Analista político de Hong Kong equipara a hongkoneses con nación apátrida

Brian Fong. Fotografía tomada por Violeta Camarasa.

Las protestas contra la extradición de Hong Kong evolucionaron en un movimiento que se opone a la intrusión política de Pekín. Aunque el Gobierno chino las llama un movimiento separatista, el académico local en ciencias políticas Brian C.H. Fong aborda el tema del estado político de Hong Kong bajo el régimen chino y las aspiraciones democráticas de la ciudad a través de un lente diferente, con el que compara a los hongkoneses con una nación apátrida y denomina a Hong Kong una autonomía antidemocrática.

Paralelamente al movimiento prodemocrático, una nueva identidad nacional colectiva parece estar creciendo rápidamente en Hong Kong. La última encuesta publicada a finales de junio por el Programa de Opinión Pública de la Universidad de Hong Kong (HKUPOP) resaltó una creciente tendencia en un sentimiento de identidad observado en la última década entre los ciudadanos hongkoneses. De acuerdo con los datos más recientes, 53 % de los encuestados se identificaron como hongkoneses, mientras que solo 11 % se considera chino. Ambos porcentajes son el más alto y el más bajo desde que la soberanía del territorio fue cedida a China.

La autora, Violeta Camarasa, entrevistó a Brian Fong para conocer su opinión con respecto a la identidad hongkonesa y su relación con el movimiento democrático de la ciudad. La entrevista se publicó primero en el medio informativo catalán El Temps y se reproduce en este espacio con la autorización de la revista.

Violeta Camarasa (VC): En tu trabajo de investigación has sostenido que los hongkoneses son una nación apátrida y que su estado político se puede comparar con el de los catalanes y los escoceses. ¿Cuáles son las razones principales que utilizas para defender esta postura?

Brian Fong (BF): The academic term, stateless nation, is one of the concepts that I use which applies to both Catalonia and Hong Kong, and other places around the world in similar circumstances.

Hongkongers are a political community without a sovereign status but striving for greater degree of self-government. But if we compare Hongkongers to other cases like Scots or Québécois… the political community of Hongkongers is still very young. Catalans, for example, have several hundred years of history as a stateless nation, much deeper cultural links and a longer political history striving for autonomy.

Brian Fong (BF): El término académico, nación apátrida o sin estado, es uno de los conceptos que utilizo y aplica tanto en Cataluña como Hong Kong, y otros lugares alrededor del mundo en circunstancias similares.

Los hongkoneses son una comunidad política que no tiene un estado soberano, pero se esfuerzan por alcanzar un grado de autonomía mayor. Pero si les comparamos con otros casos, como los escoceses o los quebequenses… la comunidad política hongkonesa aún es muy joven. Los catalanes, por ejemplo, tienen centenares de años de historia como nación apátrida, vínculos culturales más profundos y una historia política más extensa en lo que respecta a la lucha por alcanzar la autonomía.

VC: Según tu opinión, ¿desde cuándo podemos considerar a Hong Kong como una nación con una identidad colectiva específica? ¿Por qué?

BF: After the establishment of the People's Republic of China in 1949 and during the Cold War between the Soviet Union and the U.S, Hong Kong was situated along the “bamboo curtain”, which separated communist China from the capitalist countries in Asia. As an ally of the U.S, the British government tightened immigration controls between China and Hong Kong. People who took refuge in the city from Chinese Civil War (1945-1949) and the Chinese Communist Party regime had gradually settled in as permanent residents. By the 1970s, a majority of Hong Kong residents were not immigrants but born locally. People have started to identify themselves as Hongkongers rather than Chinese. Such identification has also been reflected in Cantonese popular culture. As a capitalist city, Hongkongers enjoy more civic freedoms and the way of life in Hong Kong is very different from life in China.

The unique economic, social and cultural status of Hong Kong was “codified” by the 1984 Sino-British Joint Declaration and the 1990 Basic Law. And on 1 July 1997, when Britain handed over Hong Kong to China, a young stateless nation called “the Hongkongers” has been attached in the package.

BF: Después de que se formó la República Popular de China en 1949 y durante la Guerra Fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos, Hong Kong se encontraba en el «telón de bambú«, que separó a la China comunista de los países capitalistas en Asia. Como aliado de Estados Unidos, el Gobierno británico intensificó los controles de inmigración entre China y Hong Kong. Las personas que se refugiaron en la ciudad tras escapar de la guerra civil china (1945-1949) y del régimen del Partido Comunista Chino se asentaron gradualmente allí como residentes permanentes. Para la década de 1970, la mayoría de habitantes de Hong Kong no eran inmigrantes sino personas que nacieron en el territorio. Las personas comenzaron a identificarse más como hongkoneses que chinos. Tal identidad se ha reflejado también en la cultura popular cantonesa. Al ser una ciudad capitalista, los hongkoneses gozan de más libertades civiles y la forma de vida en Hong Kong es muy diferente a la vida en China.

