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Activistas hongkoneses denuncian que sentencia judicial sobre contenidos «violentos» amenaza libertad de internet

Categorías: Asia Oriental, China, Hong Kong (China), Activismo digital, Censura, Derecho, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Tecnología
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Imagen de medio ciudadano de Hong Kong, Stand News.

Los activistas por la libertad de Internet en Hong Kong están cuestionando una orden provisional emitida por el Tribunal Supremo que prohíbe a cualquier persona publicar y reproducir cualquier información que promueva la violencia, incluidos LIHGK y Telegram.

La petición por la orden la presentó el secretario de la justicia al Tribunal Supremo el 31 de octubre. Solicita al Tribunal impedir [2]:

(a) Wilfully disseminating, circulation, publishing or re-publishing on any internet-based platform or medium (including but not limited to LIHKG and Telegram) any material or information that promotes, encourages or incites the use of threat of violence, intended or likely to cause (i) bodily injury to any person unlawfully within Hong Kong; or (ii) damage to any property unlawfully within Hong Kong.

(b) Assisting, causing, counselling, procuring, instigating, inciting, aiding, abetting or authorizing others to commit any of the aforesaid acts or participate in any of the aforesaid acts.

a) que se difunda, circule, publique o reproduzca deliberadamente en cualquier plataforma de internet o medios (como LIHKG y Telegram, entre otras) material u información que promueva, anime o incite al uso de amenazas violentas con la intención de causar lesiones físicas (i) a cualquier persona que se encuentre dentro de Hong Kong; o (ii) dañar cualquier propiedad en Hong Kong.

b) que se asista, cause, aconseje, procure, instigue, incite, contribuya, apoye o autorice a otros cometer o participar en cualesquiera de esos actos.

El juez Russell Adam Coleman del Tribunal Supremo concedió la orden provisional [3] por dos semanas hasta que se celebre la audiencia formal para la solicitud, el 15 de noviembre.

Sin embargo, los grupos para la libertad de internet se preocupan de que la orden podría tener un efecto paralizador sobre la libertad de expresión en línea en Hong Kong.

La sociedad de internet Hong Kong Chapter lanzó [4] una campaña para recaudar fondos y presentar una revisión judicial contra la orden. La organización expresó su preocupación de que la orden podría forzar a los proveedores de servicios de internet a censurar o restringir el acceso a algunas páginas.

La orden no solo afectaría el derecho de los usuarios individuales a la libertad de expresión, también obligaría a los proveedores de servicios de internet o a los operadores de la plataforma filtrar o suprimir contenidos políticos. La sección (a) de la orden podría ser utilizada con los usuarios de internet que difundan información de la protesta en línea, mientras la sección (b) afectaría a proveedores de servicios de internet y operadores de las plataformas que podrían ser acusados de «ayudar, apoyar y autorizar» a sus usuarios para difundir esa información. Así lo explicado [4] Hong Kong Chapter:

The injunction provisions are overbroad, anyone who issues comments on police brutality and criticism on the government could potentially be construed to be “inciting, aiding or abetting” others to commit unlawful acts. The injunction can even go further to include anyone who simply ‘like’, share and respond to the comments. It is possible that with the use of the injunction, the government may force online platforms and Internet Service Providers (ISPs) to censor and restrict access to websites and applications, or request private information of online users who are aiding in the dissemination of the online content. The injunction will not only affect free speech online, it will destroy Hong Kong’s open and free Internet, as well as free flow of information, if the government seeks to invoke more power to censor the Internet.

Las disposiciones de la orden provisional son demasiados amplias, cualquier tipo de comentarios sobre la brutalidad policial y las críticas al Gobierno podrían ser interpretados como «incitar, ayudar o apoyar» a otros a cometer actos ilegales. La orden puede incluso ir más allá para incluir cualquiera que simplemente, marcara «me gusta», difundiera y contestara los comentarios. La orden podría incluso llegar a forzar a las plataformas en línea y a los proveedores de servicios de internet (ISP en inglés) a censurar o restringir el acceso a páginas de internet y aplicaciones, o solicitar información privada de los usuarios que ayuden la difusión de los contenidos en línea. La orden no sólo afectaría la libre expresión en línea, destruiría la internet libre y abierta de Hong Kong, y también el libre flujo de información, si el Gobierno intentase invocar más poderes para censurar internet.

