
En los últimos meses, las autoridades de Marruecos han arrestado a varias personas por expresarse en línea. Foto del usuario Pierre Metivier en Flickr [CC BY-NC 2.0].
Según un grupo local de derechos, en los últimos meses se ha detenido a un total de 15 personas y solamente en diciembre de 2019 se condenó a seis.
El periodista independiente Omar Radi fue arrestado el 26 de diciembre de 2019, después de que un fiscal lo acusara de «insultar a un funcionario público» según el Código Penal del país por un tuit que publicó ocho meses antes. En el tuit, Radi criticó la sentencia de un tribunal de apelación de Casablanca, que confirmó las duras penas de prisión impuestas a decenas de activistas del movimiento de protesta Hirak en la región del Rif. Algunos acusados, que incluye a Nasser Zefzafi, destacada figura del movimiento de protesta, fueron condenados a 20 años de prisión.
Radi fue puesto en libertad bajo fianza el 31 de diciembre. Compareció ante el tribunal el 2 de enero y su juicio se aplazó hasta el 5 de marzo. Sin embargo, Radi todavía corre el riesgo de ser condenado a un año de cárcel según el Código Penal si es declarado culpable. Muchos más siguen en la cárcel. Después de su liberación, tuiteó:
Cependant, si aujourd'hui je suis libre, ce n'est malheureusement pas le cas pour beaucoup de nos concitoyens qui aujourd'hui sont incarcérés pour avoir exprimé une opinion, une colère, une blague ou une chanson.
— Omar Radi (@OmarRADI) January 3, 2020
Auque hoy estoy libre, lamentablemente no es el caso de muchos conciudadanos que siguen en prisión por expresar una opinión, su rabia, una broma o una canción.
Raperos en prisión
El 25 de noviembre de 2019, un tribunal condenó al rapero Mohamed Mounir, conocido por su nombre artístico Gnawi, a un año de cárcel y una multa de mil dirhams (unos 103 dólares) por insultar a la Policía en medios sociales por «maltratarlo». Su abogado dijo a Reuters que las autoridades pueden haberlo atacado por una canción que él y otros dos cantantes grabaron y publicaron en YouTube. La canción, titulada «Larga vida al pueblo», denuncia las condiciones socioeconómicas, la corrupción y la tortura en el país, y también contiene críticas a los gobernantes del país, incluido el rey. El 15 de enero, un tribunal de apelaciones confirmó la condena de un año de prisión de Gnawi.
El 19 de diciembre, un tribunal de Meknes condenó a un estudiante de secundaria a tres años de cárcel por el mero hecho de publicar la letra de la canción en Facebook. El estudiante fue liberado el 16 de enero de 2020.
Otro rapero, Hamza Asbaar, fue arrestado el 28 de diciembre en un estadio de fútbol. Su familia le dijo al sitio independiente de noticias Lakome que el arresto ocurrió después de que Asbaar tocara su canción «Entendemos» a petición de los espectadores. En la canción, publicada en YouTube el 20 de octubre, Asbaar, que es estudiante de secundaria, criticó las condiciones sociales y económicas y la situación de los derechos en Marruecos. El 31 de diciembre fue condenado a cuatro años de cárcel y una multa de 10 000 dirhams (10 000 dólares) por «insultar santidades».
Hamza Asbaar is a 18 yo #moroccan high school student and a young rapper who got sentenced to 4 years in jail for a rap song he wrote, practicing #FreedomOfSpeech is one of the most fundamental human rights, let Hamza go! #FreeKoulchi #Morocco pic.twitter.com/RCavMwJtBp
— Hajar El Fatihi (@HajarElFatihi3) January 5, 2020
Hamza Asbaar es estudiante de secundaria marroquí de 18 años y rapero que fue condenado a cuatro años de cárcel por una canción de rap que escribió, practicando su libertad de expresión, uno de los derechos humanos más fundamentales, ¡liberen a Hamza!
Una corte de apelaciones redujo su sentencia a ocho meses el 16 de enero.
Represión a youtubers
La represión también ha afectado a personas que han usado YouTube para expresar sus opiniones sobre cuestiones sociales, políticas y económicas.
El 26 de diciembre, un tribunal de Settat condenó a YouTuber Mohamed Sekkaki a cuatro años de cárcel y una multa de 40 000 dirhams (4150 dólares) por un video en el que criticaba al rey y describía a los marroquíes como «estúpidos» y «burros».
Otro youtubero, Mohamed Bodouh, fue condenado a tres años de prisión el 7 de enero por un video que criticaba la corrupción y a las autoridades.
Mohamed Boudouh is a shop owner who got sentenced to 3 yrs in jail because of some @YouTube videos he filmed in which he talks about precarity and the lack of justice and equality in #Morocco. The regime is losing it and for all I know I could be next or you could! #FreeKoulchi pic.twitter.com/dQjLVbv4g5
— Hajar El Fatihi (@HajarElFatihi3) January 8, 2020
Mohamed Boudouh es dueño de una tienda que fue sentenciado a tres años de cárcel por unos videos en YouTube que filmó y en los que habla de la precariedad y la falta de justicia e igualdad en Marruecos#. El régimen está perdiendo la cabeza y por lo que sé, ¡yo podría ser el próximo, o tú! Liberen a todos.
Marruecos tiene antecedentes de reprimir la libertad de expresión, los medios independientes y la libertad de prensa.
Yasmina Abouzzouhour, becaria del Instituto Marroquí para Análisis de Políticas escribe:
The regime has displayed a pattern of repressing activists through judicial proceedings, sometimes under false pretexts. Indeed, famous activists perceived by the regime as dissidents- such as Radi, the journalist Hajar Raissouni, and the rapper Gnawi- are taken to court over unrelated issues, such as a supposed abortion in Raissouni’s case or a video that allegedly incited violence against the police in Gnawi’s case.
El régimen ha mostrado un patrón de represión de los activistas a través de procedimientos judiciales, a veces con falsos pretextos. En efecto, activistas famosos percibidos por el régimen como disidentes –como Radi, el periodista Hajar Raissouni y el rapero Gnawi– comparecen ante los tribunales por cuestiones no relacionadas, como un supuesto aborto en el caso de Raissouni o un video que supuestamente incitaba a la violencia contra la policía en el caso de Gnawi.
Los marroquíes siguen buscando la liberación de todos los encarcelados por expresarse, incluidos activistas, periodistas, artistas y manifestantes bajo la campaña #FreeKoulchi [«Liberen todo»].