El estado económico, social y cultural especial de Hong Kong fue «codificado» a través de la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984 y la Ley Básica de 1990. Y el 1 de julio de 1997, cuando Gran Bretaña cedió Hong Kong a China, una joven nación apátrida denominada «hongkoneses» se adjuntó al paquete.

VC: ¿Podrías explicar brevemente las características principales de esta nueva identidad colectiva de Hong Kong y su evolución en la última década?

BF: In recent years, especially after the mass protest rally against the enactment of national security law in Hong Kong in 2003, Beijing’s efforts to strengthen political control and assimilate the population have helped consolidate the identification of Hong Kong people as Hongkongers rather than Chinese. The more Beijing tries to undermine Hong Kong distinctiveness, rule of law and civic freedoms, the more Hong Kong people resist. And every time you resist, you reinforce your identity. This is why Hong Kong identity is becoming stronger.

BF: En los últimos años, particularmente después de las manifestaciones masivas contra la promulgación de la ley de seguridad nacional en Hong Kong en 2003, los esfuerzos que ha realizado Pekín para fortalecer el control político y asimilar a la población contribuyeron a consolidar la identidad hongkonesa de las personas de Hong Kong. Mientras más intente Pekín minar la peculiaridad, el imperio de la ley y las libertades civiles de Hong Kong, más se opondrán los hongkoneses. Y cada vez que te opones, reafirmas tu identidad. Esta es la razón por la cual la identidad hongkonesa se está fortaleciendo.

VC: ¿Cómo explicarías el conflicto generacional observado en el último movimiento a favor de la democracia que surgió por las protestas contra la extradición?

BF: Young people have a much stronger sense of Hongkonger identity, which also means a stronger interest in seeing Hong Kong become a fully autonomous territory. Many of those who are now in their 50s and 60s still identify themselves as Chinese or «Hong Kong Chinese». But starting from my generation, those who are now in their early forties or late thirties, most of us exclusively identify ourselves as Hongkongers.

A clear indicator is how the young people are very actively demanding international support for their cause in order to counteract Chinese influence. The older generations, even if they are pro-democracy, they would have a lot of reservations to internationalize Hong Kong’s opposition movement due to their Chinese identity. But for young people, their top priority is to defend Hong Kong ’s interests.

BF: Los jóvenes tienen un sentido de identidad hongkonesa más fuerte, esto significa también que tienen un interés más profundo por ver que Hong Kong se convierta en un territorio totalmente autónomo. Muchas personas de entre 50 y 60 años todavía se identifican como chinos o «chinos de Hong Kong». Pero a partir de mi generación, los que ahora pasan de treintones a cuarentones, la mayoría nos identificamos exclusivamente como hongkoneses.

Una señal evidente de esto es la manera en que los jóvenes exigen activamente el apoyo internacional para su causa para contrarrestar la influencia china. Las generaciones mayores, aunque estén a favor de la democracia, tendrían muchas reservas en cuanto a internacionalizar el movimiento opositor de Hong Kong, debido a su identidad china. Pero para los jóvenes, su prioridad máxima consiste en defender los intereses de Hong Kong.

VC: El cantonés es un elemento muy importante de esta identidad singular, algo que los hongkoneses tiene en común con otros pueblos como los catalanes o los escoceses. ¿Cómo explicarías el cambio de actitud hacia su propio idioma?

BF: Identity is about distinctiveness. How a group of people is different from another group of people. Young people are more and more eager to highlight the distinctiveness of Hong Kong as opposed to mainland China. In the past, pro-democracy movements had focused on the defense of civic liberties, human rights, etc. in both Hong Kong and mainland China. Now young people combine the defense of core values with local cultural features, like Cantonese language and the use of traditional Chinese characters in writing. There are more and more people concerned with the preservation of Cantonese. Some are devoting their professional lives to promote and even teach Cantonese to foreigners. This is extraordinary, we could have never imagined this 10 years ago.

BF: La identidad trata sobre la peculiaridad. Cómo un grupo se diferencia de otro. Los jóvenes son cada vez más entusiastas en resaltar la singularidad de Hong Kong que la de China continental. Antes, los movimientos a favor de la democracia se enfocaban en defender las libertades civiles, los derechos humanos, etcétera, en Hong Kong y China continental. Ahora los jóvenes fusionaron la defensa de los valores fundamentales con las características culturales locales, como el cantonés y el uso de los caracteres chinos tradicionales en la escritura. Cada vez hay más personas interesadas en la conservación del cantonés. Algunos dedican sus vidas profesionales a promover e incluso a enseñar cantonés a extranjeros. Esto es extraordinario, nunca hubiésemos imaginado esto hace una década.

VC: Una de las características principales que diferencia a Hong Kong de Cataluña es que este nunca ha sido un territorio soberano, aunque ha gozado de un vasto grado de poder autónomo. ¿Qué es exactamente por lo que están luchando los hongkoneses?

