El 12 de septiembre de 1988, en el momento del punto más alto de la temporada de hurcanes en el Atlántico, una tormenta llamada Gilbert golpeó a una Jamaica sorprendida y no preparada. El ojo pasó sobre la isla en unas ocho horas, del extremo este al extremo oeste.
Han pasado 31 años desde que este huracán de Categoría 3 devastara partes de Jamaica; quienes tengan edad suficiente los recordaron, mientras otros reflexionaron si la isla podría soportar una tormenta mucho más fuerte ahora.
1/9 At this hour in 1988 Hurricane Gilbert was flattening the parish of Portland. A lot of Jamaicans still don't know — and many don't remember how powerful and devastating the hurricane really was. pic.twitter.com/YIdCiGbtjF
— ST. ANN (@stann360) September 13, 2019
El 1 de septiembre de 1988, a esta hora, el huracán Gilbert arrasaba con el distrito de Portland. Muchos jamaicanos aún no saben — y muchos no recuerdan lo poderoso y devastador que fue el huracán realmente.
El empresario Wayne Chen dijo en Facebook:
Hurricane Gilbert hit Jamaica with sustained winds of 125 mph as its 15 mile-wide eye moved […] across the length of the island leaving a swathe of destruction. It produced a 19 ft storm surge and brought up to 32 inches of rain, causing flash flooding. 49 people died and US$700 million in damage was sustained. More than 100,000 houses were destroyed or damaged and the country's banana crop was wiped out. Hundreds of miles of roads and highways were heavily damaged and the electricity supply was disrupted. The country struggled to regain normalcy, but we prevailed and Jamaica was mostly back on track within months.
El huracán Gilbert azotó Jamaica con vientos sostenidos de 200 kph mientras su ojo de 24 kilómetros avanzaba […] a lo largo de la isla dejando a su paso una estela de destrucción. Produjo olas de tormenta de cinco metros y llevó lluvia de hasta 80 centímetros de lluvia, que causaron inundaciones. Murieron 49 personas y hubo US$700 millones en daños. Más de 100 000 casas fueron destruidas y quedaron dañadas y toda la cosecha de bananos del país se perdió. Cientos de kilómetros de caminos y carreteras quedaron seriamente dañados y el suministro de electricidad se vio interrumpido. El país tuvo dificultades para recuperar la normalidad, pero lo logramos y Jamaica estuvo de vuelta en el rumbo al cabo de dos meses.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. En los últimos 30 años, los extremos cambios climáticos se han vuelto más marcados. El letal huracán Dorian fue una catastrófica tormenta Categoría 5 que se quedó sobre las Bahamas entre el 1 y el 3 de septiembre de 2019. La cantidad de los desaparecidos se calculó en 1300, debido al hecho de que a algunas partes de la islas más afectadas se llegó una semana después. El archipiélago también comprende cientos de dispersos cayos mucho más pequeños.
A juzgar por la reacción en Twitter, Jamaica puede estar igualmente vulnerable:
There still remain many vulnerable communities, especially those that r informal in set up (poor housing stock). Additionally, where water, hygiene & sanitation are concerned, we arent prepared. Serious long term strategies will have 2 include securing land tenure 4 d vulnerable
— ??#IAMworthy ?? (@DMarcAnthony) September 13, 2019
¿Podría Jamaica sobrevivir un huracán Categoría 5? Pregunto esto en el aniversario del huracán Gilbert.
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Aún hay muchas comunidades vulnerables, sobre todo las de origen informal (viviendas de baja calidad). Además, donde agua, higiene e instalaciones sanitarias están involucradas, no estamos preparados. Las estrategias serias a largo plazo deberán incluir garantizar tierras para los vulnerables.