Actualmente, los proveedores de servicios de internet y los operadores de plataforma en Hong Kong están obligados a bloquear o suprimir los contenidos ilegales que incluya informaciones que infrinjan derechos de autor y privacidad personal. Si bien estas palabras tienen definiciones claras, la orden abarca la «información que promueve, alienta e incita al uso de la amenaza de violencia» y esa descripción podría interpretarse como información sobre la protesta en general.

Si los operadores de plataformas en el extranjero no cumplen los avisos de las autoridades, se le podría acusar de «incitar» la distribución de materiales ilícitos y los proveedores de servicios de internet locales se verían obligados a bloquear por completo plataformas como Telegram y el foro LIHKG en Reddit, que se alojan fuera de Hong Kong. Por lo tanto, muchos creen que la orden tiene como objetivo bloquear esas plataformas porque son el mayor canal de información por los manifestantes.

Los informes sobre los planes del Gobierno en consolidar su control sobre Internet siguieron circulando desde agosto de 2019. Volviendo al 28 de agosto, la asociación de proveedores de servicios de internet de Hong Kong advirtió [5] que «cualquier mínima restricción a internet sólo resultaría en más restricciones» y habría puesto a «Internet de Hong Kong tras un gran cortafuego». En su publicación, la asociación añadió:

Therefore, any such restrictions, however slight originally, would start the end of the open Internet of Hong Kong, and would immediately and permanently deter international businesses from positing their businesses and investments in Hong Kong.

Por lo tanto, cualquier restricción, por insignificante que fuera en principio, iniciaría el fin de internet libre de Hong Kong, e inmediata y manera permanentemente, disuadiría a los empresarios internacionales de establecer sus negocios y inversiones en Hong Kong.

A principios de septiembre, la coalicíon #KeepItOn envió también una carta abierta [6] al Gobierno de Hong Kong contra cualquier política que pudiera perjudicar la internet libre:

Shutting down or restricting the internet and disrupting communications will not stop protests nor remove the triggers behind them. They only increase societal anxiety, and often hide human rights violations, creating greater difficulty for long-term stability and peaceful dialogue.

Suspender o restringir Internet e interrumpir las comunicaciones no detendrá las protestas ní las motivaciones que hay detrás. Sólo incrementan la ansiedad social, y a menudo ocultan violaciones de derechos humanos, lo que crea enormes dificultades para la estabilidad duradera y el diálogo pacífico.

A principios de octubre, la jefa ejecutiva, Carrie Lam, la invocó ordenanza sobre reglamentos de emergencia para aplicar una ley que impide el uso de máscaras [7]. Al mismo tiempo, Ip Kwok-him, político a favor de Pekín y miembro del Consejo Ejecutivo, dijo [8] que el Gobierno no descartaba la aplicación de una nueva ley para limitar a internet como medio para frenar las protestas.

Aunque Carrie Lam subrayó que no aprobaría leyes para prohibir el acceso a internet, la orden del Tribunal Superior podría facultar a las autoridades a obligar a los proveedores de servicios de internet a bloquear determinadas plataformas y páginas web.

Hong Kong Chapter señaló que la actual orden podría generar un ambiente de temor y disuadiría a los ciudadanos y manifestantes de hablar:

If the situation remains unchecked, the police could potentially use the injunction to persecute more innocent and law abiding citizens who have the courage to speak up against the government and injustice.

Si la situación sigue incontrolada, la policía podría utilizar la orden para procesar a más ciudadanos inocentes y respetuosos de la ley que tienen la valentía de hablar contra el Gobierno y las injusticias.

Internet Society International expresó [9] también una profunda preocupación sobre la orden:

The order will have the unintended consequence of interfering with the normal operations of the local and global Internet, jeopardizing the smooth delivery of Internet services in Hong Kong and its neighbors…This outcome would directly endanger the lives and livelihoods of many Hong Kong people, and will have serious repercussions on Hong Kong’s economy and its links to the global digital economy.

La orden tendrá la consecuencia no deseada de interferir con las operaciones normales de internet global y local, lo que amenaza la correcta prestación de los servicios de internet en Hong Kong y sus vecinos… De manera directa, podría poner en peligro la vida y los medios de subsistencia de muchos hongkoneses y tendría graves repercusiones en la economía de Hong Kong y sus enlaces con la economía digital global.