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Polémica en Malasia: ¿Publicar en Facebook sobre el coronavirus equivale a «difundir rumores»?

Categorías: Asia Oriental, Malasia, Derecho, Derechos humanos, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Salud, GV Advox
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Fotograma de Wan Noor Hayati Wan Alias de un reportaje de Kini TV. Fuente: YouTube.

Una usuaria de Facebook de Malasia que publicó material controvertido sobre el nuevo coronavirus [2] (2019-nCoV) podría enfrentarse a dos años de cárcel si la declaran culpable de transgredir la sección 505 [3] (b) del Código Penal malasio, que prohíbe publicar y difundir rumores «susceptibles de atemorizar o alarmar a la población».

A Wan Noor Hayati Wan Alias se le acusó [4] de publicar tres entradas en Facebook el 26 de enero que supuestamente contendrían rumores y contenidos racistas relativos al brote de alcance mundial del virus. Hayati se declaró no culpable el 5 de febrero ante un tribunal de Kuala Lumpur, capital del país.

Varios medios de comunicación han instado [5] a que se retiren los cargos y han dicho que las autoridades actuaban punitivamente.

Lo que complica la situación es que Hayati es una periodista galardonada que ha escrito en medios como Berita Harian y New Straits Times. También es tesorera general de la Unión Nacional de Periodistas de Malasia Peninsular [6] (NUJM, por sus siglas en inglés).

Aunque el fiscal general, Tan Sri Tommy Thomas, no se refirió a ningún caso en particular, su oficina publicó un comunicado el 5 de febrero en el que explica [7] por qué el Gobierno prevé castigar a todos los que desinformen sobre el virus:

Lies about the origins, scale and magnitude of the disease must not be permitted because they endanger public safety. That rumour mongering is repugnant to common decency is most pronounced at such times in our national life. The credibility of the internet as the pre-eminent source of news and information is therefore vital.

Las falsedades sobre el origen, escala y magnitud de la enfermedad no deben permitirse porque ponen en peligro la seguridad pública. Esta difusión de rumores que repugna a la decencia se acentúa más en esos momentos de nuestra vida nacional. Por lo tanto, la credibilidad de internet como fuente destacada de noticias e información resulta vital.

El NUJM defendió [8] a Hayati e instó al Gobierno a no restringir la libertad de expresión:

We believe that as a journalist she had the right to voice out her concerns to the members of the public … who are mainly not well informed by the government over the situation of the coronavirus outbreak.

Creemos que, en su calidad de periodista, tenía derecho a manifestar sus inquietudes a la gente… que en general no ha recibido buena información del Gobierno sobre el brote de coronavirus.

Algunos comentaron que el NUJM se equivocó [9] al defenderla, mientras que otros han calificado las publicaciones de la periodista como irresponsables.

Por su parte, el Centro para el Periodismo Independiente recordó a las autoridades que existen otras vías para responder [10] a declaraciones que no reflejen la información emanada de las instituciones gubernamentales.

We stress that legal remedies are just part of the many tools that can be employed to counter disinformation and misleading statements. A holistic and proportionate response would include having efficient and broad channels of information from the government and media, accessible and reliable means for the public to verify information and use of reporting facilities within social media applications for misinformation to be removed.

Queremos subrayar que las medidas legales son solo algunas de las muchas herramientas con las que se puede responder a la desinformación y a las afirmaciones engañosas. Una respuesta integral y proporcional supondría, entre otras cosas, tener canales de información eficaces y amplios provenientes del Gobierno y los medios, formas accesibles y fiables para que la gente verifique la información y también utilice los medios que brindan las redes sociales para reportar y eliminar la mala información.

2/ En pocas palabras, mi opinión personal es que aunque estoy de acuerdo con que debe existir alguna restricción en tiempo de crisis, imputar a alguien por la vía penal está injustificado. No hay razón para que las restricciónes se hagan mediante medidas punitivas en este caso.

En un hilo de Twitter, Gayathry Venkiteswaran, experta malasia en medios de comunicación, valoró la situación y expresó [12] su inquietud por la respuesta «desproporcionada» del Estado.

…we also need to look at the charges in the broader context – did all those who were arrested really bring about harm and were they influential enough to incite actions/panic? Maybe building confidence is more important than trying to nab people who share their content, even when some of these can be considered irresponsible. Let's not be too quick to validate sending people to prisons when there are real speech concerns that could be more harmful, and we need to find solutions for those.

También hemos de considerar estas imputaciones dentro de un contexto más general. ¿Todos los detenidos llegaron a provocar perjuicios y tenían realmente la influencia necesaria como para incitar a la gente a actuar o al pánico? Quizá generar confianza es más importante que detener a gente que difunde contenido, incluso cuando se le puede considerar irresponsable. No aplaudamos tan rápidamente que se mande a gente a la cárcel siendo que aquí hay elementos que afectan a la libertad de expresión de forma mucho más peligrosa de los que hay que ocuparse en primer lugar.

Hayati está en libertad bajo fianza y se presentará ante el tribunal el 11 de marzo.

Lee la cobertura especial de Global Voices sobre cómo afectará el coronavirus Wuhan al futuro político y global de China [2].