El paso de Dorian también destacó la desigualdad en las islas –la devastación en una zona conocida como The Mudd, por ejemplo, donde viven muchos refugiados haitianos, fue mucho peor que en zonas donde viven bahameños acomodados y extranjeros. Según un académico caribeño, esto suele ocurrir tras los huracanes:
We must understand that the most vulnerable or marginalised communities before the disaster (poor and working class folks, persons living with disabilities and severe health conditions, elderly, migrants, and those caring for others) will be the most in need in the aftermath. This is how disasters work. They are not the great equalizer. All they do is unearth and exacerbate existing inequalities and vulnerabilities. We have seen this again and again – from Hurricane Katrina in New Orleans to Superstorm Sandy in the Northeast US, as well as in the continued failed response and relief for Puerto Rico after Hurricane Maria. The most vulnerable are made more vulnerable.
Debemos entender que la mayoría de comunidades marginadas antes del desastre (personas pobres y de clase trabajadora, personas con discapacidad y graves problemas de salud, ancianos, migrantes y quienes se encargan de otros) serán los más necesitados en las secuelas. Así funcionan los desastres. No son los grandes igualadores. Todo lo que hacen es desenterrar y exacerbar desigualdades y vulnerabilidades existentes. Hemos visto esto una y otra vez –desde el huracán Katrina en Nueva Orleans a la supertormenta Sandy en el noreste de Estados Unidos, y también en la continua respuesta y ayuda fallidas para Puerto Rico después del huracán María. Los más vulnerables quedan más vulnerables.
Además, se informa que un derrame de petróleo en la costa de Gran Bahama causado por la tormenta se ha esparcido 80 kilómetros en el mar y a lo largo de la costa, y amenaza el ambiente. Organizaciones conservacionistas como Coral Vita y BirdsCaribbean de Gran Bahama están extremadamente preocupadas por el impacto a corto y largo plazo en ambiente, que sin duda afectará la subsistencia de estas islas que dependen del turismo. Ambas organizaciones ya han iniciado recaudaciones de fondos, pero con la cercanía de la tormenta tropical Humberto a Bahamas la noche del 13 de septiembre, esas preocupaciones crecieron.
Entonces, ¿cómo se las arreglaría Jamaica en estas terribles circunstancias? Según un nuevo informe, el mundo en general está «gravemente» desprevenido para el impacto del cambio climático. ¿Dónde deja eso exactamente a las vulnerables islas?
Algunas precipitaciones fuertes (aunque cortas) de comienzos de septiembre resultaron en inundaciones, y la basura recorre las calles de Kingston, bloqueando los drenajes de la capital. Con esas condiciones climáticas, las zonas bajas, urbanas y rurales, están inundadas frecuentemente. Un habitante de Kingston publicó un video:
Look at this pic.twitter.com/fntMr49AZo
— Bob Loblaw ? ?? (@FoxalotWill) September 8, 2019
Vean esto:
Hábitos irresponsables, como tirar la basura a la calle, también contribuyen con el problema:
Drain cleaning work underway along MGD, near Chesterfield Dr. Notice the scores of plastic bottles in the drain. Old car parts are among debris being loaded in the truck. The kind of things that compromise our drainage network. pic.twitter.com/rOYltVT0kN
— NationalWorksAgency (@NWA_JA) September 11, 2019
Trabajo de limpieza de drenajes cerca de Chesterfield. Miren los montones de botellas de plástico en el drenaje. Viejas partes de auto están entre los desechos que lleva el camión. Cosas como esta ponen en riesgo nuestras redes de drenaje.
No obstante, los líderes políticos admiten que la infraestructura de Jamaica es «anticuada» y necesita un gran mantenimiento. En realidad, el primer ministro Andrew Holness acaba de anunciar planes para restablecer y reemplazar el sistema de drenaje del país.
En las últimas décadas, el Caribe ha tenido su cuota de tormentas. En septiembre de 2017, el impacto de los huracanes Irma y María en varias islas del este del Caribe y Puerto Rico fueron tal vez una advertencia de que esos sistemas climáticos se están volviendo más violentos.
¿Es esta la “nueva normalidad” para el Caribe? De ser así, el ánimo sugiere que ya pasó el tiempo de hablar, y en Jamaica, como en otros lugares, hay una creciente sensación de urgencia.