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Gobierno de Bolsonaro califica documental nominado a los Óscar de antibrasileño

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Activismo digital, Arte y cultura, Cine, Elecciones, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política

Protestas a favor y en contra de la destitución de Dilma Rousseff en 2016 frente al Congreso Nacional de Brasil. Foto: captura de pantalla del documental Al filo de la democracia (video de YouTube).

Desde su estreno en Netflix en junio de 2019, el documental de la cineasta Petra Costa Al filo de la democracia [1] ha atizado las llamas de la constante polarización en que vive Brasil. Las opiniones acerca de la película tienden a ubicarse, sin término medio, en una de las dos líneas políticas: a quienes les ha gustado se los tilda de izquierdistas radicales y a quienes no, de fanáticos pro-Bolsonaro que defienden un golpe de estado. Este tipo de simplificación excesiva es un fiel ejemplo de la realidad del debate político brasileño en 2020.

Costa narra la historia de los acontecimientos que dividieron al país durante la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff [2] en 2016, mientras indaga la historia reciente de la joven democracia brasileña, desde el fin de la dictadura militar a principios de la década de 1980, pasando por la elección del líder sindical Luiz Inácio Lula da Silva en 2002, hasta la asunción de Jair Bolsonaro.

Los debates acerca de la película fueron silenciados por la continua ola de noticias políticas que inundan la actualidad brasileña, pero a inicios de 2020 resurgieron de lleno cuando la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas [3] la nominó para el Óscar al mejor documental.

El 3 de febrero, la cuenta oficial de Twitter de la Secretaría de Comunicación de Jair Bolsonaro publicó un video sobre la entrevista de Costa con el canal estadounidense PBS en el que la calificó de “militante anti-Brasil”:

En Estados Unidos, la cineasta Petra Costa asumió el papel de militante anti-Brasil y está difamando la imagen de nuestro país en el exterior. Pero estamos aquí para mostrar la realidad. No creas en la ficción, cree en los hechos.

Los especialistas consultados por ConJur [6], agencia brasileña de noticias jurídicas, tienen opiniones divergentes en cuanto a si este tuit infringe alguna norma. Hay quienes afirman que viola el principio de imparcialidad propio de las instituciones públicas, mientras que otros sostienen que, aunque así fuera, podría considerarse dentro de los límites de la libertad de expresión. La diputada Maria do Rosario [7] —que ya ha protagonizado varios choques con el presidente Bolsonaro [8]— presentó una denuncia ante el Ministerio Público de Brasil por la publicación de este tuit.

Previamente, el propio Bolsonaro había dicho que la película era mera “ficción” y una “porquería”, mientras que su hijo menor, el diputado Eduardo Bolsonaro, calificó a Costa como “una basura”.

Dilma Rousseff publicó [9] un comentario en su cuenta oficial de Twitter para defender a Costa: “hoy en día, no hay nadie más ‘anti-Brasil’ ni más dañino para la imagen de nuestro país en el exterior que el propio Bolsonaro».

Si Al filo de la democracia gana el premio al mejor documental este domingo 9 de febrero, se transformará en la primera producción completamente brasileña en ganar un Óscar (ya se han premiado coproducciones con otros países).

Cuando la vida política también es vida personal

Costa es nieta del fundador de una de las constructoras más grandes de Brasil —que estuvo involucrada en la operación “Lava Jato” [10]— e hija de militantes de izquierda que lucharon contra la dictadura militar (1964-1985), y narra la historia de la democracia brasileña como el telón de fondo de su propia vida personal.

Su relato está cargado de una clara empatía hacia el Partido de los Trabajadores (PT), que gobernó el país tras ganar tres elecciones consecutivas, desde 2002 hasta la destitución de Dilma Rousseff en el 2016. Comparte la idea de que la oposición privó de su cargo a la expresidenta mediante un golpe de estado parlamentario, con acusaciones de cargos menores (maniobras fiscales para maquillar las cuentas y ocultar el déficit) comparados con los escándalos de corrupción que protagonizaron muchos diputados opositores.

A su vez, Costa pudo acceder a la intimidad del partido: filmó la salida de Dilma de la casa presidencial y utilizó material exclusivo del fotógrafo personal de Lula.

Cuando se estrenó la película, los medios cuestionaron la relación de la madre de Petra con la familia de Lula [11], de la cual no se dan muchos detalles en la película. La revista Piauí [12], publicación mensual brasileña, señaló que una fotografía forense de 1976 utilizada en la película fue manipulada digitalmente. La foto muestra a Pedro Pomar, guerrillero que luchó contra la dictadura y fue el mentor político de los padres de Petra, acostado en un charco de sangre luego de haber sido asesinado por los militares. En la imagen que vemos en la película, la escopeta y el revólver que aparecían junto al cuerpo fueron eliminados.

Según los reporteros de la revista Piauí, Costa confesó que estaba esperando que alguien señalara ese detalle. Afirmó que borraron las armas porque la policía las había ubicado allí para incriminar a Pomar y a otras personas a quienes habían matado. En realidad, existe mucha documentación pública que respalda el reclamo de que las autoridades pusieron allí las armas luego de la matanza.

El documental como experiencia

Muchas críticas que recibió la película sostienen que Costa no es imparcial, mientras que otros elogian su trabajo justamente por haber incorporado su propio punto de vista. El periodista Renato Terra [13], en un artículo publicado en el periódico Folha de São Paulo, dice:

O bom documentário, aprendi ali, é o que provoca uma experiência. A ideia de que um documentário tem que ser imparcial, didático, informativo já foi superada há muito tempo. O gênero que mais evoluiu, que mais permite inovações, que mais valoriza a criatividade é o documentário.

Algo que aprendí es que un buen documental provoca una experiencia. La idea de que los documentales tienen que ser imparciales, didácticos, informativos, ya ha sido superada hace mucho tiempo. El documental es el género que más evolucionó, el que permite más innovaciones y el que valora más la creatividad.

La película de Costa fue recomendada por varios artistas que suelen identificarse con ideas de izquierda. Por ejemplo, Queen Latifah publicó el video que realizó el artista brasileño Caetano Veloso [14] para promocionar el documental:

Incluso la propia cineasta publicó un tuit con un video en el que recibe elogios de directores como Jane Campion y Wim Wenders o incluso del actor Tim Robbins:

Jane Campion, Wim Wenders y Tim Robbins hablan acerca de nuestro documental y de la crisis mundial de la democracia. ¡Muchas gracias por su generosidad!

Uno de los críticos de Costa es el asesor de comunicación del expresidente Michel Temer, que anunció que también está preparando su versión acerca de la destitución que se llamará “Trama contra a democracia” [24](“Conspiración contra la democracia”).

En el extranjero, el documental es considerado “una advertencia para las democracias del mundo entero” (CNN [25]), una poderosa película que “ilustra la irrupción del populismo y el derrumbe de la estructura democrática” (The Guardian [26]), “una mirada desconsolada e indignada de Brasil” (The New York Times [27]) o un “sincero e inolvidable réquiem a las ruinas de la democracia brasileña” (The New Yorker Magazine [28]).

Con respecto a los ataques provenientes de una institución oficial del Gobierno, Costa declaró:

Gobierno de Bolsonaro ataca a Petra Costa, nominada al Óscar, como ‘activista anti-Brasil’.
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El Gobierno brasileño utilizó las cuentas de redes sociales de su Secretaría de Comunicación para atacarme calificándome de antipatriota. Este es un nuevo paso hacia el autoritarismo, frente al cual no hay que quedarse callados.