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«Interacción entre las culturas occidental y oriental»: Dos exhibiciones de arte sobre choques culturales

Categorías: Asia del Sur, Medio Oriente y Norte de África, Irán, Pakistán, Arte y cultura, Fotografía, Historia, Medios ciudadanos, Mujer y género
Negin Sharifzadeh, Modern Girls, Ancient Rite, 2019 Mounted Museum Print (1 of 3) 30’’ x 18.17’’

Negin Sharifzadeh, «Jóvenes modernas, rito antiguo,» 2019, impresión montada en museo (1 de 3) 76.30 x 45.15 cm

Dos mujeres artistas de Irán y Pakistán exhibieron recientemente sus nuevas obras de arte en Nueva York, en las que representaron la interacción entre la cultura occidental y la oriental, y evocaron historias de iconografía y cómo las mujeres, particularmente, son representadas por otros en la historia del arte canónico.

En una entrevista con Global Voices, las artistas Negin Sharifzadeh y Qinza Najm dijeron que al utilizar herramientas contemporáneas, como la fotografía y la animación, pretendieron «cuestionar las narrativas tradicionales».

En cada caso, las artistas adaptaron obras del canon occidental, y se introducirse ahí en una tensión de oposición e integración, subversión y homenaje, y a través de esto reclamaron el poder sobre sus propios cuerpos y el derecho a ocupar posiciones influyentes dentro del arte, la historia y la sociedad.

‘Apariencia al natural’

Negin Sharifzadeh [1], artista multidisciplinaria y relatora de historias que vive en Brooklyn, Nueva York, obtuvo su título de licenciatura en escultura de la Universidad de Teherán, Irán, en 2002, y una licenciatura en Artes Escénicas del Instituto de Arte de Chicago en 2010.

En su exhibición «Apariencia al natural», Sharifzadeh examina el concepto del Renacimiento europeo como un fenómeno aislado en lugar de un periodo en una conversación orgánica con movimientos que se habían originado antes en Oriente Medio.

En pinturas de la época del Renacimiento italiano, como «La Anunciación» de Pierro Della Francesca y «Lamentación de Cristo» de Andrea Mantegna, Sharifzadeh aparece a veces vestida como María, en otras como Jesús, y en ocasiones es ella misma simplemente observando.

Negin Sharifzadeh, «Cuando Caravaggio se reúne con Gentileschi», 2019 impresión montada en museo (1 de 3), 101.6 x 101.6 cm

“Me introduje en las recreaciones fotográficas de las pinturas icónicas del Renacimiento italiano para crear obras que son simultáneamente homenaje y subversión, con el objetivo de explorar el impacto de la cultura mediterránea más extensa, el arte y cualquier idea que contribuyó a la creación y trasmisión del renacimiento de Europa», Sharifzadeh afirmó.

“Bastante a menudo», añadió, «los historiadores de arte colocaron el arte europeo en una posición privilegiada, descartando y subestimando el arte de las regiones mediterráneas más extensas. A través de esta recontextualización y recuperación, pretendo desafiar la idea de la diferencia europea y Oriente Medio». Esa recontextualización y recuperación ocurre cuando Sharifzadeh coloca su cuerpo femenino, de Oriente Medio y contemporáneo, dentro de las imágenes, la iconografía y la geografía física del Renacimiento italiano.

Su obra también constituye una crítica sobre los conflictos culturales actuales.

“El punto de vista de Negin, influenciado por su identidad iraní y su vida en Estados Unidos, es muy extraordinario pues le hace posible inspirar un sentido de diálogo y reconciliación, algo muy apreciado en la confusión política actual», dijo el curador Giulio Verago, director del programa de residencia para artistas en Milán Via Farini. «El uso de la ironía, particularmente en una era de gran depresión y desilusión, celebra la libertad de la expresión artística. Toma en consideración las divergencias en la representación del cuerpo femenino entre Oriente y Occidente –por ejemplo, cómo la influencia de la representación clásica de la desnudez femenina moldeó, de alguna manera, la forma que percibimos los cuerpos de las mujeres y sus deseos y ambiciones hoy en día».

Negin Sharifzadeh, Anodyne (Triptych), 2019 Mounted Museum Print (1 of 3) 40’’ x 28.65’’

Negin Sharifzadeh, «Anodino (tríptico)», 2019 impresión montada en museo (1 de 3) 101.6 x 72.77 cm

Sharifzadeh dijo que planteó muchas interrogantes con respecto al intercambio del arte y la arquitectura entre el Renacimiento italiano y su Imperio Otomano mediterráneo más extenso. «Con suerte, estas conversaciones generarán en mi audiencia más curiosidad sobre esa era específica, y al mismo tiempo [sensibilizarán] que nuestra interrelación a través del arte y la cultura ha sido un fenómeno que se manifestó a lo largo de la historia».

