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Continúan ataques armados en el norte de Mozambique

Categorías: África Subsahariana, Mozambique, Derechos humanos, Desastres, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, NewsFrames
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PEMBA, Mozambique (31 de enero de 2019) Fusileros navales de las Fuerzas Armadas de Defensa de Mozambique en formación. Foto de CNE CNA C6F [2] con licencia de CC PDM [3].

Los ataques armados en Cabo Delgado, provincia del norte de Mozambique fronteriza con Tanzania, ya causaron la muerte de más de 600 [4] personas desde 2017 [5] –aunque la identidad de los responsables, sus motivaciones y fuentes de financiamento, siguen siendo desconocidos para las autoridades [6].

A pesar de que el Gobierno amplió significativamente [7] la presencia militar en la región por más de un año, relatos [8] de incursiones armadas que resultan con muertos de civiles son frecuentes.

El Gobierno ha mantenido sigilo [9] sobre sus operaciones, las autoridades locales llegaron a prohibir el trabajo de periodistas e investigadores en la región.

Las poblaciones en las zonas bajo ataque han sobrevivido apenas [10], se han refugiado [11] de un lado a outro en busca de seguridad.

Los ataques extremistas de Cabo Delgado siguen provocando desplazamiento. Las personas están buscando zonas más seguras. Las fotos son supuestamente de la zona de Nametil-Mueda, y la población local está lista para embarcarse y refugiarse en la vecina Tanzania.

Vivir en comunidades que fueron víctimas de los atacantes ha sido un martirio, escriba [16] Carta de Moçambique, que cuenta que para que alguien vaya de una región a otro debe pedir autorización del secretario del bairro, y se debe hacer un pago, que se pasará a una guía de marcha. También es necesario obtener la aprobación del jefe del puesto policial y respectivos contactos telefónicos:

Os cidadãos que por vários motivos forem interpelados pelas autoridades devem explicar donde vêm. Porém, se ao ligar-se para o local de proveniência, as autoridades (desse local) mesmo conhecendo o indivíduo, afirmarem que o mesmo saiu sem autorização é motivo de suspeita de estar a colaborar com os atacantes.

Los ciudadanos que por diversas razones son interrogados por las autoridades deben explicar de dónde vienen. Sin embargo, si al conectarse con el lugar de procedencia, las autoridades (de ese lugar), aunque conozcan a la persona, declaran que se fue sin autorización es una razón para sospechar que está colaborando con los atacantes.

Aunque las autoridades no han establecido la identidad de los atacantes, el autoproclamado Estado islámico ha reivindicado algunos ataques. Fue el caso del ataque [17] del 6 de diciembre a una base de las Fuerzas Armadas de Defensa de Mozambique (FADM) que dejó 16 militares mozambiqueños muertos [18].

Hay rumores de que mercenarios del «Grupo Wagner», vinculado al Kremlin, están ayudando a la FADM. El Kremlin y Maputo niegan [19] que los soldados rusos estén en territorio mozambiqueño. El Gobierno mozambiqueño confirma que Rusia ha proporcionado material de guerra para combatir a los grupos armados.

Sin embargo, fuentes anónimas de las fuerzas armadas mozambiqueñas han dicho a los medios en diferentes ocasiones que hay militares rusos en Mozambique. The Times de Londres informó [20] en octubre de 2019 que se habían enviado 200 mercenarios a Mozambique, mientras que el Times de Moscú declaró [19] en el mismo mes, según fuentes anónimas, que siete habían muerto en dos ocasiones diferentes.

Según el periódico A Verdade [21], el Gobierno también ha recibido el apoyo de las fuerzas de Zimbabue, Tanzania, Congo Democrático y China. Las autoridades no han confirmado esta información, según la publicación.

Continúan los ataques

El presidente Filipe Nyusi quería que los atentados no se extendieran más allá de 2019, tal como dijo [22] en su mensaje de fin de año. Mientras tanto, las incursiones continúan.

El 5 de enero de 2020, un número no identificado de personas murió [23] tras una emboscada en un transporte semicolectivo de pasajeros en la aldea de Antadora, distrito de Macomia. Los testigos que escucharon la agencia de noticias AFP mencionaron [24] entre cuatro y diez muertes de civiles.

Mientras que antes sucedía de noche y de madrugada, y en las pequeñas aldeas, las incursiones recientes son a la luz del día y en las aldeas más grandes [25].

En la tarde del 3 de diciembre, dos personas resultaron heridas tras el ataque de una caravana a una carretera en la aldea de Matapata, a 20 kilómetros de la aldea de Palma –en el extremo de la bahía de Tungue, al sur de Cabo Delgado– donde queda la principal base de producción de gas natural en Mozambique.

En esa ocasión, un ciudadano que se transportaba en bicicleta fue interceptado e inmediatamente decapitado. El ataque ocurrió alrededor de las 15:00 horas

Por primera vez desde el inicio de las incursiones en octubre de 2017, los atacantes revelaron, en diciembre de 2019, imágenes claras [26] de parte de sus supuestos miembros, algo que fue interpretado por Nuno Rogério, analista portugués de política internacional, como una señal de confianza e impunidad [27].

Además, las imágenes muestran hombres armados que izan banderas del Estado Islámico en vehículos de las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Mozambique. La Policía confirma [28] la situación y se presume que los vehículos fueron detenidos por los atacantes después de una emboscada.

Estado Islámico reivindica ataque contra el Ejército en Malali.
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Mozambique fotos del Estado Islámico del ataque de Malali, primeras imágenes explícitas del grupo en el país. También se difundieron las otras fotos de cadáveres y de un rehén.

Con todo, la supuesta presencia del Estado Islâmico sigue siendo cuestionada [34].

Guerra no declarada

Esta «guerra», como la llamó el comandante general de la policía Bernardino Rafael, ya ha afectado a casi 60 000 personas según Naciones Unidas, que advierte [35] que la intensificación de los ataques podría amenazar la seguridad regional. Tanzania, país vecino que limita con Cabo Delgado, está en alerta [36], al igual que la provincia mozambiqueña de Nampula [37].

El presidente mozambiqueño Filipe Nyusi, que cree que el país es víctima de lo que llama una «invasión camuflada contra el desarrollo», dijo [38] en septiembre que estaba abierto al diálogo con los atacantes, mientras que en diciembre prometió [39] «emplear todos los medios» para contener la violencia armada.

Mientras tanto, el 15 de diciembre, la gente de dos aldeas decidió expulsar [40] a los miembros de las FADM que estaban ubicados en sus comunidades.

Blandiendo flechas, palos, machetes y otros instrumentos, la población dijo que se tenía confiaba, porque dos días antes hubo ataques en otras aldeas vecinas, pero las FADM no tomaron represalias. La población también afirma que todos los lugares en los que se desplegaron las FADM terminaron convirtiéndose en objetivos de ataques, como se informa [41] en la Carta de Mozambique.

Además de los asesinatos por disparos o decapitaciones, el saqueo de bienes y propiedades y los incendios de casas, también hay informes de secuestro de niñas [42].

Ante el temor y la incertidumbre, Estados Unidos [43] y Canadá [23] han emitido recientemente advertencias que para recomendar a a sus ciudadanos que no viajen a la provincia de Cabo Delgado.