Feria de armas japonesa genera protesta y desconcierto

activists protesting Japan's first arms fair

Activistas protestan en la primera feria de armas de gran escala en Japón en Chiba, 18 de noviembre. Un cartel dice «No queremos espectáculos de ventas de armas» (武器見本市いらない). Captura de pantalla del vlogger de YouTube U PLAN.

La primera feria de armas internacional de Japon se encontró con 400 manifestantes que destacaron la ambigüedad del Gobierno japonés y el sector hacia el legado pacifista de posguerra del país.

La feria internacional de armas y equipo de defensa y seguridad (DSEI) se llevó a cabo en el centro de convenciones Makuhari Messe y fue organizada por el Gobierno japonés en Chiba, como parte de los esferzos del Gobierno japonés de reforzar el sector defensa del país cinco años después del fin de una prohibición a la exportación de armas. La feria tuvo lugar entre el 18 y el 20 de noviembre, apenas una semana antes de la histórica visita del papa Francisco a Nagasaki con un mensaje de paz para Japón.

Aunque en Japón se han realizado con frecuencia ferias de armas a pequeña escala, esta es la primera que se organiza en colaboración entre el Gobierno y el sector. Según Mainichi Shimbun:

The nation's «first fully integrated defense event» is sponsored by ATLA (the Japanese Acquisition, Technology and Logistics Agency, the Ministry of Defense, the Ministry of Foreign Affairs, and the Ministry of Economy, Trade and Industry with 62 Japanese and 93 foreign firms and organizations taking part.

La «primera feria de defensa totalmente integrada» del país tiene el auspicio de la Agencia Japonesa de Adquisición, Tecnología y Logística (ATLA), el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Economía, Comercio e Industria con la participación de 62 empresas y organizaciones japonesas y 93 extranjeras.

Según el informe del DSEI sobre la feria, tuvo 110 expositores de 60 empresas que representian a contratistas japoneses y europeos así como proveedores como Mitsubishi Heavy Industries, NEC, Subaru, Thales Japan, Fujitsu y Airbus Helicopters Japan.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, Japón restringió las exportaciones de armas. En 2014, basándose en actualizaciones hechas en 2013 a su Estrategia de Seguridad Nacional, Japón flexibilizó esas restricciones y citó la necesidad de una mayor integración de seguridad con Estados Unidos y un deseo de diversificación económica.

Los cambios a la Estrategia de Seguridad Nacional también fueron posibles por los exitosos esfuerzos del gobierno de Shinzo Abe de reformar la Constitución de Paz de Japón para que a Japón le sea más fácil ir a la guerra.

Maruyama Shinichi, polítco del Partido Comunista de Japón de Chiba, comentó:

Como informó Bandera Roja [diario oficial del Partido Comunista de Japón], en la guía oficial para la exposición de armas dice: “Recientes revisiones a la Constitución japonesa han hecho posible que la industria de defensa se ampliara al extranjero», «es la mejor oportunidad para realizar una completa exhibición de defensa en Japón”, y «es un punto de apoyo (para Japón) para entrar al mercado asiático».

No se debería usar una instalación de propiedad pública [el centro de convenciones de Makuhari Messe en Chiba] para esto.

(Las capturas de pantalla son de artículos de Red Flag sobre las enmiendas constitucionales de Japón.)

Hasta ahora, las exportaciones de armas japonesas se han centrado en contribuir con partes y tecnología a proyectos estadounidenses con misiles antibalísticos, y ventas de aeronaves de patrullaje marítimo y barcos de patrulla de guardacostas. Sin embargo, el país no ha tenido éxito desde 2014 con la venta de sus armas al extranjero por su inexperiencia y la pequeña escala de su incipiente industria de exportación de armas comparada con otros países (Japón tiene una gran industria nacional de armas especializada en proveer necesidades específicas de las Fuerzas de Autodefensa de Japón).

Sin embargo, aunque el Gobierno se ha esforzado en construir una industria de exportación de armas, grandes corporaciones japonesas han invertido hace tiempo en producción de armas fuera de Japón.

En noviembre, cuando la muestra de armas de DSEI estaba a punto de empezar, un artículo de 2017 del tabloide SPA! reapareció en medios sociales. El artículo informa que las instituciones financieras japonesas están invirtiendo en municiones de racimo, aunque Japón reafirmó su compromiso con la Convención de Municiones de Racimo, y a pesar de una promesa de 2017 de las corporaciones japonesas para dejar de invertir en producir esas armas.

Las municiones de racimo son armas de fragmentación que se usan principalmente contra personas. Las minibombas se esparcen indiscriminadamente por el entorno aéreo, que lo vuelve difíciles de recuperar y neutralizar una vez concluido el conflicto. Las bombas también se dirigen indiscriminadamente a no combatientes. Por ejemplo, más del 80 % de víctimas causadas por municiones de racimo en la guerra civil de Yemen han sido civiles.

El artículo de SPA! de 2017 señala:

日本の金融機関は、クラスター爆弾製造自体への直接の投融資は禁じている。しかし、製造企業への投融資は禁じていないことがPAXなどのNGOから指摘されている。つまり「クラスター爆弾製造」に投資はしなくても「クラスター爆弾製造企業」には投資しているということだ。

Las instituciones financieras japonesas prohíben la inversión directa en producción de municiones de racimo. Sin embargo, ONG como PAX han señalado que la inversión en empresas de manufactura no está prohibida. En otras palabras, no invierte en “fabricación de bombas de racimo» pero invierte en “empresas que fabrican bombas de racimo”.

El artículo de SPA! cita un informe de julio de 2017 de PAX, ONG de Países Bajos que señala que, en 2017, el banco de inversiones japonés Mitsubishi UFJ era el “sétimo en el mundo en términos de transacciones con empresas de fabricación de bombas de racimo, tercera en términos de financiamiento y quinta en inversión y banca». Una actualización de diciembre de 2018 de PAX señala que aunque Mitsubishi UFJ había prometido no invertir en municiones de racimo, no está claro si sus empresas subsidiarias harán lo mismo.

Dada la falta general de una industria de defensa de exportación de Japón y su compromiso de vender equipo para defensa, algunos críticos de la feria de armas de DSEI de Chiba también se sintieron confundidos por todo el asunto de la feria de armas. Sugihara Koji, a político del Partido Verde de Japón, tuiteó:

En la feria de armas de DSEI, el Ministerio de Defensa de Japón tenía tanques tipo 10 y vehículos blindados ligeros en exhibición. Antes, había planes de vender estos vehículos militares a Turquía, pero se ha informado que (al final) Japón se negó pues los tanques y vehículos se usarían para conduir guerra ofensiva. Así que sería difícil que Japón exportara este equipo.

¿Qué sentido tiene esta feria de armas, me pregunto?

Los funcionarios del Gobierno japonés ignoraron o eran ajenos a las protestas. A pesar de las críticas, y ante el temor de que Japón está renunciado a su pasado pacifista, Kono Taro, Ministro de Defensa de Japón, expresó una lección que aprendió de la primera feria de armas a gran escala de Japón  ⁠—el país necesita puestos de venta más llamativos.

En la Exhibición General de Defensa y Seguridad de DSEI de Japón. Antes de abordar las capacidades tecnológicas, hay un gran diferencia entre presentaciones hechas por empresas extranjeras y japonesas. Es en esto que Japón necesita trabajar primero.

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