BF: That’s true. Compared to other stateless nations like [Catalonia], we have extraordinary autonomous power: we have our own government, our legislature, our own currency, our own passport… we can even sign international treaties with any foreign country! But Hong Kong's autonomy has a very big problem: its autonomous powers are not directly exercised by the people of Hong Kong through a representative democratic government. I call it an “undemocratic autonomy”, with a government handpicked by Beijing.

Hong Kong’s autonomy was formally established in the 1984 Sino-British Joint Declaration, and later on in 1997 in the Basic Law, the constitutional document for the HKSAR. Both documents were the result of negotiations between former colonial power Great Britain and the PRC, without participation of the Hong Kong people. Because in practice Hong Kong has very extensive autonomous powers, what we have missed so far is democracy, a truly democratic self-government being accountable to the Hongkongers.

BF: Eso es cierto. Comparado con otras naciones sin estado [como Cataluña], tenemos un poder autónomo extraordinario: tenemos Gobierno propio, nuestro cuerpo legislativo, nuestra divisa, nuestro pasaporte… ¡incluso podemos firmar tratados internacionales con cualquier país extranjero! No obstante, la autonomía de Hong Kong tiene un problema muy grande: las personas de Hong Kong no son quienes ejercen directamente los poderes autónomos a través de un gobierno democrático representativo. Lo denomino como una «autonomía antidemocrática», pues es Pekín que selecciona cuidadosamente al gobierno.

La autonomía de Hong Kong se instituyó formalmente en la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984, y posteriormente en1997 en la Ley Básica, el instrumento constitutivo de la Región Administrativa Especial de Hong Kong. Ambos documentos fueron el resultado de las negociaciones entre la antigua potencia colonial de Gran Bretaña y la República Popular de China, sin la participación del pueblo hongkonés. Dado que en la práctica Hong Kong tiene mayores poderes autónomos, lo que nos hace falta hasta el momento es la democracia, una autonomía democrática verdadera que rinda cuentas a los hongkoneses.

VC: El movimiento prodemocrático ha estado solicitando el apoyo internacional, particularmente el de Estados Unidos. ¿Crees que la intervención de un poder extranjero podría dificultar aún más las cosas para los hongkoneses?

BF: Hong Kong is an interesting case, not only because it is an undemocratic autonomy, but also because of its “internationalized autonomy”, I’d say. Even if Hong Kong’s sovereignty corresponds to China, there are many international interests in Hong Kong. The US has had a strong presence here ever since the Cold War. This is also part of Hong Kong’s singularity as a bridge between the East and the West. Hong Kong’s situation is not a simple central government-peripheral region conflict, it is also a geopolitical conflict.

BF: Hong Kong es un caso interesante, no solo por ser una autonomía antidemocrática, sino diría que por su «autonomía internacionalizada». Aunque la soberanía de Hong Kong le pertenece a China, existen muchos intereses internacionales en el territorio. Estados Unidos ha mantenido una presencia fuerte aquí desde la Guerra Fría. Esto también forma parte de la particularidad de Hong Kong, ya que es un puente que conecta Oriente con Occidente. La situación de Hong Kong no es un simple conflicto entre el Gobierno central y la región periférica, es también un conflicto geopolítico.

VC: Argumentaste que en los próximos años veremos cada vez más enfrentamientos entre Estados Unidos y China en Hong Kong, en la medida que se desarrolle una «nueva Guerra Fría» entre las dos potencias mundiales. ¿Ampliar la autonomía de Hong Kong podría ser una manera de estabilizar a ambas potencias?

BF: Yes. In order to balance the interests of China, the U.S. and Hong Kong people, the city needs a truly democratic self-government that can represent the interests of Hong Kong people and also understand the complexity of geopolitics. And we also need China and the US to be ready to make concessions and exercise a certain degree of self-restraint when defending their interests in Hong Kong.

BF: Sí. Para estabilizar los intereses de China, Estados Unidos y el pueblo hongkonés, la ciudad requiere de una autonomía democrática verdadera que pueda representar los intereses de los hongkoneses y entender también la complejidad de la geopolítica. También necesitamos que China y Estados Unidos se preparen para realizar concesiones y ejerzan cierto grado de autocontrol cuando defiendan sus intereses en Hong Kong.

VC: ¿Existe alguna esperanza de que haya democracia en Hong Kong?

BF: I want to believe that Hong Kong will manage to navigate between the two superpowers in this “new Cold War”, this is why Hong Kong is Hong Kong. In the long run, I believe that we Hongkongers should be able to achieve full and democratic autonomy, but the struggle will be long and harsh.

BF: Quiero creer que Hong Kong logrará abrirse camino entre las dos superpotencias en esta «nueva Guerra Fría», es por eso que Hong Kong es Hong Kong. A largo plazo, creo que los hongkoneses debemos poder alcanzar la autonomía democrática total, pero la lucha será larga y ardua.

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