Entrevista con Bektour Iskender, cofundador de medio kirguiso bajo ataque por realizar una investigación sobre corrupción

Imagen de Aierken Saimati (centro), uno de los coordinadores de un enorme plan de corrupción que transportó millones en efectivo a sabiendas de los agentes aduaneros de Kirguistán. Ilustración (c) creada por Edin Pasović para OCCRP / Kloop. Usada con autorización.

A menudo se describe a Kirguistán como un estado peculiar entre los cinco estados que conforman Asia Central posoviético. La montañosa república que alberga a seis millones de habitantes recibe mejores clasificaciones de los organismos que vigilan los derechos humanos que cualquiera de sus vecinos cuando se trata de libertad de
expresión, pluralismo político y diversidad mediática. Es un contraste evidente con países como China, Kazajistán y Uzbekistán. No obstante, esa reputación se ha ido empañando gradualmente debido al aumento de ataques dirigidos a los medios independientes que se han generado en medio de un grave escándalo político que surgió luego de la publicación de las investigaciones realizadas por medios locales e internacionales.

El 3 de diciembre, la plataforma mediática civil kirguisa Kloop.kg, el Proyecto de Investigación del Crimen Organizado y la Corrupción (OCCRP) y Azattyk, el servicio en kirguiso de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), publicaron una investigación en la que revelaron cómo un grupo de contrabandistas canalizó millones de dólares en efectivo fuera de Kirguistán, principalmente hacia Turquía. El grupo estaba coordinado por el empresario Aierken Saimati, uigur originario de China que fue asesinado a tiros en Estambul el 10 de noviembre.

Antes de su muerte, Saimati publicó una colección de documentos financieros que incriminaron a varios empresarios kirguisos y también al exvicedirector del servicio de Aduana de Kirguistán, Raimbek Matraimov. Según Saimati, Matraimov y sus negocios se beneficiaron del plan de blanqueo de dinero.

Matraimov niega firmemente las acusaciones, por lo que inició un litigio por difamación contra Kloop, OCCRP y RFE/RL tras la publicación de su investigación. El 12 de diciembre se anunció que la cuenta bancaria de Kloop había sido congelada por una resolución judicial en relación con la demanda de difamación presentada por Matraimov.

Solicité al cofundador de Kloop, Bektour Iskender, que comentara sobre la situación y hablara en términos generales acerca de los desafíos que encaran los periodistas de investigación en Kirguistán actualmente. Esta entrevista se editó por motivos de brevedad.

Filip Noubel: Kloop, la plataforma mediática civil independiente que cofundaste en 2007, recibió recientemente la notificación judicial de congelamiento de sus cuentas bancarias. La razón oficial es que la reciente investigación anticorrupción que realizaste con OCCRP «destruyó la reputación» del exvicepresidente del servicio de Aduana de Kirguistán Raimbek Matraimov, por lo que exige 12,5 millones de somes (aproximadamente $180 000) en compensación. ¿Esperabas ese resultado?

Bektour Iskender: To be honest, yes. Raimbek Matraimov promised to file a lawsuit against the journalists last week, immediately after he had been questioned by the GKNB, Kyrgyzstan’s security services. This news was not a surprise for us at all, even though his lawyers didn't send us any official notification. Moreover, the lawsuit is an amazing opportunity to see Matraimov himself and his family in court. This is something many people in Kyrgyzstan hoped to see one day anyway. This gives us a unique chance to prove all the facts that we published in the investigation in the courtroom. We hope that the trial will be fair, and that we will be able to question Matraimov and representatives of his [customs] agency in the presence of judges and the public. Of course we are not satisfied with the court's decision to freeze our bank accounts, this is an outrageous attack on press freedom, and we will appeal the decision.

Bektour Iskender: Honestamente, sí. Raimbek Matraimov prometió presentar una demanda contra los periodistas a comienzos de diciembre, inmediatamente después de haber sido interrogado por la GKNB, el servicio de seguridad de Kirguistán. Esta noticia no nos sorprendió en absoluto, a pesar de que sus abogados no nos enviaron ninguna notificación oficial. Además, la demanda es una fantástica oportunidad para ver a Matraimov y a su familia en un tribunal. Es algo que muchos en Kirguistán albergaban la esperanza de ver algún día, de todas maneras. Esto nos brinda una oportunidad única de probar en un tribunal todos los hechos que publicamos en la investigación. Tenemos la esperanza de que el juicio será justo y que podremos interrogar a Matraimov y a los representantes de su agencia [aduanera] en presencia de jueces y el público. Por supuesto que no estamos satisfechos con la resolución de congelar nuestras cuentas bancarias que emitió el tribunal, esto es un ataque indignante dirigido a la libertad de prensa, por lo que la apelaremos.

FN: A menudo se describe a Kisguistán como el país más libre o menos autocrático en Asia Central, aunque sufre de corrupción endémica, transiciones políticas violentas y emigración masiva. En ese contexto, ¿qué desafíos experimentas tú y tu equipo diariamente cuando llevan a cabo el periodismo de investigación?