‘Aún así, me levanto’

La pakistaní-estadounidense Qinza Najm [2], que nació y creció en Lahore, estudió la carrera de bellas artes en la Universidad Bath en el Reino Unido y la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York. Najm se graduó originalmente como psicóloga, y usa la interpretación, el vídeo, la pintura y otros medios para generar empatía y entendimiento entre las sociedades y las culturas para abordar los traumas sociales más profundos.

Basándose en una extensa parte de la historia del arte, Najm utiliza una amplia gama de técnicas para «quebrar el marco». Por ejemplo, en sus obras con «alfombras extendidas» toma la alfombra de estilo persa, omnipresente en gran parte de Oriente Medio, y las acompaña con cuerpos femeninos estirados para explorar las contradicciones y el conflicto cultural entre la vida contemporánea y el mundo tradicional conservador. Una obra impresionante en la exhibición, basada en una interpretación anterior, fue el «Velo de balas», que retrata a Najm cubierta con un velo de 18 kilos hecho de malla de red y más de 1100 casquillos que representan los asesinatos de honor en Pakistán ocurridos el año anterior, y también los 1100 niños y adultos asesinados durante los tiroteos en las escuelas en Estados Unidos.

«La historia de Rashida,» fotografía en una caja de luz, 43.18 x 27.94 cm cada una, 2017-18, por Qinza Najm.

En otra serie, «La historia de Rashida», Najm explora explícitamente el tema de la violencia de género y la subjetividad de la mujer. Y lo representa utilizando fotografías de su propia madre, primas y amigas sujetando objetos ordinarios del hogar –desde ralladores de queso hasta tijeras– que han sido utilizados contra las mujeres como herramientas para infligir violencia doméstica en Pakistán, país donde los asesinatos de honor son una práctica lícita y generalizada.

El título de la exhibición, «Aún así, me levanto», alude a un poema escrito por Maya Angelou que rinde homenaje al reconocimiento de la mujer en el contexto de la esclavitud y la cultura negra. La curadora Tami Katz Freiman explicó que «Najm eligió palabras que prometen redención, y así dota su historia personal con un contexto feminista universal, y a la vez considera los asuntos de empatía, generosidad, transformación y cambio».

“Su movimiento fluido», Freiman añadió, «entre las diferentes disciplinas se ilustra en esta exhibición, que incluye una selección de cuatro obras de arte que resuenan entre sí».

“Me interesa el cuerpo como medio y tema –las circunstancias alrededor de su ocupación de espacio físico, las normas y leyes que regulan a los cuerpos como sujetos políticos, y la carga irregular que estas normas imponen a menudo sobre las mujeres y las minorías», escribe Najm en su declaración para la exhibición, y añade que, «basándome en mi crianza en Lahore, Pakistán, y mi vida adulta en los Estados Unidos, mis esculturas, instalaciones e interpretaciones abordan los temas de la política de género, el desplazamiento y la influencia cultural vistos a través de los lentes de la geografía y la identificación social».

En su arte Najm indica que a menudo utiliza el «tema de los cuerpos extendidos, deconstruídos, distorsionados y llevados más allá de sus límites. La manipulación del cuerpo es un reflejo de cómo ejercen poder sobre nuestro ser. No obstante, me interesa más retratar el potencial humano –un cuerpo estirado reclama un espacio que va más allá de su papel esperado, tanto desde el punto de vista físico como figurativo. En particular, mi objetivo es plantear preguntas sobre cómo podríamos transcender y combatir los estereotipos culturales, el prejuicio, el desplazamiento y las normas sexistas».

«Velo de balas,» 167.64 x 111.76 cm, impreso sobre aluminio 2019, by Qinza Najm [2],

Najm dijo a Global Voices que la violencia es universal, y es muy posible que nos una a través de la empatía y la compasión que actualmente se necesita en el diálogo internacional de Oriente y Occidente, que divide las narrativas y lo que los medios retratan, particularmente entre Estados Unidos y los países islámicos.

“Esta exhibición y la conversación que generó me brindó material para ahondar más sobre el diálogo de esta exhibición», enfatizó. «Estoy emocionada por ver que produzco de esto y me gusta sorprenderme a través de asumir más riesgos y la experimentación».

Tanto «Apariencia al natural» como «Aún así, me levanto» evocaron historias de iconografía y la forma en que las mujeres, en particular, son representadas por otros en la historia del arte canónico. Las artistas rescatan esta representación como un sitio de poder, utilizando las herramientas contemporáneas de la fotografía y la animación para cuestionar esas narrativas tradicionales. Ambas exhibiciones cuestionaron fuertemente el papel de las mujeres a lo largo de las fronteras entre las culturas occidentales y orientales, y mediante su arte, reclaman un poder sobre sus propios cuerpos y su derecho a ocupar posiciones influyentes dentro del arte, la historia y la sociedad.

Ambas exhibiciones estuvieron en A.I.R. Gallery en octubre 2019, Brookly, Nueva York.