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El calvario de la comunidad apátrida de Kuwait: Silenciados y privados de derechos humanos

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Kuwait, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Protesta, GV Advox

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Kuwaitíes apátridas protestan por sus derechos, 30 de marzo de 2019. Foto a través de Wikimedia de usuarios Bedoon [CC BY-SA 4.0 [2]].

Esta publicación fue escrita por Khalid Ibrahim [3], director ejecutivo del Gulf Center for Human Rights [4], organización sin ánimo de lucro independiente que promueve la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica en la región del Golfo y sus países vecinos. 

Se estima [5] que 120 000 personas pertenecen a la comunidad bidún [6] de Kuwait y no cuentan con documentos de identidad del Gobierno. Bidún se traduce más o menos como «sin» en español y el término se utiliza para describir a las comunidades apátridas de toda la región del Golfo.

El Gobierno de Kuwait los priva de sus derechos básicos, concretamente de ciudadanía, educación y asistencia sanitaria. Aunque los bidunes vivían en Kuwait cuando se independizó de Gran Bretaña en 1961 y algunos defendieron su tierra durante la invasión [7] de Irak en Kuwait en 1990, siguen viviendo sin los medios para acceder a sus plenos derechos civiles y humanos.

En lugar de acogerlos como ciudadanos fiables, las autoridades de Kuwait han creado muchos obstáculos para aislarlos de la sociedad y no han mostrado ningún deseo real de cambiar sus condiciones. Aunque algunos kuwaitíes apátridas han participado en actividades pacíficas por los derechos humanos para exigir sus derechos, otros se desesperaron lo suficiente como para quitarse la vida, como Ayed Hamad Mudath [8], de 20 años, que se suicidó el 7 de julio de 2019 ante la frustración por no tener documentos de identidad que podría utilizar para estudiar, trabajar y obtener servicios públicos.

El Gobierno de Kuwait estableció el Aparato Central para Asuntos de los Residentes Ilegales mediante el Decreto nº 467 de 2010, aparentemente para abordar de manera justa y rápida los problemas crónicos de la comunidad bidún, pero años después de su establecimiento, este organismo gubernamental no ha logrado reformar la situación [9] ni proteger los derechos humanos y civiles de la población bidún.

Mientras tanto, las fuerzas de seguridad no escatiman esfuerzos en la eliminación del movimiento de derechos humanos de la comunidad bidún. En los últimos años, las fuerzas de seguridad han atacado a activistas bidunes y los han metido en prisión por cargos falsos únicamente por sus actividades pacíficas de derechos humanos en las que ejercen sus derechos a la libertad de expresión y a la libertad de protesta pacífica, tal y como garantiza la Constitución kuwaití.

Arrestos de activistas bidunes

El 11 de julio de 2019 [10] se inició una serie de arrestos de activistas bidunes sin que las autoridades competentes dictaran orden judicial alguna. Los arrestos se dirigieron contra activistas y manifestantes que protestaron [8] para exigir el reconocimiento de los derechos de la comunidad apátrida tras el suicidio de Mudath.

Quince activistas bidunes continúan en prisión por su participación en las protestas. Ellos son Abdulhakim Al-Fadhli, Ahmed Al-Onan, Awad Al-Onan, Abdullah Al-Fadhli, Mutaib Al-Onan, Mohammed Khudair Al-Anzi, Yousif Al-Osmi, Nawaf Al-Bader, Hamid Jamil, Yousif Al-Bashig, Jarallah Al-Fadhli, Ahmed Shaya Al-Anzi, Hamoud Al-Rabah, Khalifa Al-Anzi y Reda Al-Fadhli.

Los detenidos se encontraban inicialmente bajo la custodia del organismo de Seguridad del Estado, que rechazó sus reiteradas solicitudes de traslado a una prisión pública, incluso después de que los interrogatorios terminaran. Persiste el temor de que las autoridades mantengan a los activistas detenidos lejos de las prisiones estatales oficiales hasta que desaparezcan las señales de malos tratos y tortura, ya que las prisiones oficiales solo aceptan a los nuevos reclusos después de un examen médico.

Cabe mencionar que la fiscalía se ha negado en repetidas ocasiones a remitir a los activistas bidunes que alegaban ser víctimas de tortura al departamento de medicina forense para que los examinaran. Algunos empleados afirmaron que no era de su competencia hacer esta transferencia; una flagrante violación de la legislación kuwaití que protege a los autores de la tortura, principalmente miembros de las fuerzas de seguridad.

Los activistas bidunes encarcelados pusieron fin a su huelga de hambre el 2 de septiembre. La infografía de Visualizing Impact illustra los efectos fisiológicos de una huelga de hambre [CC BY-NC-ND 4.0 [11]].

El 25 de agosto de 2019, a petición del Ministerio Público, el tribunal de primera instancia prorrogó la detención del grupo hasta el 4 de septiembre de 2019, y se les imputan tres cargos principales: uso indebido de sus teléfonos, convocatoria a reunión no autorizada y participación en una reunión no autorizada.

Estos activistas iniciaron una huelga de hambre el 22 de agosto de 2019, para exigir su liberación inmediata e incondicional, que se retiren los cargos contra ellos y que se respeten los derechos civiles y humanos de la comunidad bidún de Kuwait. Continuaron su huelga de hambre a pesar de los intentos de las autoridades de forzarlos a comer a través de tubos, según han contado a GCHR los abogados y familiares.

Después de que algunos sufrieran un deterioro de sus condiciones de salud, pusieron fin a su huelga de hambre el 2 de septiembre. Otros sufren enfermedades crónicas y todos necesitan atención sanitaria adecuada.

Los activistas detenidos ejercieron sus derechos pacíficos a la libertad de expresión y reunión, y deberían ser liberados inmediata e incondicionalmente. En lugar de encerrarlos, las autoridades kuwaitíes deberían reconocer sus legítimas demandas y tomar medidas para mejorar la situación de la comunidad bidún del país, reconociendo sus derechos civiles y humanos, incluido su derecho a la ciudadanía.