- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Mejora la seguridad en El Salvador, pero libertad de prensa pierde terreno

Categorías: El Salvador, Activismo digital, Censura, Derechos humanos, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, GV Advox

La presidencia bloquea acceso al El Faro y Revista Factum durante una conferencia de prensa. Foto: El Faro/Victor Peña. Usada con autorización.

En El Salvador, el presidente Nayib Bukele es popular. Este emprendedor conocedor de Twitter llegó a la presidencia el 1 de junio de 2019, sin una clara línea ideológica tras décadas de decepción hacia gobiernos de izquierda y derecha. Años de gran corrupción, violencia de pandillas, falta de empleo y migración forzada hicieron que la población creyera que Nayib Bukele podía ser el capitán que lleve a El Salvador en la dirección correcta.

Entre enero y mayo de 2019, la tasa de homicidios descendió [1] de 8.9 a 5.6 por día entre junio y agosto, según datos nacionales, que Bukele atribuye a su plan de seguridad militarizada. Algo más del 50 % de la población considera la lucha contra la delincuencia como el mayor logro de Bukele, en tanto el 90 % [2] ha advertido algo de cambio positivo desde que asumió el cargo.

El día que anunció el lanzamiento de un plan internacional anticorrupción, otra popular iniciativa, se negó a permitir que hubiera periodistas de investigación a la conferencia de prensa. Entonces surgió una discusión pública [3] entre Bukele y los periodistas censurados.

Bukele tuiteó [4] que periodista de El Faro y Revista Factum «[se hacian las] vístimas, alternativa irónica para «víctima». Luego explicó que no les permitieron entrar porque se habían comportado mal en una conferencia de prensa anterior. El periodista de El Faro respondió que una vez anterior le apagaron el micrófono y tuvo que gritar su pregunta.

El Faro y Revista Factum han ayudado a revelar un plan de corrupción e impunidad masivas y están investigando los vínculos financieros pasados del actual presidente y la transparencia del Gobierno. También investigan estructuras delincuenciales dentro del país, lo que ayuda a los lectores a entender los altibajos de la violencia de pandillas de El Salvador.

Muchos seguidores de Bukele, acusan a estos medios digitales de tener sesgos contra [5] el presidente. Un fundador de Revista Factum está afiliado con un recién surgido partido de derecha, por ejemplo. En general, a los medios en El Salvador se les considera sesgados a intereses privados y políticos.

Sin embargo, organizaciones internationales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos [6] y el Comité para Proteger Periodistas [7] condenaron la medida. Bukele autorizó luego que los periodistas entraran a las conferencia de prensa, pero sobre las preguntas de un periodista de Revista Factum sobre transparencia dijo «hay que investigar para no decir tonteras», como se muestra en este video [8]. La grabación se volvió viral, la gente apoyó el comportamiento del presidente.

Carlos Dada, fundador de El Faro, explicó sus preocupaciones al programa de radio salvadoreño Pencho y Aída.

El Salvador ha sido considerado como uno de los países relativamente mejores en Centroamérica para ser periodista, pero está perdiendo su lugar —retrocedió 15 lugares [12] en el Índice de Libertad de Prensa 2019 en comparación con 2018.

Aunque la conflictiva relación de Bukele con la prensa no es nueva —estuvo involucrado en coordinar un «centro de troles» [13] desde su teléfono celular contra La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy en 2015— aumentó en las últimas semanas.

Quienes apoyan a Bukele lo imitan y desprestigian o, en el peor de los casos, insultan a periodistas y todo lo que sugiera un atisbo de escepticismo por la gobernabilidad de Bukele. El presidente usa una narrativa [14] que divide a quienes están a su favor —el «90 % que lo apoya en las encuestas, y el 4 % que «no lo apoya». Bukele sostuvo que el “4 % da asco [15]» por critican a las fuerzas armadas.

La vergüenza pública puede disuadir a otros a decir lo que piensan en el país. En Facebook, Karla Castillo, activista de derechos humanos salvadoreña, cuestionó la inclinación de Bukele por la creciente militarización de El Salvador [16] y la publicación se volvió viral. Miles de personas criticaron su opinión y la insultaron y amenazaron.

La Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República de El Salvador [17] acaba de compartir una serie de imágenes en Twitter, como parte de la celebración de independencia. Un show de represión de la Fuerza Armada, frente a la tarima presidencial. Yo no sé ustedes, pero a mí me da tristeza y miedo al ver estas imágenes. El presidente Nayib Bukele [18] podría marcar la diferencia al celebrar la independencia con tantos actos culturales y artísticos, educativos, incluso. Pero él prefiere hacer una demostración de terror. Más incomprensible es verlos disfrutar del show. No, esto no es independencia, esto es instaurar miedo en la población.

Y para los que defienden estas práctica, les recuerdo del informe que la misma Procuraduría General de la República lanzó hace unas semanas, donde se demostró que las mismas autoridades abusaron de su poder para cometer asesinatos violentos. El informe cuenta al menos 116 víctimas.

Una cosa es utilizar a la fuerza pública, en el marco de su deber, otra muy diferente es hacer un show de entretenimiento con eso. Esto es institucionalizar el terror como una práctica y legitimar el uso, incluso el disfrute, de la represión.

Image alluded to in Karla Castillo's Facebook post. Taken from her Facebook account and used with permission. [16]

Imagen a la que alude la publicación de Karla Castillo en Facebool [16]. omada de su cuenta de Facebook y usada con autorización.

“La gente se ofende porque Bukele es su única esperanza”, dijo Karla Castillo a Global Voices por teléfono. «Entonces, toda crítica contra el presidente es crítica a ellos y su esperanza”. Lo que le preocupa es que el presidente está “haciendo que otros lo imiten”.

Aunque cree que el presidente tiene buenas intenciones para arreglar el país, dice que puede “tener estrategias sobre cómo manipular la opinión pública». Cree que una de tales estrategias es hacer que la prensa sea el enemigo y evitar preguntas incómodas. Otra estrategia, según ella, sería crear la visión de un país que todavía no existe y desacreditar las opiniones contrarias.

«Por supuesto que quiero que mi país mejore, mis amigos han vivido terribles historias de asesinato», dijo. «Pero quiero que las cosas se hagan bien y honradamente». Cree que los ataques contra la libertad de expresión es una forma de violencia en sí misma.

“Hay personas que me han escrito en privado para agradecerme por ser esa voz, porque no se atreven a criticar al presidente abiertamente por los ataques en línea”, dijo.

Este artículo se actualizó el 10 de octubre de 2019. Una versión anterior afirmaba erróneamente que la tasa de homicidios descendió de 8.9 a 5.6 por cada 100 000 habitantes entre junio y agosto de 2019. En ese periodo, la tasa de homicidios descendió de  8.9 a 5.6 por día.