnos aquí que llegan sin sus padres debido a las dificultades en los países de origen.

Imágenes de los equipos de fútbol sala del RLC [5]. Foto cortesía del Centro de Enseñanza para Refugiados. Usada con autorización.

Zakareia Shadkaam también ha mencionada que el RLC cuenta con delegados estudiantiles elegidos mediante votación por los propios estudiantes. Una de sus obligaciones es ayudar a los demás estudiantes al principio de la clase y durante los descansos.

Asad Mohsini, de Afganistán, tiene 28 años y es estudiante del RLC. Sueña con continuar su educación y convertirse en un empresario de éxito. Foto cortesía del RLC, usada con autorización.

JC: ¿Cómo financian sus actividades? ¿Pagan los estudiantes alguna cuota? ¿Reciben apoyo del gobierno local o de instituciones internacionales como Naciones Unidas, por ejemplo?

ZH: We’re not self-sufficient, we rely on our online crowdfunding campaigns which we do twice a year. We cannot apply for any other type of funding because unfortunately, we cannot be registered officially in Indonesia. We do collect a symbolic amount of money from students which does not even cover half of the building rent. We don’t receive any kind of monetary help from any government body or international organizations.

ZH: No somos autosuficientes, contamos con nuestras campañas en línea para financiación colectiva que hacemos dos veces al año. Desgraciadamente, no podemos pedir ninguna otra financiación, no podemos registrarnos oficialmente en Indonesia. Recaudamos una cantidad simbólica de dinero de los estudiantes que ni siquiera cubre la mitad del alquiler del edificio. No recibimos ninguna ayuda monetaria de ninguna institución gubernamental ni de organizaciones internacionales.

Los refugiados nunca han tenido importancia en las políticas internas o exteriores de Indonesia. En 2018, Yasonna Laoly, ministro para los Derechos Humanos de Indonesia, manifestó [6] que los refugiados estaban sobrecargando al Gobierno.

Aunque Indonesia no es un destino popular para los refugiados, su localización geográfica la convierte en un destino popular temporal [7] para quienes buscan asentarse en Australia.

Muchas instalaciones para refugiados del país están saturadas lo que ha dado lugar a distintas violaciones de derechos humanos y casos de suicidio entre los refugiados.