Restauración de edificios de patrimonio de Trinidad y Tobago suscita debate

La Casa Presidencial recién renovada, Puerto España, Trinidad. Foto por Jada Steuart, utilizada con autorización.

En los últimos años, varios sitios patrimoniales en Trinidad y Tobago han necesitado urgentemente ser restaurados, pero esta reciente renovación ha sido recibido con elogios y con criticas.

Por ejemplo, la restauración de la Casa Roja (sede tradicional del Parlamento del país) y del Mille Fleurs (una de las Siete Magnificas casas que rodean el Parque de la Reina de Savannah en Puerto España) han necesitado varios años para terminarse, como las obras de la Casa Roja, que tienen el mayor plazo –20 años en proceso.

Ese largo periodo se debe en en parte al ambicioso objetivo de los proyectos, y al hecho de que algunos sitios –Mille Fleurs es un buen ejemplo- habían sido descuidados casi hasta la demolición. Según se dice, la Casa Roja estaba en tal mal estado que la restauración era la única alternativa.

Muchos proyectos permanecieron en fase de planificación bajo diversas administraciones políticas. Recién desde 2014 o 2105 se asignaron los fondos necesarios para que las  obras pudiesen empezar.

Entre los sitios que han beneficiado de la restauración figuran Killarney (conocido también como el Castillo de Stollmeyer), Whitehall (llamado también Rosenweg) y la Casa Presidencial.

Killarney, conocido también como el Castillo de Stollmeyer, uno de los Siete Magníficos edificios que rodean el mayor espacio verde de la capital. Foto por Jada Steuart, utilizada con autorización.

Antes de su restauración, hubo un gran impulso para actualizarlos, sobre todo del Fondo Nacional de Trinidad y Tobago, con presiones del sector público y del privado para que invirtieran en la administración de los 43 sitios patrimoniales registrados en el país.

En una función del Ministerio de Finanzas en octubre de 2019, el primer ministro, doctor Keith Rowley, dijo al público que los edificios no necesitaban ser salvados solo por su relevancia en la historia del país sino que las obras de construcción cabo también creaban empleo:

If we could not do that [restore the buildings] […] we are not worthy of our independence [from Great Britain].

Si no opdemos hacer esto [restaurar los edificios] […] no seremos dignos de nuestra independencia [de Gran Bretaña].

En Facebook, la usuaria Aneka Nicole dijo:

Trinis:
Travel to DC, go to 1600 Pennsylania Avenue, pose and take pics to post on social media.

Trinis:
Travel to the UK, go to Buckingham Palace, pose and take pics to post on social media.

Also Trinis:
Cuss about the cost of restoring historic buildings in Trinidad and Tobago, saying they are a waste of time and money.

I wonder if they know the annual cost of maintaining the two foreign examples I used?[…] the same examples they're happy to pose in front of and profile.

Trinitenses:
Viaje a DC, ir a 1600 Pennsylania Avenue, posar y tomar una foto para publicar en las redes sociales.

Trinitenses:
Viaje a Reino Unido, ir al Palacio de Buckingham, posar y tomar una foto para publicar en las redes sociales.

También trinitenses:
Maldecir el costo de la restauración de los edificios históricos en Trinidad y Tobago, decir que son una perdida de tiempo y dinero.

Me pregunto si saben los costes anuales de mantenimiento de los dos ejemplos extranjero que utilicé […] los mismos ejemplos con los que están felices de posar para poner en su perfil.

¿»Subdesarrollo de las personas»?

Sin embargo, no todos están de acuerdo con priorizar la restauración de los sitios patrimoniales –sobre todo por la cantidad de dinero que se ha invertido. Por ejemplo, la renovación de la Whitehall costó un total de 32 millones de dolares trinitenses (alrededor de 4.7 millones de dolares estadounidenses). La cuenta por la Casa Presidencial subió a 89 millones de dolares trinitarios (unos 13 millones de dolares estadounidenses), mientras la cuenta por la Casa Roja fue mucho más alta, con un total estimado de 441 millones de dolares trinitarios (poco menos de 17 millones de dolares estadounidenses).

Tradicionalmente, la Casa Roja era la sede del Parlamento del país; las sesiones parlamentarias han sido desplazadas en los últimos años por los trabajos de renovación. Foto de Jada Steuart, utlizada con autorización.

En una carta al redactor del periódico Trinidad and Tobago Newsday, Gregory Wight sugirió que aunque los edificios sean magníficos tal vez se podría haber utilizado el dinero de mejor manera:

I read a quotation recently on third world development which says, ‘All too often development in the Third WorLeold means the over-development of objects and the underdevelopment of people.’ Now, that gave me real pause, because what is the value of gleamingly restored historical buildings when many of our young citizens feel so left behind that they would rather burn these buildings down than treasure them?

Recientemente leí una cita sobre el desarrollo del tercer mundo que decía: «Con demasiada frecuencia, el desarrollo en el tercer mundo significa un sobredesarrollo de los objetos y subdesarrollo de las personas. Ahora, esto me ha hecho pensar, porque ¿cuál es el valor de los edificios históricos brillantemente restaurados cuando muchos jóvenes ciudadanos nuestros se sienten tan abandonados que prefieren quemar estos edificios que atesorarlos?».

Algunos internautas comparten su opinión de que el dinero se podría haber invertido mejor en hospitales, en escuelas y en programas sociales que son más necesarios. Sin embargo, el Gobierno sigue afirmando que la renovación de esos sitios tiene importancia tanto cultural como económica.

Un editorial del Newsday está de acuerdo:

Money spent on these projects could have probably been pumped into healthcare, education, and infrastructure. The difference is, however, that taking care of our heritage sites is not just expenditure. It’s actually an investment in our future.

Probablemente, el dinero gastado en esos proyectos podría haber sido asignado a la atención medica, la educación y las infraestructuras. Sin embargo, la diferencia es que si cuidamos nuestros sitios patrimoniales no estamos gastando [dinero] solamente, en realidad, es una inversión para nuestro futuro.

Alegó también el valor social de los sitios patrimoniales:

Aside from the economic argument, it is also true that these buildings are of intense social importance, and that means they should not be lost. To preserve our history is not to suggest a wish to return to the old days of inequity and oppression. It is, rather, to remind us constantly of where we have come from as well as our own capacity to evolve.

Aparte del discurso económico, es verdad también que estos edificios son de una importancia social muy fuerte y eso significa que no deben perderse. La preservación de nuestra historia no sugiere un deseo de volver a los viejos tiempos de desigualdad y opresión. Más bien, es recordarnos constantemente de dónde hemos venido así como nuestra propia capacidad de evolución.

Muchos edificios remontan a la época anterior a la independencia (Trinidad y Tobago se independizó en 1962) y muchos los ven como un recuerdo de la colonización británica del país. Sin embargo, no solo se está restaurando la arquitectura colonial, otros proyectos de renovación incluyen el Estadio Brian Lara y dos hospitales locales.

Whitehall es oficialmente la oficina del primer ministro del país. Foto de Jada Steuart, utilizada con autorización.

Global Voices no pudo confirmar el acceso a las visitas de los edificios terminados en el momento de la publicación. Por ejemplo, Whitehall se ha utilizado tradicionalmente como oficina del primer ministro, por lo que existen restricciones de seguridad. Aunque Killarney ha acogido varias exposiciones que han estado abiertas al público, se están realizando obras interiores en la Casa Roja y en Mille Fleurs, por lo que todavía no se han hecho declaraciones oficiales sobre si se abrirán al público, y cuándo ocurrirá.

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