BI: One thing I can say for sure is that Kyrgyzstan does not face the threat of authoritarianism. In this regard we, journalists, are in a better position compared to our colleagues in other Central Asian countries. But this does not mean that we don't face challenges. We've had plenty of them both before and after we published our investigation on corruption among customs officials. Our journalists faced mass surveillance while they were collecting information. There were DDOS [Distributed denial-of-service] attacks against our website. There is a massive wave of trolling attacks against us on social media: they have flooded our posts with comments that try to discredit our investigation. There is a smear campaign in pro-government media which labels us as ‘agents of the West’ or something similar. The scariest thing of all was that Aierken Saimiti — the person who leaked many documents to us for this investigation — was murdered in Istanbul in November. And finally, we're now facing this lawsuit. Even if the trial is fair, it will still be a huge challenge for us.

BI: Algo que puedo afirmar con seguridad es que Kirguistán no lidia con la amenaza del autoritarismo. En este aspecto, los periodistas estamos en una mejor posición en comparación con nuestros colegas en otras naciones de Asia Central. Pero esto no significa que no afrontemos ningún desafío. Experimentamos muchos, tanto antes como después de publicar nuestra investigación sobre corrupción entre los agentes aduaneros. Nuestros periodistas lidiaron con la vigilancia masiva mientras recababan la información. Nuestro sitio web sufrió ataques DDoS [denegación distribuida de servicio]. Hay una ola masiva de insultos en nuestra contra en los medios sociales: han colmado nuestras publicaciones con comentarios que intentan desacreditar a nuestra investigación. También existe una campaña de difamación en los medios a favor del Gobierno que nos etiqueta como ‘agentes de Occidente’ o algo similar. Lo más aterrador de todo fue que Aierken Saimiti –quien nos filtró muchos documentos para esta investigación– fue asesinado en Estambul en noviembre. Y finalmente, ahora afrontamos esta demanda. Aunque el juicio fuera justo, será un enorme desafío para nosotros.

FN: Realizaste la investigación sobre Matrainov y su familia en asociación con OCCRP y Azattyk. ¿Cuáles son los beneficios y los riesgos de tener socios extranjeros?

BI: I would say there are only benefits. Partnering with OCCRP basically means that any attack against us will result in an immediate reaction from the international media community. It would have been so much more difficult to withstand the pressure if we were alone.

BI: Diría que solo existen beneficios. Asociarse con OCCRP significa básicamente que cualquier ataque contra nosotros generará una reacción inmediata de parte de la comunidad mediática internacional. Habría sido mucho más difícil resistir la presión, si estuviésemos solos.

FN: ¿Cuáles son los principales riesgos para Kloop y sus periodistas ahora? 

BI: The move to freeze our bank accounts is an attempt to paralyse our work. This will of course not stop us from working, but does create many obvious difficulties we need to overcome. There are always security risks for our journalists too.

BI: El acto de congelar nuestras cuentas bancarias es un intento de detener nuestra labor. Esto, por supuesto, no impedirá que trabajemos, pero sí genera muchas dificultades obvias que necesitamos superar. Siempre existen también los riesgos de seguridad para nuestros periodistas.

FN: ¿Qué tipo de apoyo local e internacional se necesita más en esta situación para asegurar que Kloop continúe sus actividades y contribuya a mantener el estado de Kisguistán como una de las sociedades más libres de Asia Central?

BI: We have started a crowdfunding campaign on Patreon, which is unfortunately only available in Russian right now. Considering that we might face some financial troubles in the near future, this type of support is vital at the moment. And of course it is very important for the international community — and especially for international organisations of which Kyrgyzstan is a member — to remind the Kyrgyz authorities that they should guarantee a free and fair trial. The Kyrgyz government must be aware of the global scope that this story is getting now.

BI: Iniciamos una campaña de microfinanciación colectiva en Patreon, que lamentablemente solo está disponible en ruso en este momento. Considerando que podríamos enfrentar algunos problemas financieros en el futuro próximo, este tipo de apoyo es vital en este momento. Y por supuesto, es muy importante para la comunidad internacional –y particularmente para las organizaciones internacionales en las que Kirguistán está afiliado– recordarles a las autoridades kirguisas que deberían garantizar un juicio libre y justo. El Gobierno kirguiso debe estar consciente del alcance mundial que esta historia está obteniendo ahora.

FN: Nadie puede predecir el futuro, pero dado el alto perfil del escándalo de Matraimov y el hecho que la mayoría de los gobiernos de Kirguistán terminan siendo derrocados en manifestaciones masivas y violentas, ¿cómo determinarías el estado de ánimo actual de la población?

BI: Shortly after we published the first part of the joint investigation at the end of November, there was a 1,000-strong protest in [the capital] Bishkek. Considering that the authorities have not been impartial when it comes to Matraimov's case, the mood has soured into a general mistrust in the actions of the government, members of parliament, and [the] court system. However, this situation presents a huge opportunity to any major politician willing to make the fight against corruption part of his or her agenda.

That's important given that parliamentary elections will be held next year, and whichever party is able to campaign with a credible anti-corruption stance could win a lot of votes as a result.

BI: Poco tiempo después de que publicamos la primera parte de la investigación conjunta a finales de noviembre, hubo una manifestación de más de mil personas en [la capital] Biskek. Considerando que las autoridades no han sido imparciales en el caso de Matraimov, el estado de ánimo pasó del descontento a la desconfianza general de las acciones del Gobierno, parlamentarios y el sistema judicial. No obstante, esta situación presenta una enorme oportunidad para cualquier político importante que esté dispuesto a incluir la lucha contra la corrupción en su agenda.

Eso es importante dado que las elecciones parlamentarias se celebrarán el año próximo, y cualquier partido que pueda realizar una campaña con una postura anticorrupción creíble podría consecuentemente obtener muchos votos.

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